👉 Fuente: El Independiente
Un consorcio internacional de la Iniciativa BRAIN ha publicado los mapas más detallados del desarrollo cerebral en mamíferos, revelando por primera vez la evolución temporal de las células neuronales y ofreciendo una base fundamental para comprender el origen del autismo, la esquizofrenia y el cáncer cerebral.
Una serie de seis estudios científicos, publicados simultáneamente en las prestigiosas revistas Science y Nature, marca un antes y un después en la neurociencia del desarrollo. Estos hallazgos son fruto del trabajo del consorcio de la Iniciativa BRAIN (Brain Research through Advancing Innovative Neurotechnologies), un proyecto global lanzado en 2013 con el objetivo de cartografiar el cerebro humano.
El avance principal consiste en pasar de tener un inventario estático de los tipos de células cerebrales a una cartografía dinámica que incluye el factor tiempo. Por primera vez, los científicos han conseguido trazar la evolución de las neuronas y otras células cerebrales desde el desarrollo fetal hasta la edad adulta, revelando los momentos críticos en los que el cerebro se organiza, se adapta y, en ocasiones, se desvía del desarrollo típico, dando lugar a patologías.
Identificando los momentos críticos del desarrollo
Los investigadores han utilizado tecnologías de vanguardia para analizar qué genes están activos en cada célula durante la gestación. Este nivel de detalle sin precedentes en el desarrollo del cerebro fetal ha permitido relacionar genes específicos implicados en trastornos neuropsiquiátricos con las células exactas y los momentos precisos en los que se activan.
Se ha descubierto, por ejemplo, que los genes asociados al autismo y la esquizofrenia se activan con mayor intensidad en etapas avanzadas de la gestación. Esto refuerza la teoría de que las raíces de estos trastornos se encuentran en las etapas muy tempranas del neurodesarrollo, mucho antes de que se manifiesten los primeros síntomas conductuales.
Desde una perspectiva de desarrollo infantil y educación, este descubrimiento es crucial. Entender el calendario biológico del desarrollo cerebral permite a la política educativa y sanitaria enfocarse en la prevención y la detección temprana. Si se conoce el momento y el tipo de célula vulnerable, se podrían diseñar intervenciones más precisas y eficaces, quizás incluso antes del nacimiento. La plasticidad cerebral de los primeros años de vida es la clave, y estos mapas indican cuándo esa plasticidad es más sensible a las influencias genéticas o ambientales.
Claves sobre el cáncer cerebral y las células progenitoras
Además de los trastornos del desarrollo neurológico, el mapa dinámico ha ofrecido una pista sorprendente sobre el origen de un tipo de cáncer cerebral incurable llamado glioblastoma.
Los investigadores detectaron un tipo de célula progenitora (una especie de célula «maestra» o troncal, presente en el segundo trimestre del embarazo) que tiene la capacidad de generar varios tipos de células cerebrales adultas. Lo llamativo es que el glioblastoma posee células muy similares a este progenitor fetal. Esto sugiere que el cáncer cerebral podría tener su origen en una disrupción o reactivación de estas células inmaduras y altamente flexibles que, en lugar de madurar correctamente, vuelven a crecer de forma descontrolada.
Este hallazgo convierte el mapa en una herramienta fundamental no solo para la salud mental, sino también para la oncología. Comprender la identidad celular del origen de las enfermedades es el primer paso para diseñar terapias más dirigidas y efectivas.
Recursos y metodologías complementarias
- The BRAIN Initiative: Transforming Neuroscience, National Institutes of Health (NIH).
- Publicaciones del Consorcio BRAIN Initiative en Nature, Nature Portfolio.
- Directrices sobre el trastorno del espectro del autismo (TEA), Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
