Nuestros peques, todos, desde que nacen tienen la capacidad de hacer, sin querer, algo que nosotros hemos perdido (podemos imitarlos, claro, pero de manera consciente). Los reflejos del bebé aparecen como un mecanismo de supervivencia. Algunos son muy evidentes otros pueden resultan innecesarios, aunque hace miles de años no lo eran.
Sea como sea, vamos a conocerlos un poquito. Así podremos estar seguros de que el comportamiento del niño es normal y, sobre todo, estar pendiente para comprobar si desaparecen, o no, cuando toca.
¿Qué son los reflejos?
Un reflejo es una respuesta inconsciente e involuntaria que realizamos ante un estímulo y generalmente implica un movimiento. Se da mediante el mecanismo nervioso denominado arco reflejo. Lo que ocurre es que las neuronas sensitivas transmiten unos impulsos a la médula espinal sin llegar al cerebro, obteniendo con ello una respuesta más rápida y efectiva.
La función no es otra que la prevención de situaciones de riesgo. Forman parte del estado de supervivencia, pues alertan de un riesgo.
Tipos:
- Innatos. Se dan desde que se nace o incluso dentro del útero. Algunos desaparecen, como es el caso de los que vamos a mencionar en el siguiente apartado.
- Adquiridos o condicionados. Se desarrollan a partir de las experiencias. Un estímulo indiferente se vuelve en causante de una respuesta automática al vivir experiencias.
¿Cuáles son los reflejos del bebé?
REFLEJOS DEL BEBÉ | ¿EN QUÉ CONSISTE? | EDAD |
Respiratorio | Se activa el proceso de respiración al entrar aire en los pulmones Dentro de la mami el bebé toma el oxígeno a través de la sangre, por el cordón | Se mantiene durante toda la vida |
Succión | El bebé succiona al poner en su boca un objeto | Desaparece en el tercer o cuarto mes para dar paso a la masticación La succión ya es intencionada |
Puntos cardinales, búsqueda o enraizamiento | Al acercar un dedo a la mejilla o comisura del bebé este gira su cabeza en esa dirección y en muchas ocasiones abre la boca Se hace como mecanismo para buscar el alimento | Lo pierde a los tres meses Debe revisarse a los seis meses |
Gateo, reptación o arrastre | Cuando el bebé está boca abajo con el vientre apoyado y un tope en los pies inicia movimientos coordinados de pies y brazos buscando el avance | Debe durar, al menos, hasta el tercer mes |
Del moro | Ante un cambio brusco de posición o ruido fuerte el bebé separa rápidamente los brazos y los vuelve a colocar rápidamente donde estaban | Hasta el tercer o cuarto mes, depende de lo acostumbrado que esté a interactuar con el ambiente |
De marcha automática | Cogemos al bebé por las axilas dejándolo en vertical sobre una superficie plana y hace el amago de andar dando uno o incluso más pasos | Desaparecerá durante el tercer mes de vida Se considera patológico si dura más |
De prensión palmar | El bebé aprieta su mano cerrándola con fuerza si presionamos su palma | Se mantiene hasta el cuarto o quinto mes |
Babinsky o prensión plantar | El pie se gira hacia adentro y se abren los dedos cuando tocamos con firmeza y en un punto bastante específico la parte central de su planta | Lo verás hasta el noveno mes |
Tónico del cuello o de esgrimista | El brazo del niño se estira al girar su cabeza en la dirección de este mientras que el brazo opuesto se flexiona hacia arriba | Se mantiene hasta el quinto o sexto mes |
Suprapúbico | En posición supina presionamos suavemente el pubis y se obtiene como resultado una extensión tónica de las piernas, con aducción y pies en flexión plantar | Desaparece más o menos al cumplir el primer mes Se considera patológico si se mantiene más allá de los tres meses |
De Galant | Al rozar la piel sobre el borde de la columna desde debajo de la escápula hasta encima de la cresta ilíaca se provoca que el tronco del niño se curve hacia el lado que tocamos | Desaparece durante el quinto mes |
En los bebés deben ir revisándose en las primeras evaluaciones. En principio podrías pensar que no perderlos no es algo muy grave pero sí podría ser signo de que algo más profundo ocurre (recordemos que se relacionan con la transmisión de impulsos nerviosos). Además, no sólo hay que vigilar que desaparezcan sino también que se den correctamente cuando toca.