El acceso a la literatura infantil no empieza ni termina con los libros que tenemos en casa. Es un camino que recorremos junto a los niños, donde la familia, la escuela y la comunidad se convierten en aliados imprescindibles para abrirles las puertas a las historias, la imaginación y el conocimiento. Desde los primeros cuentos antes de dormir hasta las actividades colectivas que despiertan la curiosidad lectora, cada espacio que habitan -ya sea el hogar, el aula, la biblioteca o el parque- puede transformarse en un lugar para descubrir el placer de leer.
Con este artículo exploramos cómo distintos entornos y recursos, tanto tradicionales como innovadores, facilitan que los más pequeños no solo accedan a la literatura, sino que desarrollen un vínculo duradero con ella.
Los recursos clásicos de acceso a la literatura infantil
Si quieres que tu peque crezca beneficiándose de todo lo que la literatura tiene que ofrecer (que es muchísimo), debes conocer todos los recursos que puedes poner a su disposición y, por supuesto, hacerlo de manera equilibrada y variada.
Literatura infantil y familia
Hay muchas maneras de acercar la literatura infantil desde casa y, a mi parecer, son las mejores, si se aprovechan.

La voz de mamá como introducción a la literatura
El primer contacto que todo bebé tiene con el literato es la voz de su madre, cuando está en su interior. Con sus tonos afectivos, además de introducir al pequeño en el mundo de la lengua hablada y despertar su interés, lo tranquiliza y reconforta.
Al hablarle y cantarle, el bebé descubre estructuras y ritmos que, a base de repetirse, va entendiendo. Sabe que la lengua hablada es la herramienta comunicativa, aunque no pueda usarla «bien».
¡Tip práctico! Dedica entre 5 y 10 minutos diarios, repartidos en varios momentos (por ejemplo, durante el cambio de pañal o antes de dormir) para hablarle, cantarle o contarle pequeñas historias. No hace falta que sean cuentos completos: pueden ser nanas, retahílas, poemas cortos o incluso describir lo que estás haciendo (“vamos a poner el pijama azul, que tiene un patito y también dos florecitas…”).
Canciones de cuna; ¡con ritmo desde el nacimiento!
A continuación aparecen las canciones de cuna populares, de género poético. Estas son la segunda manera en la ofrecemos literatura al niño, otra con la que no nos damos cuenta, con la que lo conseguimos de manera natural, espontánea.
Porque, seamos sinceros, nadie piensa «Voy a cantar a mi hijo para introducirlo en el fascinante mundo de la literatura». Lo que pensamos es que vamos a entretener a nuestro peque, a intentar que se sienta protegido, a disfrutar, ambos y a ir desarrollando ese vínculo afectivo del que tanto se habla y que tan importante es.
¡Tip práctico!
- Para bebés de 0-6 meses, las nanas suaves y repetitivas son ideales.
- De 6 a 12 meses, puedes ir introduciendo cancioncillas con gestos y palmadas (tipo “Cinco lobitos”).
- A partir del año, canciones con rimas y palabras sencillas para que las repitan.
Los cuentos
Otro recurso que damos en el hogar, y que es genial lo mires por donde lo mires, es el cuento. Debemos sacarle todo el jugo porque es el que se utilizará en la escuela infantil y en preescolar, con lo que resulta un excelente puente con el hogar.
Al elegirlos adaptados a la edad, desde el nacimiento, nos aseguramos de ir creando una relación positiva con la narrativa. Esta, tiempo después, seguramente se expanda al resto de géneros, haciendo que el niño sea más predispuesto a la literatura, tanto a nivel pedagógico como lúdico.
¡Tip práctico!
- Para 0-1 año, libros blandos y con texturas.
- De 1-2 años, libros con solapas y mucho color.
- De 2-3 años, historias muy cortas con frases repetitivas.
- La clave no es la cantidad de páginas sino la frecuencia: leer todos los días, aunque sea solo 3 minutos, es más eficaz que una sesión larga ocasional.
Debido al momento en el desarrollo cognitivo y sensorial del niño, sus primeros acercamientos serán hacia:
- La ilustración (que es realmente esencial en literatura infantil). El niño carece de capacidad para descifrar la palabra escrita, pero se comienza a familiarizar con ella. Con las imágenes, además de la vista, desarrollamos la cognición.
