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👉 Fuente: Agencia Española de Protección de Datos (AEPD)
La Agencia Española de Protección de Datos lanza una campaña urgente dirigida a las familias: compartir fotos de menores en redes sociales (‘sharenting’) expone a los niños a riesgos de seguridad y condiciona su identidad digital futura sin su consentimiento.
Es una práctica habitual: nace el bebé y la foto sube a Instagram. El primer día de colegio, el disfraz de carnaval, el baño en la playa.
Sin embargo, los expertos en ciberseguridad y derechos de la infancia advierten que estamos creando una «huella digital» masiva de personas que no han dado su permiso para estar en internet.
Los riesgos más allá del «like»
La AEPD señala tres peligros fundamentales que los padres a menudo subestiman:
- Seguridad física y digital. Las fotos a menudo contienen metadatos (ubicación) o información visual (uniforme del colegio, parque habitual) que pueden ser usados por terceros malintencionados.
- Ciberacoso futuro. Imágenes que hoy parecen graciosas (una rabieta, una cara sucia) pueden ser material de burla o bullying cuando el niño llegue a la adolescencia.
- Robo de identidad. El reconocimiento facial y la IA facilitan la suplantación de identidad utilizando fotos de alta calidad subidas por los propios padres.
El derecho a la propia imagen
El debate no es solo de seguridad, sino ético y legal. El menor es un sujeto de derechos, y su imagen le pertenece.
La recomendación oficial es clara: pixelar la cara, evitar compartir en perfiles abiertos y, sobre todo, reflexionar: «¿Le gustaría a mi hijo ver esta foto publicada cuando tenga 15 años?».
La protección del menor empieza por la discreción de sus propios padres.
Recursos y metodologías complementarias
- Campaña «A un click de ayudarles», AEPD.
- Diez razones para el sharenting responsable, AEPD.
