¿Tu hijo llora, encoge las piernas, parece molesto después de comer? Podría estar sufriendo cólicos, algo común pero agotador para madres, padres… ¡y para el propio bebé! El masaje anticólicos para bebés puede ayudarte a aliviarle de forma suave y natural.
¿Qué son los cólicos y por qué se producen?
Un cólico es un dolor intenso. Sin embargo, como en los adultos, el cólico del lactante va más allá. Se considera como tal todo el cuadro de síntomas relacionados con este dolor en la zona abdominal y su causa, que, en este caso, es haber comido.
Se diagnostica como tal si el bebé lo sufre más de tres horas al día y, al menos, 3 días por semana. Efectivamente, asusta un poco, pues es demasiado tiempo de llanto, dolor, nervios, tensión…
Y, por desgracia, es un cuadro que vemos mucho más habitualmente de lo que podemos imaginar, con una media de 4 cada 10 bebés. Así, no es que los cólicos vayan implícitos con la paternidad pero sí es algo que tienes muchas papeletas de sufrir si tienes un hijo.
Causas cólicos lactante
¿Qué ocurre exactamente? Aunque quedan puntos por aclarar, se evidencia que el hecho de alimentarse se relaciona con la incomodidad del bebé. Pero veamos el cuadro de causas al completo.
- Inmadurez intestinal. Aunque la leche para bebés es suave y totalmente adecuada para ellos, recordemos que son pequeños humanos a los que les falta muchísimo desarrollo. En el caso del aparato digestivo, en ocasiones le cuesta soportar los alimentos o, simplemente, gestionarlos.
- Gases. Cuando el bebé toma leche, traga aire, especialmente en el caso de aquellos a los que se le da biberón. Esto hace que aparezcan más gases de lo habitual (que ya de por sí son muchos en el peque debido, precisamente, a esa falta de maduración del aparato digestivo), muchos de los cuales le resultan dolorosos.
- Tejidos irritados. Un trabajo difícil de digestión hace que los tejidos se irriten, causando mucha incomodidad repentina. Hablamos tanto de los órganos como el estómago como los músculos abdominales.
- Causas desconocidas. Es muy común relacionar el cólico del lactante con la digestión pero ciertamente no hay evidencia científica de que este sea el motivo. Podemos suponer que se atribuye al dolor de vientre debido a que muy a menudo el niño presenta lo anterior, pero es cierto que no se descartan otros motivos, enfocados, eso sí, en un dolor agudo.
Signos de que tu bebé sufre cólicos
Veamos en qué debemos fijarnos para suponer que nuestro peque sufre esta delicada situación:
- El signo más evidente es el llanto intenso y de larga duración que no obedece a ninguna otra causa aparente. El niño está saciado, sin frío ni calor, amado, entretenido y con el culete limpio, y aun así sigue llorando como si algo gravísimo le pasara, de manera inconsolable. En ocasiones no hay llanto como tal pero sí mucha inquietud o quejas.

- Los propios gases, como resultado de una difícil digestión o de una correcta ingestión, están más que presentes. A veces el niño no termina de eructar pero, si acercas tu oído a su torso, descubres cómo el aire suena en su interior (exactamente igual que nos ocurre a los mayores).
- El bebé se encoge o contorsiona y muestra dolor con su expresión.
- Distensión abdominal. A menudo encontramos que, cuando el bebé llora tanto y lo examinamos, presenta distensión en la zona del abdomen, la cual se encuentra anormalmente hinchada. Esto se puede deber tanto a que ha comido mucho como a que tenga gases.
- Puede aparecer eritema, que es el enrojecimiento de la piel acompañado de un inflamación.
- No existen otros síntomas que puedan ser diagnóstico de otro problema (fiebre, vómitos continuados…).
- No se dan indicativos de cambios en el desarrollo del niño, que es perfectamente normal.
- Por último, este evento le ocurre a los menores de 5 meses. Si tu bebé es mayor le estará ocurriendo otra cosa, cuya causa puede ser parecida o no.
El masaje anticólicos para bebés como solución natural
A día de hoy, el recurso que tenemos los padres para lidiar con este problema es hacerle al peque un masajito que se ha diseñado expresamente para intentar lidiar con las molestias del cólico del lactante.
Beneficios del masaje anticólicos para bebés
¿Qué conseguimos con el masaje anticólico?
- Estimula el tránsito intestinal. Con ello conseguimos digestiones más ligeras y evitamos el estreñimiento.
- Libera gases. Eliminando la hinchazón y el dolor que a veces producen y, a su vez, continúan facilitando la digestión.
- Relaja al bebé. El niño libera tensiones, quedando de mejor humor y visiblemente más relajado.
- Refuerza el vínculo. Más allá de los beneficios que tiene este masaje para aliviar al peque, nos encontramos con que es un recurso excelente para trabajar el vínculo entre padres y hijos.
Preparativos
Aunque no es una situación muy exigente, sí debemos considerar unas cosillas sencillas:
- La habitación debe caldearse, manteniendo unos 20 a 22ºC y con un ambiente relajante, con luz tenue. Si lo deseas, pon también algo de música para bebés a bajo volumen.
- Ten a mano un aceite vegetal especial para bebés, el cual hayas probado previamente en su piel. Los de sésamo o los de almendras son una excelente opción
- Lava tus manos y retira los accesorios que lleves.
Masaje anticólicos paso a paso (con imágenes)
El paso a paso del masaje anticólicos para bebés más clásico es el siguiente.
- Paleteo.
- Coloca, con suavidad, tus manos en el abdomen del pequeño, en dirección horizontal, una tapando su obligo y la otra inmediatamente encima, justo debajo de su pecho. Deben quedar muertas, sueltas, pero no resultarle pesadas.
- Haz movimientos de paleteo, como buscando hacer un agujero en la arena, dirigiendo las manos hacia la parte inferior.
- Repite 6 veces.
- Flexión de piernas.
- Flexiona las piernas del peque por las rodillas.
- Llévalas hacia su vientre, sin forzar y sin juntarle las rodillas.
- Mantén 5 segundos.
- Relajación de las piernas.
- Pasa las manos por sus piernas, una para cada una, a la vez, de ingle a tobillo, con suavidad pero con firmeza. Así el peque libera tensión y se relaja.
- Pasa las manos por sus piernas, una para cada una, a la vez, de ingle a tobillo, con suavidad pero con firmeza. Así el peque libera tensión y se relaja.
- Círculos en el abdomen en el sentido de las agujas del reloj.
- Pon tu mano izquierda en dirección a las 7 (de un reloj imaginario en su vientre).
- Comienza a deslizar la mano haciendo un círculo en sentido de las agujas del reloj.
- A medio camino, introduce la mano derecha, realizando el mismo movimiento.
- Haz 6 giros completos.
- Repetimos flexión de piernas.
- Relajación de las piernas. En este caso, llevamos las manos deslizándolas por las piernas en sus laterales, desde las nalgas.
- Repetir todo el ciclo dos veces más.
Se recomienda realizar el masaje al completo dos veces por día si el bebé padece de cólicos de manera habitual. Sería algo así como un tratamiento, sin saltárselo. Por supuesto, puedes hacerlo de manera ocasional si tu hijo se encuentra bien normalmente.
Más actual es el masaje anticólicos para bebés I L U (I Love You), llamado así por la forma de sus movimientos.
- Imagina un rectángulo en la zona inferior del vientre de tu hijo.
- I. Dibuja, con tu dedo, una I que parte desde arriba y a la derecha (desde en frente) y baja, es una simple línea recta.
- L. Comenzando arriba y esta vez a la izquierda, trazamos una línea recta horizontal hasta el punto donde hemos empezado la I y la realizamos de nuevo (Línea horizontal + vertical = L).
- U. Ahora comienza por la esquina inferior izquierda y traza una U invertida. Lo harás con una línea vertical hasta el punto donde comenzaste a hacer la L, y la haces, formando esa U invertida.