- La manipulación de los libros. Se acostumbra al formato, lo integra en su día a día y, por supuesto, escogiendo los indicados, con texturas diferentes, favorecemos el desarrollo táctil.
- La figura del adulto. Esta resultará necesaria para poner voz a lo que el niño no puede leer. Por supuesto, cuando el papá, la mamá u otro familiar comparten este momento con el niño, se establece y refuerza la relación afectiva, sin duda, es el mejor recurso de acceso a la literatura infantil que puedes ofrecer a tu hijo.

Recursos para la literatura infantil en familia
Más tarde, es la familia, también, quien diseña y posibilita que el pequeño adquiera buenos hábitos lectores. Es en casa donde tenemos tiempo y medios para diseñar una estrategia personalizada efectiva que acerque al niño a la lectura (y cualquier otro tipo de literatura).
Podemos posibilitar un acceso a la literatura bastante completo dentro del hogar. No hace falta gastar muchísimo dinero ni volverse loco comprándole de todo.
Haz guiñoles con calcetines (¡un clásico!)
- Por qué funciona. La manipulación de personajes fomenta la creatividad y ayuda a los niños a interiorizar las historias. Al usar sus manos y dar voz a los muñecos, refuerzan la comprensión y la memoria narrativa. Es algo así como ir escribiendo lo que estudias.
- Cómo hacerlo. Coge un par de calcetines viejos y conviértelos en personajes con ojos, pelo de lana y ropa de tela. A medida que lees un cuento, haz que los guiñoles representen los personajes.
- Ejemplo real. En Indonesia, el estudio Utilization of Hand Puppets from Used Socks and Let’s Read Application as Learning Media to Improve Students’ Story-Telling Skills, que utilizó guiñoles hechos con calcetines, señaló que los alumnos mejoraron significativamente su habilidad de narrar historias en voz alta, se mostraron más participativos durante la lectura y expresaron mayor creatividad al inventar diálogos y representar personajes con los títeres.
Poemarios ilustrados y libros táctiles

- Por qué funciona. Combinan texto, ritmo y estímulos sensoriales, esenciales en bebés y niños pequeños. Facilitan la familiarización con la lengua y el concepto de libro como objeto.
- Cómo hacerlo. Lee con gestos, movimientos y énfasis con la voz, potenciando la sonoridad de los poemas infantiles. Alterna con libros de texturas para tocar hojas rugosas, lisas o con relieves.
- Ejemplo real. Uno de los recursos exclusivos de las bebetecas es el libro sensorial (de texturas), indicativo de lo adecuado que resulta en esta franja de edad.
Cómics de hermanos mayores
- Por qué funciona. Los cómics estimulan la lectura visual y el seguimiento de diálogos, y muestran que leer también puede ser divertido.
- Cómo hacerlo. Deja que ojee los cómics de su hermano mayor. Anímale a describir las viñetas y a anticipar lo que ocurrirá después.
- Ejemplo real. Un niño de 6 años empezó a inventar sus propias historietas y compartirlas en casa, reforzando vocabulario y creatividad.
Crear historias propias y juegos narrativos
- Por qué funciona. La participación activa refuerza comprensión y expresión oral, mientras que el niño interioriza la estructura narrativa y desarrolla imaginación.
- Cómo hacerlo. Usa dados, pictogramas o cuadernos mágicos para inventar historias juntos. Haced mini-teatros con una sábana de fondo o disfraces caseros.
- Ejemplo real. En estudios de animación a la lectura, niños que crean historias propias se involucran más en la lectura espontánea y muestran curiosidad por distintos géneros.

Distintos usos de los libros
- Por qué funciona. Explorar diferentes formas de leer mantiene el interés y desarrolla imaginación.
- Cómo hacerlo. Usa un poemario para recitar un día y otro para visualizarlo como cuento; elige libros con texturas o temáticas (animales, frutas) para crear historias o enseñar vocabulario; dibuja historias en un cuaderno mágico; usa barajas o dados de ilustraciones para inventar cuentos; organiza mini-teatros con sus cuentos favoritos.
