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👉 Fuente: Infobae
Un informe reciente del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad Austral revela que, pese a las prohibiciones legales, una proporción significativa de niños y niñas en Argentina sigue siendo objeto de castigos físicos y agresiones verbales en su hogar, con implicaciones graves para su bienestar y desarrollo emocional.
Más de uno de cada tres niños sufre disciplina violenta
Los datos del informe, elaborado por las investigadoras María Sol González, Victoria Bein y Lorena Bolzon, muestran una realidad preocupante: alrededor del 35,4 % de niños y niñas de entre 1 y 14 años ha recibido castigo físico como método de disciplina en el hogar. Esto incluye desde sacudidas y palmadas hasta, en un 6,6 % de los casos, castigos severos como golpes con objetos o palizas.
Además, más del 50 % de estos niños ha estado expuesto a agresiones verbales, como gritos o insultos degradantes, mientras que apenas un 30,6 % recibió métodos de disciplina no violentos, como explicaciones o redirecciones de conducta.
Estos patrones no solo vulneran los derechos consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño, sino que también ponen en riesgo el desarrollo emocional, la autoestima y la salud mental de los menores, advierten las autoras del estudio.
Violencia familiar y consecuencias estructurales
Los análisis cruzados con datos de la Oficina de Violencia Doméstica muestran además que casi nueve de cada diez casos de violencia sufrida por niños y niñas tienen como agresor a un familiar, y que aproximadamente seis de cada diez experimentan violencia de manera diaria o semanal. La violencia psicológica —como humillaciones o gritos— figura en más del 90 % de los casos, mientras que la violencia física se sitúa entre el 34 % y el 39 %.
El informe también resalta que la violencia contra la infancia es un problema persistente y estructural, que afecta más intensamente al grupo de 6 a 10 años, y que la exposición continua a situaciones violentas incrementa el riesgo de sufrir problemas de salud mental, incluso ideación suicida, así como dificultades en la regulación emocional y cognitiva.
¿Qué dice la ley y qué falta?
En Argentina, el castigo físico y el trato humillante hacia los niños está prohibido por ley en todos los ámbitos, incluido el hogar, desde la reforma del Código Civil y Comercial de 2015, que prohíbe cualquier forma de castigo corporal o maltrato que pueda causar daño físico o psicológico.
A pesar de la norma, expertos consultados por el informe señalan que hace falta legislación específica sobre maltrato infantil, así como servicios públicos de orientación y apoyo a las familias que permitan traducir la prohibición legal en prácticas concretas de crianza respetuosa.
El documento también menciona la Ley Lucio Dupuy, aprobada tras el asesinato de un niño de 5 años en La Pampa, que obliga a varios profesionales a denunciar situaciones de maltrato cuando tengan conocimiento de ellas, como un paso importante hacia la protección infantil.
Hacer tangible un cambio cultural
Existe una brecha entre la opinión de la población y las prácticas cotidianas: según datos de Unicef citados en el informe, el 95 % de los adultos considera que los niños no deberían ser castigados físicamente, aunque esto no se traduce en las prácticas habituales dentro de muchos hogares.
Para los especialistas, promover metodologías de disciplina no violenta y fortalecer el acceso a recursos de apoyo a la parentalidad -como guías prácticas y campañas de sensibilización- es clave para reducir la violencia en la crianza y construir entornos familiares más respetuosos y seguros para el desarrollo de los niños.
Recursos complementarios
- ODHV – Informe Día de la Niñez 2025 (PDF), Universidad Austral.
- Crianza Positiva: Campaña de comunicación implementada por UNICEF con el apoyo de INAIPI y CONANI para acompañar a madres, padres y cuidadores en la crianza de sus hijos e hijas, UNICEF.
- Family and Parenting Support – Global Initiative to Support Parents, Support Parents.
