Durante el embarazo te van a hacer varias pruebas. La inmensa mayoría son rutinarias, de control, pero hay algunas, como el examen de amniocentesis, que tiene un objetivo específico.
¿Qué es la amniocentesis?
La prueba de amniocentesis consiste en el estudio del líquido amniótico que se encuentra dentro de la placenta y sobre el que se encuentra el feto. En él hay células con importante información.
Se trata de un procedimiento invasivo, aunque no demasiado, que nos permitirá conocer si existen algunos defectos congénitos, trastornos genéticos y más problemas de salud . Se incluyen as enfermedades de Tay-Sachs o de células falciformes, defecto del tubo neural, fibrosis quística o Síndrome de Down así como infecciones en general. También se puede llevar a cabo para conocer cómo se está dando el desarrollo pulmonar.
Sus resultados son bastante precisos pero sólo de diagnóstico. De hecho, en caso de aparecer cualquier problema de los mesurables, no existe tratamiento para este. Así, en nuestro país, este examen sólo tiene sentido de cara a interrumpir el embarazo si se desea.
Es importante señalar también que, en cualquier caso, no se puede hacer una detección de todas las patologías.

¿Cuándo me van a hacer este examen?
Si nadie te ha comentado al respecto no debes preocuparte, no se han olvidado. Lo que ocurre es que este examen se realiza sólo en algunos casos, no se lleva a cabo en todas las embarazadas. ¿Te corresponde a ti? Veamos las situaciones que deben darse para que te lo pidan.
- Si el historial médico incluye antecedentes de enfermedades genéticas y cromosómicas.
- Cuando has padecido varios abortos espontáneos.
- Si ya tienes un hijo con enfermedad cromosómica, genética o metabólica.
- A toda aquella mujer mayor de 35 años.
- Si una ecografía da lugar a dudas sobre la normalidad de la anatomía del feto las cuales hagan sospechar que se pueden deber a anomalías cromosómicas.
- En embarazos que dan positivo en el triple test (el cribado de cromosopatías que se realiza con el primer análisis de sangre y primera ecografía).
Si no se dan estos supuestos no te van a realizar esta prueba en la Seguridad Social. Puedes hacerla por privado (donde, ya de paso, mirarán el sexo de tu bebé).
Eso sí, debes tener en cuenta que, aunque son mínimos, existen ciertos riesgos, especialmente el de aborto y el de inmunización de la mamá. Es por ello que, de no existir antecedentes o sospechas, no se realiza.
En caso de que sí, esta se llevará a cabo entre las semanas 15 y 20 salvo en aquellas situaciones en las que la probabilidad de ocurrencia de algún problema sea alta; en tal caso el examen se hará a la mayor brevedad y será sobre las vellosidades coriónicas. Saber que este conlleva más riesgos que la amniocentesis.
Procedimiento amniocentesis
La duración de la prueba es muy corta, de unos 15 minutos como máximo; recordemos que se trata de una extracción.
En una mesa de exploración, el especialista aplicará un adormecedor de la zona utilizará un transductor en el abdomen para aplicar ultrasonido, buscando descubrir la posición del feto y decidir con ello de dónde tomar la muestra de líquido amniótico. Se inserta una aguja con cánula que se llevará consigo, en un único pinchazo, la muestra. Tras ello se comprueba el ritmo cardiaco del pequeño.
Es algo incómodo y puede que notes calambres. Además, si el examen se realiza prontamente necesitarás haber vaciado la vejiga o las molestias serán mayores o incluso se imposibilitará la extracción por una mala colocación del útero.