- Ejemplo real. Un estudio realizado en Educación Infantil en España sobre cuentos interactivos con pictogramas encontró que estos recursos no solo mejoran la comprensión lectora, sino que también aumentan el interés de los niños por la lectura y su motivación para explorar libros por iniciativa propia.
Y como estas, tienes mil opciones más. Es cuestión de tirar de inventiva y conseguir variedad en cuanto a tipos de literatura infantil. Conocer esa pluralidad a su alcance hará que sea casi imposible que no le guste una y otra opción.
BONUS: Recursos tecnológicos modernos
Por último, debo mencionar la recepción modernas (tecnología), tan accesible hoy día gracias a la cantidad de dispositivos electrónicos de los que nos rodeamos. Al igual que nosotros ahora podemos ir al cine a ver un espectáculo de magia o un concierto 3D, los niños pueden ver una obra de teatro en la tele o dejar que sea nuestro asistente inteligente del hogar quien le cuente un cuento mientras tú descansas.
Aunque su abuso no resulta recomendable (vuelven pasivo al niño y lo aíslan), puede ser un recurso con el que la literatura tradicional pueda coexistir positivamente.
- Por qué funciona. Permiten acceso a la literatura de forma interactiva, con narración sonora, imágenes y personalización de historias.
- Cómo hacerlo. Usa apps como PlayTales, Kalandraka o Lunii para crear historias personalizadas; audiocuentos o asistentes inteligentes pueden complementar la lectura tradicional sin sustituirla.
- Ejemplo real. El estudio Audiolibros como complemento en la enseñanza de la lectura en la educación inicial utilizó audiocuentos como complemento a la lectura tradicional. Se observó que los estudiantes mostraban más ganas de escuchar historias por su cuenta, preguntaban por nuevos audiocuentos y demostraban mejor compresión de vocabulario y narraciones inferenciales cuando se combinaban audio e imagen. (Pazmiño Gómez et al., Audiolibros como complemento en la enseñanza de la lectura en la educación inicial)
Lectura infantil en la escuela
La escuela ofrece un entorno estructurado donde los niños descubren la lectura de manera guiada. Educadores, aulas y materiales didácticos profesionales se combinan para despertar la curiosidad y el amor por los libros, mientras actividades complementarias como talleres o concursos refuerzan lo aprendido en casa y fomentan un vínculo duradero con la literatura.
El papel del educador infantil
La figura del educador infantil es realmente importante al respecto, pues contamos con formación específica para hacer de cuentacuentos, para diseñar, improvisar, hacer actividades relacionadas… Además, aunque no nos podemos ni acercar a la figura afectiva que tienen los peques en sus papás, resultamos un puente muy dulce entre estos y los maestros que se encargarán de tus hijos en cursos posteriores y que no suelen estar formados al respecto (más que de manera puramente académica).
La escuela como espacio de aprendizaje y lectura
La escuela infantil ofrece, desde su propia esencia, la función instrumental del aprendizaje. Cada año que pasa, vamos distanciándonos más de ese cariz afectivo. De forma activa, busca fomentar la lectura escolar, al tiempo que participamos en su crecimiento intelectual.

Material didáctico y estrategias en el aula
Entre las estrategias para promover la literatura infantil en la escuela se cuenta con la introducción del material didáctico. Aunque este emana todas las destrezas, está muy enfocado en mantener el interés por la narración.
Ya en Primaria (y a veces, incluso, antes), también se introducen las tecnologías asociadas a la audición y a la visualización. A su vez, la literatura y relacionados se aúna en una única materia y se cursa como el resto de materias.
Más allá del aula: concursos y actividades extraescolares
En el colegio siempre suele haber alguna manera de proporcionar la lectura (o de la literatura en general); algo que vaya más allá de la asignatura Lenguaje y los libros que obligan a los niños a leer durante el curso (aunque, por suerte, se están aplicando nuevas metodologías en los últimos años).
Se otorgan novelas como premio en concursos (relacionados, o no), se realizan certámenes literarios para todas las edades y se trabajan obras a lo largo del curso (no sólo leyéndolas sino realizando actividades que se relacionen, como excursiones, visitas de autores, etc). También se incluyen actividades extraescolares de corte literario y campañas para renovar el material de biblioteca.
