Aunque existen otras, hay una serie de alteraciones en el crecimiento que son más frecuentes (por decir algo, pues tampoco es que lo sean mucho) que se deben conocer para, en cuanto notemos algún signo, dar la alerta.
Hasta los 5 o 6 años las diferencias en el crecimiento dependen de factores como la nutrición, el modo en que alimentamos al peque, el medio y de la atención sanitaria, siendo secundarios los factores genéticos y los étnicos.
El aumento de peso y talla según los percentiles es el mejor indicador de que el niño goza de una buena salud al respecto. Hasta los 3 años, de hecho, se deben hacer revisiones periódicas en el pediatra para corroborar que todo va como debería o, en el caso de no ser así, hacer un diagnóstico precoz y, de poderse, poner solución a la situación tan pronto como sea posible.
Las alteraciones en el crecimiento
Las cinco alteraciones en el crecimiento que debes conocer porque no sería descabellado que se den en un bebé son:
Retraso del crecimiento intrauterino (RCIU)
Se da un tamaño inferior general del feto en el útero. El bebé tendrá un peso bajo al nacer y más probabilidad de sufrir algunos problemas de salud durante la gestación y tras nacer. Entre estos se encuentran dificultad para manejar el estrés durante el nacimiento, mayor riesgo de nacer sin vida, bajos valores de azúcar en sangre, baja resistencia a las infecciones, dificultad para mantener la temperatura corporal o una alta cantidad de glóbulos rojos.
El motivo es placentario aunque a veces ocurren, simplemente, defectos de nacimiento. El origen, en ambos casos, puede ser, inferidos por las circunstancias que vive la madre:
- Elevada presión arterial.
- Sufrimiento de una infección.
- Sufrimiento de enfermedades de corazón o riñón.
- Mantenimiento de malos hábitos como el tabaquismo o el consumo de alcohol.
- Toma de medicamentos.
Talla baja
Es la circunstancia en la que los niños miden menos de lo debido a que se tiene una deficiencia en la producción de la hormona del crecimiento. Se puede tener una glándula pituitaria pequeña, generar resistencia a la hormona, que las células no generen bien o lo suficiente.
Se da por:
- Retraso en la talla constitucional. Los niños son más pequeños porque su maduración es más lenta. No sufren RCIU generalmente sino que nacen con talla normal pero van desacelerando la velocidad de crecimiento a partir de los 6 meses habitualmente. La curva de crecimiento se debería estabilizar antes de los tres años.
- Retraso en la talla familiar. Es lo más habitual. La carga genética determina el retraso. Esto es, alguien en la familia tendrá talla baja (tanto como patología diagnosticada como, simplemente, unos centímetros menos de lo «convencional»). También puede que se haya sufrido de talla baja en la infancia y de adultos no se dé (que hayan tenido retraso en la talla constitucional).
- Privación psicosocial. Hogares disfuncionales en los que se de una falta de afecto, generalmente con padres ausentes (alcohólicos, drogadictos, separados o con enfermedades psiquiátricas) y/o se produce maltrato físico (abusadores) propician la talla baja. Esto se debe a que los niños terminan sufriendo alteraciones del sueño y teniendo una inadecuada conducta alimentaria.

Gigantismo
Un tumor benigno en la glándula pituitaria hace que se produzca un exceso de hormona del crecimiento y, por ende, que el niño crezca más.
Destacan el tamaño de manos y pies, de la mandíbula, sus labios son más gruesos y los dientes se separan. También puede darse una cantidad exagerada de sudor.
Lo positivo es que generalmente se puede tratar, eso sí, mediante cirugía, para extirpar el tumor y que este deje de propiciar la producción de la hormona. También se puede aplicar irradiación o probar un tratamiento medicamentoso, aunque estas soluciones no suelen ser tan exitosas.
Síndrome de Marfan
Es un trastorno hereditario de afectación del tejido conectivo. En este caso el niño es muy alto pero bien delgado y con extremidades larguísimas.
Se puede llegar a afectar la arteria aorta, agravando la situación. De ser así, se darán medicamentos que mantengan baja la presión. A veces incluso se hace una cirugía preventiva para asegurar el buen estado de esta pues el individuo puede correr riesgo de muerte.
Obesidad
Es frecuente en los lactantes pero cada vez se ve más en niños más mayores tanto que se ha llegado a considerar situación alarmante por la OMS.
Pubertad precoz
Se dan caracteres sexuales secundarios a una edad demasiado pronta (antes de los 8 o 9 años según sea niña o niño). Se desarrollan los senos y aparece vello en axilas y pubis y, en el caso de las chicas, aparece también antes la menstruación.
Continúa con un cierre precoz de los los cartílagos óseos debido a la maduración acelerada de los huesos.
Se da por secretar hormonas hipofisarias o por la producción de estrógenos en los ovarios.
Su tratamiento pasa por bloquear los receptores de estimulación de hormonas, lo cual se hace mediante inyecciones.
Como ves, sólo en algunos casos existe tratamiento. Es por ello que la prevención y la puesta en antecedentes del especialista que lleve tu embarazo, así como la incorporación de buenos hábitos y la correcta educación emocional hacen posible que no se den o agraven estas alteraciones en el crecimiento.