Hoy día todos sabemos que gestar a un bebé tiene sus riesgos y que es importante cuidarse para que su desarrollo sea perfecto. No nos sorprende, por tanto, saber que existen ciertos alimentos prohibidos durante el embarazo, que son precisamente los que te queremos presentar hoy.
¿Qué alimentos prohibidos en el embarazo debo tener presente?
Es cierto que hay una serie de alimentos prohibidos en el embarazo. Por unos y otros motivos, estos no pueden formar parte de tu dieta, pues repercuten negativamente en el desarrollo del embrión/feto.
En cualquier caso, debes saber que estos nueve meses no van a ser un suplicio; la dieta de una embarazada no es más que un conjunto de directrices que abogan por una alimentación equilibrada, suficiente, una hidratación abundante y el destierro de algunos malos hábitos.
Alimentos crudos
Cualquier alimento proteico debe cocinarse por completo, no importa si hablamos de carne, pescado o incluso de los huevos.
Esto significa que nos tenemos que olvidar, por una buena temporadita, de huevos poché, de ceviche, de sushi, sashimi, carpaccio, pescados marinados…

Ni siquiera el jamón serrano ni los demás embutidos curados, los salazones o los ahumados están permitidos durante el embarazo.
En cuanto al embutido, si pasas la prueba de la toxoplasmosis (que te aconsejo muchísimo que te hagas) o ya has pasado la enfermedad, podrás tomarlo si previamente lo congelas, al menos, por debajo de los -22ºC. Es una faena pero te servirá para poder llevar una dieta un poquito más variada.
Mucho ojo también a las salsas caseras hechas con huevo (César, mayonesa), los ponches, las masas crudas, el tiramisú…
Tampoco es momento para los brotes crudos (alfalfa, edamame), por muchos beneficios que nos puedan aportar.
Mención especial, aunque se desprende de todo esto, es la de los poke bowls, que tan de moda están. Recuerda que lo habitual es que lleven el pescado crudo y, a menudo, también se salpican con brotes.
Finalmente, toca incluir aquí también el que para mí fue uno de los grandes problemas del embarazo: el paté. Depende de lo que llamemos paté, es decir, de cómo y con qué se haga realmente, pero si atendemos al de verdad, no, no puedes tomarlo.
Alimentos poco cocinados
El fiambre debe estar cocido a más de 71ºC, de manera que el jamón dulce, las salchichas y demás tampoco son aptas para comer durante el embarazo si no les das un sartenazo previo. Sea como sea, por su calidad, yo, sinceramente, los retiraría de mi dieta, pues son una de las principales fuentes de listeriosis.
Vigila también la carne de caza, que a menudo acostumbramos a cocinarla a temperatura demasiado baja.
Los huevos deben cocinarse hasta que la yema se haga por completo, mínimo 10 minutos a máximo hervor.
Alimentos sin lavar
No deberíamos ni mencionarlo pero, sinceramente, la mayoría comemos cosas sin lavarlas previamente. Yo, por ejemplo, peco con los tomates y muchas frutas, que tampoco pelo.
Estos alimentos no están prohibidos como tal. Lo que no nos está permitido es ingerir los residuos de productos pesticidas, insecticidas y demás que en ellos se encuentran y que son altamente reactivos y fatales para el desarrollo del sistema nervioso central del feto.
Pescados y mariscos voluminosos

A mayor tamaño tenga un pez, más se alimenta de otros chiquitos. Por otro lado, tenemos un grave problema de vertidos en nuestros mares, con una cantidad de metales pesados que ni imaginamos. Estos se acumulan en los tejidos de esos peces, más cuanto mayores son.
Por este motivo, tomar piezas grandes, depredadores y, en general, especies propensas a la bioacumulación de cadmio o mercurio, como lo son la tintorera, el atún rojo, el lucio o el pez espada, supone que estemos comiendo, sin darnos cuenta, metales.
Por supuesto, si te decantas por pescado de piscifactoria, borras de golpe y plumazo este problema.
Quesos no pasteurizados
No tomes ningún queso, ni ningún lácteo en general, que no sea fruto de un proceso de pasteurización. Esto se hace para ralentizar la putrefacción, asegurar el consumo y que el alimento dure más tiempo a base de aniquilar bacterias y reducir la actividad enzimática.
De manera generalizada, los quesos suaves como el cottage o la mozarella así como el queso blanco son seguros. Los demás, depende.
A día de hoy, la inmensa mayoría de queso loncheado, incluso el curado, se ha pasteurizado, pero eso no significa que sea el caso de todos. Eso sí, en cuanto te fijes un par de veces en el supermercado ya sabrás cuáles están permitidos y cuáles no.
¡Ah! Y aunque los veas «blandos», los quesos cremosos como el brie o el Camembert suelen ser de los alimentos prohibidos durante el embarazo. Peor, por supuesto, te animamos de nuevo a que revisen si se han pasteurizado o no.

Así mismo, los quesos mohosos, por lógico motivo, tampoco podrás catarlos. ¡Ah! Y pregunta en tu charcutería si eres de comprar el queso ahí pues en estos casos si es más habitual que vendan piezas sin pasteurizar.
Cafeína y otras -inas
Todas las -inas son inadecuadas durante la etapa de gestación. ¿Hasta el punto de ser alimentos prohibidos durante el embarazo? Bueno, maticemos.
Si me preguntas a mí, cafeína y taurina deberían desaparecer. Y al hablar de ellas me refiero en su dosis convencional, ya sea en un café o en una bebida energética. ¿Significa eso que no te puedas tomar un rollito de canela y café? Por supuesto que no.
Después tenemos la teína que, más de lo mismo, no podemos comparar el beber cinco infusiones de té negro al día a tomar una dosis de té frío diluido en agua con frutas.

Alimentos preparados
Hay ciertos alimentos preparados que no debes tomar. Me refiero a todos aquellos que son «too go», entre los que destacan las ensaladas y los sandwiches. Parecen una solución rápida para momentos particulares pero lo cierto es que, por lo que ya hemos ido viendo, no resultan seguros.
Y es que, no podemos dejar de recordar que incluyen tanto proteínas como vegetales que no se han preparado expresamente para que los pueda tomar una mami embarazada.
Grasas malas
No es que se prohíban tajantemente. Sin embargo, son dañinas, y bastante; no hace falta estar encinta para que repercutan negativamente en nuestro organismo.
Las grasas saturadas y las monoinsaturadas son las más perjudiciales para el bebé. Eso sí, no en todos los casos de consumo de estas por parte de la madre se muestran efectos negativos. Pero, sí, los hay, especialmente relacionados con el desarrollo inmunológico.
Alcohol
Por supuestísimo, aunque no lo es, incluimos el alcohol como uno de los alimentos prohibidos durante el embarazo, ¡por si acaso!
Sus efectos, nocivos para cualquier adulto, son catastróficos para el feto. De hecho, su afectación se da a todos los niveles, físico y psíquico.