Ejemplos reales de programas escolares:
- Plan de Fomento de la Lectura (Ministerio de Educación de España). promueve clubes de lectura, concursos literarios y actividades de animación a la lectura para todas las edades.
- “Mochila viajera”. Proyecto que permite a los niños llevar libros a casa para leer en familia, reforzando el vínculo lector.
- Concursos literarios locales. Muchas comunidades autónomas organizan certámenes de cuentos y poesía en Primaria y Secundaria, algunos con premios de libros o entradas culturales.
Acceso a la literatura infantil: comunidad
El contexto social también tiene su papel a la hora de regular el acceso a la literatura infantil que tendrá tu hijo. En general,d estaca un gran esfuerzo, mayor cada día, en su difusión.
Hoy día también es muy fácil tener acceso a libros infantiles en la comunidad. Existen cantidad de recursos de carácter tanto local como nacional e incluso internacional, cada vez con más cabida en una sociedad plural como la nuestra.
Acceso a la literatura infantil de carácter permanente
Biblioteca
De carácter institucional existen las bibliotecas como recurso por excelencia y disponibles, en muy buena medida (el 60% de municipio de nuestro país cuenta con, al menos, una, según el INE). Salvo en aquellas que son realmente modestas, vas a encontrar todo un repertorio enfocado en el público infantil y juvenil (más cada vez). Así mismo, es habitual encontrar salas infantiles y también proyectos específicos para el público más joven, los cuales son, en su mayoría, municipales.
Las familias pueden inscribirse en la biblioteca municipal, revisar horarios y acceder a talleres semanales. Muchas bibliotecas permiten reservas online y préstamo interbibliotecario. Así, cada vez tienes más recursos y facilidades para leer gratis, en casa o fuera.
Como ejemplo real, en la Biblioteca Pública de Valencia, los niños pueden apuntarse a cuentacuentos y talleres de narrativa visual, gratuitos y con inscripción online.
Biblioteca escolar
Son mucho más modestas, pero en las bibliotecas escolares vas a dar con una cantidad enorme de libros y otros recursos acordes a las edades de los estudiantes. Destacar que, a menudo, encuentras en ellas los libros de texto y las lecturas obligatorias de los propios colegios. Además, son usadas frecuentemente por el AMPA como lugar de reunión para hacer alguna propuesta de fomento a lo largo del curso.
Centro cultural
El centro cultural, lugar que acoge todas las formas de arte, cuenta con, al menos, un espacio para la lectura. Lo normal es que disponga también, más grande o más pequeña, de una biblioteca. En su amplia oferta, es habitual que se realicen actividades culturales para niños varias veces al año.

Los centros sociales y asociaciones vecinales comparten muchos objetivos. Y, aunque, obviamente, no pueden organizar y ofrecer de todo para todo el mundo, el acceso a la literatura infantil suele ser un básico en sus instalaciones, contando, al menos, con rincones de lectura.
Acceso a la literatura infantil de carácter temporal
Vas a encontrar programas comunitarios que permiten el acceso a la literatura infantil y que son temporales (cambiando por temporada o una vez al año, por ejemplo). Aparecen fruto de un concurso o directamente como propuestas de gobierno, con eslóganes chulos y una partida presupuestaria fijada previamente por la Comunidad Autónoma.
También se hacen campañas anuales de fomento lector, tanto públicas como privadas, con objetivos específicos.
La Semana del libro y las ferias del libro también se celebran en ciertas horquillas de días anualmente. Ambos diseñan propuestas cambiantes en cada jornada, siendo diferente lo que encontramos en cada ocasión, pero teniendo siempre un huequito la literatura para niños.
❗Revisa la web de tu ayuntamiento o centro cultural. De este modo, estarás al tanto y podrás inscribirte con antelación y asistir en familia para reforzar hábitos de lectura.
Recursos actuales y alternativos para acercar la literatura infantil
Quisiera dedicar un apartado específico a aquellos recursos que enriquecen este acceso a la literatura infantil que, sinceramente, al menos en España, es más que suficiente.
Todos los que voy a mencionar podrían encajar en en la clasificación que hemos ido viendo a lo largo del texto (temporales, fijos, privados, de colegios, concursos, municipales, nacionales…).
El énfasis lo quiero poner en que son recursos más modernos, diferentes a lo básico que ya asumimos como un derecho.
Itinerantes o móviles

Para poder hablar de acceso pleno, no puedo dejar de mencionar las bibliotecas móviles, que se mueven por el territorio, acercando la cultura incluso a los puntos más recónditos.
El bibliobús es el formato por excelencia, pero no el único. Está la furgobiblio (versión más modesta), la bicibiblio e incluso se ven ya rincones de lectura en algunos trenes.
Por otro lado, tenemos los parques lectores. En ellos se instalan puestos de lectura, estantes de donación de libros o puntos de intercambio.
Tecnológicos
Incidiendo, de nuevo, en que no debemos abusar de ellos, también contamos con una muy buena cantidad de recursos tecnológicos.
- Con apps como PlayTales o Kalandraka, el peque disfruta de opciones interactivas, disfruta de ambientación sonora para las historias y cuenta con lectura guiada.
- Otras, del estilo de Lunii, permiten crear/elegir personajes, espacios y objetos, diseñando historias personalizadas.
- También las hay con actividades asociadas para hacer después del disfrute literario, como es el caso de Khan Academy Kids.
En ciertas plataformas vas a encontrar todo tipo de recursos tanto para descargar como para entreteneros juntos, intercambiar bibliotecas, ya sea con historias interactivas, cuentos con actividades, imitación de voces… Para mí, algunos sitios que deberías ojear son Mundo Primaria, Editorial Dosilustrados y Children’s Literature Spaces.
Enlaces de interés:
- Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil. Incluye acceso a algunos recursos e informa del ejercicio anual en el país. También tiene una sección de participación internacional.
- International Board on Books for Young People. Es el organismo internacional por excelencia en promoción de la literatura, dando acceso a la lectura, fomentando la creación literaria y haciendo de soporte como entidad traductora para que más títulos puedan leerse en todo el mundo.
Los podcasts del momento son el clásico Cuentos infantiles cortos y, como recomendación personal, Storynory. Las historias están narradas por profesionales, despertando el interés del peque y consiguiendo mantener su atención hasta transportarlo (y, a veces, a los adultos también, la verdad).
Colaborativos
Son iniciativas que nacen del trabajo en comunidad y que funcionan gracias a la participación activa de familias, docentes, asociaciones o colectivos culturales. Su objetivo no es solo acercar libros, sino también generar vínculos y experiencias compartidas.
Entre ellos encontramos las cajas de libros ubicadas en espacios públicos para libre intercambio, las mochilas viajeras escolares que los niños llevan a casa para leer en familia (que ya hemos mencionado), o los clubes de lectura, donde se comparten opiniones y reflexiones en grupo. También están los proyectos de intercambio de libros con duración limitada, ideales para dinamizar barrios o centros educativos en temporadas concretas.
Dentro de estas propuestas, cobran un papel especial las actividades vivenciales como los talleres de animación a la lectura, donde se exploran historias a través de juegos, dramatizaciones o manualidades y los cuentacuentos en festivales culturales, que transforman cada narración en una experiencia única y festiva.
Inclusivos y emocionales
En este tipo de recursos, el foco está en crear experiencias de lectura que no solo estimulen el aprendizaje, sino que también favorezcan la inclusión, el bienestar emocional y la conexión afectiva con los libros.
Las bebetecas son cada vez más comunes, enfocándose en el desarrollo de los niños de 0 a 3 años (y recalcando, de nuevo, esa importancia de las imágenes en literatura que comentaba antes). Las encontramos, habitualmente, compartiendo instalaciones con las bibliotecas. En ellas descubrimos espacios en el suelo bien acondicionados, libros blandos, libros de hábitos, disfraces, peluches, muñecos articulados, sonajeros, pizarras…

Instalar una bebeteca en el centro de salud o biblioteca pública es una idea estupenda que, poco a poco, vamos encontrando cuando visitamos nuestros servicios públicos que, sin duda, mejora la experiencia. En lo privado es algo bastante más común (véase, por ejemplo, el caso de los dentistas o los gimnasios).
Junto a estas, encontramos iniciativas cada vez más originales que aportan un valor emocional único, como:
- La lectura con perros. Fomenta la confianza lectora y reduce la ansiedad, y resulta espectacular como opción para niños con TEA.
- Los cuentos en hospitales, pensados para hacer más llevadera la estancia de los pequeños pacientes.
- También se incluyen aquí los cuentacuentos inclusivos, que adaptan las historias a lengua de signos, lectura fácil o braille, asegurando que nadie se quede fuera de la experiencia literaria.
Jornadas literarias
Son eventos puntuales que giran en torno a la literatura (aunque, por lo general, se centran en los libros) y que pueden tomar formas muy variadas según la creatividad de quienes las organizan.
Suelen diseñarse en colegios, bibliotecas, centros culturales o espacios comunitarios, y reunir en un mismo lugar actividades como cuentacuentos, presentaciones de autores, concursos, talleres de escritura creativa, dramatizaciones, juegos literarios o exposiciones temáticas.
Muchas veces van un paso más allá. Pueden incluir la participación de ilustradores, narradores orales, librerías locales y editoriales independientes, lo que enriquece la experiencia y convierte la jornada en una auténtica fiesta de la palabra.
Pueden enfocarse en un público infantil, familiar o mixto, y adaptarse a objetivos concretos: acercar a los niños a un género determinado, celebrar efemérides como el Día del Libro o crear un vínculo más fuerte entre la comunidad y su biblioteca.
❗Cómo aprovecharlo. Inscribirse siempre considerando edad y temática. En ocasiones, ofrecen acceso a contenido descargable para que el niño continúa disfrutando una vez terminado el evento.
Herramientas y estrategias creativas para fomentar la lectura desde casa y la escuela
Más allá de elegir un buen cuento o tener una biblioteca bien surtida, hay muchas formas de convertir el momento de lectura en algo especial. Aquí te comparto algunas estrategias de lectura en casa y en el aula que puedes adaptar fácilmente según la edad del niño y el entorno.
Lectura dialogada: hablar mientras se lee
No se trata solo de leer en voz alta, sino de hacer pausas para comentar lo que sucede en la historia, hacer preguntas, invitar a imaginar lo que pasará después o conectar lo leído con vivencias reales.
Esta forma de leer en conjunto potencia la comprensión, el vocabulario y, sobre todo, el vínculo emocional con los libros. Es una de las actividades para fomentar la lectura más sencillas y eficaces.
Cuentos manipulativos o sensoriales
Puedes recrear cuentos con materiales como plastilina, fieltro, muñecos o tarjetas con imágenes. Esto es ideal para niños más pequeños o para quienes necesitan estímulos adicionales. La experiencia multisensorial convierte la lectura en algo tangible y memorable.
Teatralizar lo que se lee
Dramatizar cuentos con disfraces, marionetas o simplemente actuando las escenas es una forma maravillosa de que los niños se involucren activamente con las historias. Puedes organizar mini funciones en casa o en clase, ¡aunque sea con una sábana por telón!
Les ayuda a desarrollar la expresión oral, la empatía y el trabajo en grupo.

Crear cuentos con pictogramas o dibujos
Una opción genial para niños que están comenzando a leer o que tienen dificultades de comprensión. Puedes adaptar cuentos conocidos usando pictogramas (hay muchos recursos gratuitos online) o animarles a crear sus propias historias ilustradas.
Es un recurso inclusivo, creativo y muy motivador. Además, facilita la personalización.
Cuentos que invitan a pensar: fomentando la lectura crítica desde pequeños
No todos los cuentos tienen que ser solo para entretener. Algunos pueden convertirse en herramientas para que los niños desarrollen pensamiento crítico, capacidad de análisis y habilidades para tomar decisiones. Introducir este tipo de lecturas desde pequeños no solo mejora su comprensión lectora, sino que les ayuda a interpretar el mundo que les rodea.
Por qué funciona:
- Permite que el niño cuestione lo que lee y lo relacione con su propia experiencia.
- Desarrolla empatía al ponerse en los zapatos de los personajes.
- Estimula la creatividad y la resolución de problemas al imaginar diferentes finales o soluciones.
