La mayoría de alteraciones del sueño que se dan durante la infancia se deben a la adaptación del sueño infantil al adulto. Por supuesto, puede haber otros motivos tanto debidos a enfermedades como a situaciones particulares que también las propician.
Vamos a ver de qué es de lo que más sufre nuestro pequeño, en qué consisten estas alteraciones, qué suponen, en qué fase del sueño se dan y cómo actuar ante ellas (si podemos).
Alteraciones del sueño infantiles

Como grupos más comunes de alteraciones del sueño infantiles están las disomnias y las parasomnias.
Trastornos del sueño infantiles: Disomnias
Las disomnias afectan a la calidad, la cantidad y el horario de sueño. Pueden ser puntuales pero lo habitual es que no, momento en que pasan a denominase trastornos.

Insomnio
Se conoce al insomnio como la dificultad para irse a dormir así como la tendencia a desvelarse con dificultad para coger el sueño nuevamente.
La motivación suele ser una alteración de los ciclos del sueño, que, a su vez, puede deberse a múltiples causas como sobreestimulación, problemas en casa puntuales o habituales, sueño desestructurado
Apnea obstructora del sueño
Son ronquidos extremadamente fuertes, impropios de la edad y del sistema fonador de un infante. El síndrome se acompaña de sueño inquieto, sequedad en la boca y dificultades en la respiración.
Es importante buscar ayuda especializada, pues no es normal que los niños ronquen bajo ningún concepto; incluso en casos en los que se ha estado expuesto a mucha contaminación o se ha gritado demasiado como máximo vemos una respiración algo más notoria que se soluciona con descanso, higiene y cuidado del aparato respiratorio.
Alteraciones del sueño infantiles: Parasomnias
Las parasomnias son fenómenos anómalos que se producen durante todos los momentos del sueño. Lo alteran pero no producen el despertar siempre, de hecho, puede que nunca lo hagan, motivo por el cual es importante ir echando un vistazo para descubrir si se producen estas alteraciones.

Bruxismo
Es el rechinar inconsciente de los dientes generalmente causado por tensión. Con ello se produce un desgaste.
Por este motivo hay que ponerle solución o el esmalte dental saltará, produciéndonos sensibilidad y/o dolor al beber, comer o incluso pasarnos la lengua (lo que viene a ser convertirse en un problema de salud dental).
Habrá que dar con la razón subyacente para tratarla así como fabricar una férula de descarga y cambiar la rutina de relajación. Eso sí, debemos recordar que, si no es un episodio exagerado, puede corresponderse con momentos del desarrollo que no requieren de actuación; es algo a valorar.
Se da durante las fases de sueño profundo y profundo inconsciente.
Sonambulismo
Se trata de una secuencia de conductas complejas que se realizan cuando se está totalmente dormido, en fase de sueño profundo y sueño profundo inconsciente. Lo que todos conocemos, sobre todo de las películas, es levantarse y andar, pero no siempre es así, puede darse simplemente una incorporación o semiincorporación, realizar algún movimiento de brazos o piernas (por ejemplo, mantenerlos alzados) mantener conversaciones… El niño no recuerda absolutamente nada al despertar, ya sea en ese momento o a la mañana siguiente.

En estos casos no hay que hacer absolutamente nada al pequeño, en todo caso, devolver al peque a la cama de manera pasiva, pidiéndole que se acueste sin obligarlo. Obviamente, sí retiraremos objetos que pueda utilizar de manera peligrosa y obstaculizaremos las salidas si los paseos son prolongados o hace cosas como abrir puertas o ventanas.
En ocasiones la terapia psicológica puede funcionar, sobre todo si el niño es un poquito mayor, pero lo cierto es que en la mayoría de ocasiones la causa no se puede detectar y la alteración no se puede tratar, desapareciendo por sí misma.
Pesadillas
Sueños que se tienen en la fase REM. Producen un miedo que se retiene en nuestra memoria de manera detallada (puede que al despertar inmediatamente o incluso a mitad de sueño) o al día siguiente, olvidándolos o no con el transcurrir del tiempo. Los despertares instantáneos incluyen ansiedad y chillidos. Suelen llegar a reproducir conductas recurrentes, sobre todo si el niño sueña lo mismo a menudo.
Hay un miedo infantil con una causa subyacente que conviene conocer y tratar para que la alteración no se dilate en el tiempo o puede afectar a la calidad del sueño, convirtiéndose, así, en un trastorno.

La causa es el miedo a lo desconocido, motivo por el cual escuchar las pesadillas, las incógnitas del pequeño y trabajar con ello será esencial.
Terrores nocturnos
Incorporación súbita que generalmente se acompaña de un grito y expresión de pánico, presentándose signos de intensidad como son taquicardia, dilatación de pupilas, respiración anormalmente alta y sudoración y movimiento estereotipados. Tampoco responde a los intentos tranquilizadores, no los reconoce; es como si no estuviese en este mundo, no contacta con la realidad.
El episodio dura entre 2 y 10 minutos y tras este, el niño no recuerda lo ocurrido pues se da en fase de sueño profundo y profundo inconsciente.
No hay que intentar despertar a los pequeños en este extraño estado pero sí acompañarlos.
Jactato Capitis
Es un hábito motor de relajación que incluye movimientos rítmicos de la cabeza y/o balanceos de cuerpo completo. A veces se acompaña de sonidos guturales. Se da en la dase de adormecimiento.

De manera inmediata debemos buscar la manera de acolchar bien la cama para evitar golpes, pues los movimientos pueden ser muy fuertes y descontrolados. Habrá que buscar, también, la manera de modificar el patrón de adormecimiento, buscándolo otros métodos de relajación que no sean peligrosos.
Somniloquia
Es la generación de sonidos y gestos «vivos» (activos), impropios del sueño que realizamos estando dormidos. Hablar, llorar, reír o gritar.
Los producimos generalmente en las fases de sueño profundo y profundo inconsciente. Sin embargo, en ocasiones pueden darse en la demás, momentos que sí podríamos recordar.
Importante destacar que, aunque a veces vienen dadas por genética, en otras ocasiones son fruto de una fatiga infantil acusada, lo cual sí se puede tratar.