¿Cuándo es mejor realizar el masaje anticólico para lactantes?
Más allá de seguir la premisa de hacerlo un par de veces por día, lo importante es que el niño esté receptivo, bien despierto, tranquilo, capaz de prestar atención y con ganas de interactuar.
Por supuesto, nunca lo intentaremos en mitad de una crisis ni tampoco justo después de comer.
Posturas más adecuadas
Vamos a ver tres opciones con las que puedes probar hasta dar con la que os resulte más cómoda.
- La postura convencional para pasar este ratito es contigo sentado/a en el suelo, sobre una col choneta, con las piernas flexionadas con los pies juntos, como creando una cunita. El bebé se coloca con la cabeza entre tus pies y sus bien sobre tu pubis o abdomen (sus piernas quedarán un pelín levantadas).
- La segunda opción es que el bebé mantenga esta misma posición, con las piernas un poco levantadas, y que tú lo abordes de la manera que te sea más cómoda. Siempre debes quedar a su altura y con la espalda recta.
- Si prefieres sentarte, puedes hacerlo formando un ángulo recto con tus piernas. Después, dejarás descansar al bebé sobre tus muslos, quedando su cabecita unos dedos por debajo de tus rodillas.

Mitos y errores comunes sobre el masaje anticólicos para bebés
Veamos también tres aspectos muy extendidos al respecto y que son un error en toda regla.
- “Se puede hacer justo después de comer”
- ❌En absoluto. Si tu hijo padece de digestiones difíciles y tú interactúas en la zona lo único que va a pasar es que sienta más molestias.
- “Hay que apretar fuerte para que funcione”
- ❌Claro que no. De hecho, esto es contraproducente. Recuerda que el pequeño ya siente dolores intensos y tiene la zona irritada por la distensión. Los masajes se hacen suavemente pero con determinación, nada más.
- “Solo funciona si el bebé tiene gases”
- ❌También funciona sin tener gases, pero esto no es condición. Lo que buscamos con este masaje es la mejora de la digestión, precisamente para provocarle los gases al bebé más fácilmente y que no le cueste expulsarlos. Además, también es un excelente recurso de relajación y, por supuesto, para mejorar el tránsito.
¿Qué pasa si el masaje no funciona?
Aunque es extraño, puede ocurrir que este recurso no resulte para tu peque.
Otras opciones alternativas al masaje anticólicos para bebés, que a su vez pueden ser complementarias son el porteo, el contacto piel con piel y, por supuesto, revisar la alimentación de la madre si está lactando. En casos excepcionales, se puede recurrir a gotas antiflatulentas, aunque estas precisan de prescripción médica.
Sería interesante que, ante una intensidad que consideres anormal, consultes con el pediatra para sopesar si realizar una prueba de alergia a la proteína de vaca (si es que toma leche en polvo). «Siento» decirte que seguramente no sea el caso y simplemente sean cólicos, pero es importante descartar.
Preguntas frecuentes rápidas (FAQ)
En cualquier caso, recuerda que los gases y el malestar terminan desapareciendo, por lo que no debes preocuparte demasiado. Pero mientras duran, acompañar a tu amorcito y ayudar con estos masajes puede ser un alivio para ambos. ¡Y esos minutos de conexión piel con piel también son terapéuticos!