Cómo hacerlo en casa o en la escuela:
- Cuentos con finales abiertos
- Después de leer, pregúntale: “¿Qué crees que pasará ahora?” o “Si fueras el personaje, ¿qué harías?”
- Esto convierte la lectura en un diálogo activo, y el niño deja de ser un receptor pasivo.
- Historias con dilemas morales o decisiones difíciles
- Cuentos donde un personaje debe elegir entre varias opciones enseñan a los niños a evaluar consecuencias y reflexionar.
- Ejemplo: “El lobo que aprendió a no mentir” o “La princesa que debía compartir su tesoro”.
- Comparación y contraste
- Leer dos cuentos con temáticas o problemas similares y preguntar: “¿Qué personaje te parece más valiente? ¿Por qué?”
- Esto ayuda a desarrollar juicio propio y vocabulario para expresar opiniones.
- Preguntas que invitan a pensar más allá del cuento
- “¿Por qué crees que el autor eligió este final?”, “¿Qué hubiera pasado si la historia ocurriera en tu ciudad?”
- Estas preguntas conectan la ficción con la realidad del niño, fomentando reflexión y pensamiento crítico.
❗Tip práctico. Dedica 5 minutos al final de cada cuento para comentar, preguntar y debatir con el niño. No es necesario que tengan todas las respuestas correctas: lo importante es que aprendan a pensar y a expresar sus ideas.
❗Beneficio a largo plazo. Los niños que practican la lectura crítica desde pequeños tienden a tener mejor comprensión lectora, más creatividad y habilidades de resolución de problemas, además de mayor curiosidad y gusto por explorar distintos géneros literarios.
Cuadernos de lectura creativa
Olvidemos por un momento las típicas fichas de resumen y optemos por propuestas más divertidas: inventar un nuevo final, dibujar una escena distinta, escribir una carta a un personaje o imaginar que el cuento ocurre en otro lugar.
Son recursos para fomentar la lectura con enfoque lúdico, ideales para mantener la motivación.
Escuchar cuentos (y grabarlos)
Los audiocuentos son una excelente opción para disfrutar de la literatura sin necesidad de leer en papel. Hay podcasts, canales de YouTube e incluso apps para escuchar cuentos narrados. También puedes grabarte con tu hijo contando un cuento y escucharlo luego como si fuera una historia compartida por la familia.
Esta es una de esas estrategias de lectura en casa que crea recuerdos.
Crear un rincón de recomendaciones
En el aula o en casa, un espacio donde niños y adultos recomienden libros a los demás refuerza la autoestima lectora y genera un ambiente de intercambio.
Basta con colocar las portadas favoritas con una frase tipo “este me hizo reír mucho” o “me gustó porque me recordó a…”.

Retos y calendarios de lectura
Una excelente forma de motivar sin presión. Puedes proponer retos como “leer un libro con un animal”, “uno con portada azul” o “una historia ambientada en otro país”. También puedes hacer un pequeño calendario mensual de lectura en familia.
Es divertido, participativo y fomenta el hábito sin imposiciones.
Cajas de lectura temática
Consiste en crear una cajita con uno o varios cuentos sobre un tema (el miedo, la amistad, los colores, la selva…) y añadir algún objeto relacionado (una linterna, un espejo, una pelota).
Son fáciles de hacer, muy atractivas para los niños y pueden circular entre las familias o usarse como rincones en el aula.
En definitiva
El acceso a la literatura infantil no depende de un solo agente, sino de la conexión entre familia, escuela y comunidad. Cada uno aporta su mirada, sus recursos y su forma de acercar este arte a los pequeños. La clave está en unir esfuerzos: que en casa haya momentos de lectura compartida, que en el colegio se fomente la curiosidad y que en la comunidad se generen espacios y actividades que inviten a descubrir nuevas historias y compartir experiencias.
Cuando todos los entornos trabajan juntos, los niños no solo leen. También que se sienten parte de un mundo lleno de palabras, ideas y personajes que los acompañarán toda la vida. Y ahí, sin duda, es donde nace un verdadero lector.
❤️✨Mi propuesta: Esta semana, elige un libro que nunca hayas leído en familia y compartidlo juntos: verás cómo la magia de la lectura conecta a todos.