👉 Fuente: Nova Ciencia
Los expertos en salud digital insisten en que la sobreexposición a dispositivos electrónicos en edades tempranas está provocando graves alteraciones en el desarrollo cognitivo, la capacidad de expresión verbal y los ciclos de descanso de la infancia.
El debate sobre el impacto de la tecnología en la primera infancia continúa escalando, con nuevos llamados de atención por parte de la comunidad científica y sanitaria. En línea con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Española de Pediatría (AEP), se reitera que el uso temprano y descontrolado de las pantallas no es un fenómeno inocuo, sino un factor que está comprometiendo la calidad de vida y el desarrollo de miles de niños.
El impacto en el desarrollo neurológico y emocional
El cerebro infantil se desarrolla a un ritmo vertiginoso en los primeros seis años de vida, y las interacciones sociales y la exploración física son esenciales. La estimulación pasiva y acelerada que ofrecen las pantallas interfiere con estos procesos. Se observa con mayor frecuencia un aumento en la irritabilidad, los dolores de cabeza y un sueño alterado en niños con sobreexposición. La falta de juego activo que es sustituida por el tiempo de pantalla reduce las oportunidades para que el niño desarrolle el control motor, la creatividad y la resolución de conflictos mediante la interacción social real. La luz azul, además, es un conocido inhibidor de la melatonina, afectando directamente la calidad del descanso.
La reducción del lenguaje y la atención
Un estudio reciente subraya que, a mayor tiempo que los niños de 1 a 3 años pasan frente a pantallas, menor es la cantidad de palabras que escuchan y que producen. Esto se debe a que las pantallas sustituyen la interacción de calidad y bidireccional con los cuidadores. El lenguaje se adquiere en un contexto de ida y vuelta, donde el adulto responde a las vocalizaciones del niño. Una «niñera electrónica» no puede replicar este crucial diálogo contingente. Expertos alertan que la necesidad de una estimulación constante y rápida de los dispositivos está generando dificultades para la atención sostenida y la concentración en tareas que requieren un ritmo más lento, como la lectura o el juego profundo.
Análisis pedagógico: de niñera electrónica a oportunidad de aprendizaje mediado
No se trata de demonizar la tecnología, sino de educar en su buen uso. Para las edades tempranas, la clave está en el visionado conjunto y mediado. Cuando el tiempo de pantalla se convierte en una oportunidad para el diálogo, donde el adulto pregunta «¿qué has visto?» o «¿qué te gusta de eso?», la pantalla deja de ser un estímulo pasivo. Esta mediación convierte el dispositivo en una herramienta pedagógica que fortalece el vínculo, estimula el lenguaje y fomenta la comprensión crítica en lugar de la absorción pasiva de información. La prioridad debe ser siempre proteger el tiempo de juego libre y la interacción social de los niños.
Recursos y metodologías complementarias:
