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👉 Fuente: ScienceDaily
Cada vez más centros educativos están incorporando animales de terapia para apoyar el bienestar emocional, la lectura y la motivación del alumnado, especialmente en niños con necesidades educativas especiales, aunque la evidencia científica y el bienestar animal siguen siendo objeto de debate.
Una tendencia creciente en el entorno escolar
En la última semana, varios medios internacionales se han hecho eco de una práctica que gana presencia en escuelas de Escocia y otros países europeos: la incorporación de animales de terapia -principalmente perros, pero también otros animales- dentro del horario escolar. Estas intervenciones se utilizan como apoyo a programas de lectura, regulación emocional y mejora del clima escolar.
Según los centros participantes, la presencia de animales facilita que algunos niños se sientan más tranquilos, seguros y dispuestos a participar, especialmente aquellos que presentan ansiedad, dificultades de aprendizaje o problemas de conducta. En actividades de lectura, por ejemplo, leer en voz alta a un perro reduce la presión social y el miedo al error.
¿Por qué los animales pueden ayudar al desarrollo infantil?
Desde la psicología del desarrollo y la neuroeducación, se sabe que la interacción con animales puede activar respuestas de calma, reducir el cortisol (hormona del estrés) y favorecer estados emocionales compatibles con el aprendizaje. En edades tempranas, el vínculo humano-animal puede:
- Favorecer La autorregulación emocional.
- Incrementar La motivación intrínseca hacia tareas académicas.
- Mejorar La percepción de seguridad en el entorno escolar.
- Reducir La ansiedad asociada a la evaluación o al error.
Además, en contextos de educación inclusiva, estas prácticas pueden actuar como herramientas complementarias, nunca sustitutivas, del acompañamiento psicopedagógico profesional.
Lo que dice la evidencia… y lo que aún falta
Aunque los beneficios percibidos por docentes y familias son frecuentes, la investigación científica aún es limitada y desigual. Muchos estudios disponibles son de pequeño tamaño, observacionales o basados en percepciones subjetivas, lo que dificulta establecer conclusiones firmes sobre su impacto a largo plazo en el aprendizaje o la salud mental infantil.
Expertos en educación y bienestar animal señalan la necesidad de:
- Protocolos claros de intervención educativa.
- Evaluaciones rigurosas de resultados emocionales y académicos.
- Formación específica del personal escolar.
- Garantías sobre el bienestar físico y emocional de los animales.
El bienestar animal, una cuestión clave
Uno de los puntos más sensibles del debate es el cuidado y respeto hacia los animales utilizados en contextos escolares. La exposición a ruidos, contacto constante o entornos no controlados puede generar estrés en los animales si no se cumplen estándares adecuados.
Desde una perspectiva ética y educativa, los especialistas recuerdan que educar en el cuidado, el respeto y la empatía implica también proteger a los animales, evitando su instrumentalización.
Recomendaciones para centros y familias
Cuando se plantean este tipo de iniciativas, los expertos aconsejan:
- Asegurar que los animales estén certificados para intervención asistida.
- Limitar la duración y frecuencia de las sesiones.
- Supervisar siempre la interacción por profesionales formados.
- Evaluar de forma periódica el impacto real en el alumnado.
- Priorizar el bienestar del animal al mismo nivel que el del niño.
Una herramienta complementaria, no una solución única
La introducción de animales de terapia en escuelas refleja una preocupación creciente por el bienestar emocional infantil y la necesidad de entornos educativos más humanos. Sin embargo, la evidencia actual invita a la prudencia: puede ser una estrategia útil en determinados contextos, pero no sustituye políticas educativas inclusivas, recursos psicológicos ni apoyo familiar.
