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👉 Fuente: EUROPA PRESS
Un nuevo informe de Plataforma de Infancia alerta de que uno de cada cinco menores pequeños bajo protección vive en centros residenciales, una realidad que reabre el debate sobre cómo garantizar entornos estables y afectivos durante los primeros años de vida.
Una cifra que preocupa en la primera infancia
El estudio señala que el 20 % de los niños entre 0 y 6 años tutelados continúa en recursos residenciales, a pesar de que la normativa española y europea establece que, para la primera infancia, el entorno más adecuado es una familia estable, sea de origen o acogedora.
La evidencia en desarrollo infantil es clara: los primeros años son especialmente sensibles para la construcción del apego, la regulación emocional y la adquisición de habilidades cognitivas básicas. Vivir en un entorno rotativo o institucional puede limitar la previsibilidad y la disponibilidad afectiva continuada que necesita un niño pequeño.
Razones del estancamiento en el acogimiento familiar
Distintas entidades apuntan a varios factores: escasez de familias disponibles, falta de medidas de conciliación para quienes desean acoger, procesos administrativos complejos y desigualdades territoriales a la hora de aplicar políticas de protección.
En algunos casos, los equipos de protección también señalan la dificultad de encontrar familias formadas para situaciones de alta complejidad, lo que prolonga la estancia en centros incluso para los más pequeños.
Impacto en las familias y en la educación
Los profesionales recuerdan que la estabilidad en la primera infancia es clave para los futuros aprendizajes. Un niño que vive en un entorno seguro desarrolla mejor su lenguaje, su capacidad de exploración y su autonomía, elementos que repercuten directamente en su adaptación escolar.
También subrayan que las familias acogedoras necesitan apoyos reales: permisos laborales, acompañamiento psicológico, formación continua y coordinación educativa y sanitaria.
Propuestas para reforzar el sistema
Organizaciones de infancia y expertos en protección proponen reforzar tres líneas:
- Agilizar los procedimientos de valoración y selección de familias.
- Crear ayudas y permisos específicos para favorecer la conciliación durante los primeros meses de acogida.
- Uniformar los criterios entre comunidades autónomas para evitar desigualdades.
Estas medidas, señalan, no solo reducen la estancia en centros, sino que mejoran el bienestar emocional y la trayectoria educativa futura de los menores.
Recursos complementarios
- Guía sobre acogimiento familiar en España, Observatorio de la Infancia.
- Informe Eurochild sobre desinstitucionalización en Europa, Eurochild.
- Curiosity, Pleasure and Play: A Neurodevelopmental Perspective, ChildTruma.
