La detección de un caso CIR es, a menudo, muy angustiosa. Además, requiere de actuaciones adicionales y de un control exhaustivo que será el que permita tomar decisiones cruciales. Pero… ¿Qué son los bebés CIR?
Veremos hoy que estas siglas no son más que referencia a una situación complicada que padece el feto durante el embarazo. Pero, también, cómo puede afectar en su futuro y, lo mejor, las maneras que existen de prevenir y tratar sus posibles consecuencias buscando revertirlas.
¿Qué es exactamente un bebé CIR?
CIR resulta acrónimo de «crecimiento intrauterino restringido». Por tanto, los bebés CIR son aquellos que crecen en el útero de su mamá de una manera más limitada, condicionada por esa restricción. Este crecimiento puede, incluso, llegar a detenerse. En cualquier caso, se considera como tal a cualquier feto que se encuentra por debajo del percentil 3 de la curva de crecimiento correspondiente al momento de gestación.
Dicho sea de paso, aquellos niños que se encuentra entre los percentiles 3 y 10, que también son bajitos, se consideran fetos pequeños. También se revisa con especial mimo su situación, pero las consecuencias postparto no son severas ni pronunciadas como en el caso de un feto CIR; en la mayoría de los casos, no se dan o se solucionan rápidamente.
Importante destacar que esta condición se presenta más a menudo de lo que podemos imaginar, estando presente entre en un 8 y un 10% de los embarazos. Por supuesto, de estos, con un diagnóstico temprano, son muchos menos los niños, y después adultos, que quedan marcados con secuelas severas.

Causas bebés CIR, ¿qué ha podido ocurrir?
El retraso en el crecimiento se suele deber, casi siempre, a que la placenta no funciona bien. Ello dificulta que el peque reciba oxígeno y alimento. Esto puede ocurrir por absoluta casualidad pero también derivado de una situación que, con un poco de suerte, podrá ser tratable.
Algunas condiciones que pueden derivar en la ocurrencia de bebés CIR son:
En el caso del propio feto:
- Gestación múltiple.
- Anomalías en el cromosoma.
- Anomalías congénitas de cualquier tipo.
- Enfermedades metabólicas.
- Infecciones congénitas.
Factores relacionados con la mamá:
- Su propia edad, siendo riesgoso un embarazo antes de los 16 años o bien después de los 35.
- Padecimiento de algunas enfermedades previas al embarazo que no se pueden curar, como diabetes o hipertensión.
- Embarazos consecutivos en menos de 6 meses.
- Consumo de tóxicos como el tabaco, las drogas, el alcohol o medicación particular.
- Infecciones que se adquieren en el embarazo.
Diagnóstico crecimiento restringido
La medida del feto que se consigue en una sencilla ecografía sirve para diagnóstico. Cuando los fetos son muy pequeños (la primera ecografía te la hacen en la semana 11 o 12), miden prácticamente lo mismo. Tanto es así que son capaces de decirte incluso qué día se concibió.
Si hay una diferencia notable entre lo que debe medir y lo que mide, hay un problema y tiende a ser este. Piensa que 5 mm en el mes 7 no son lo mismo que en el 3; una medida dispar precoz es señal de alerta, pues todos los fetos de, siguiendo con el ejemplo, 12 semanas, miden lo mismo (+-1mm). Si en tu eco la diferencia es de 1 mm, vale, pero si es de 5…
Además, también se obtiene el perímetro craneal, con lo que se puede conocer no sólo el peso sino el volumen de las partes del peque y, con ello, su normalidad o anormalidad.
Tras esta, se realizan otras pruebas que sirven para averiguar cuál puede haber sido la causa. Estas son una analítica completa de infecciones, una amniocentesis, que analiza el líquido amniótico para detectar anomalías y el estudio Doppler, para analizar el flujo sanguíneo de la placenta.

Seguimiento bebé crecimiento intrauterino restringido (o retardado)
El bebé se someterá a controles de crecimiento y estudios Doppler de manera asidua, puede que, incluso, a diario en los casos más graves.
En función de la información que se vaya obteniendo y del progreso, se consensuará, entre la mamá y el equipo de perinatología, el fin de la gestación de manera prematura, provocando el parto.
La posibilidad de afectación de órganos importantes obligará a que se continúe con un seguimiento más marcado de lo habitual y, en función de las afectaciones que haya sufrido el pequeño, se propondrán diferentes tratamientos y pautas.
Por supuesto, todo problema derivado de esta situación se tratará con los especialistas correspondientes (véase hipertensión, diabetes…). A cualquier familia de un bebé CIR se le recomendará optar por la lactancia materna exclusiva, inculcar hábitos de vida muy saludables y recurrir a la estimulación temprana.
¿Qué consecuencias puede pertenecer al grupo de bebés CIR a largo plazo?
El crecimiento intrauterino restringido no termina en el parto. Aunque muchos bebés evolucionan bien, alcanzando la normalidad, otros, especialmente si nacen con peso muy bajo o en situación de restricción severa, pueden desarrollar complicaciones que afectan su desarrollo, salud metabólica y calidad de vida a largo plazo, puede que para siempre.
Retrasos en el desarrollo neurológico y cognitivo
- Dificultades de aprendizaje.
- Problemas de atención o concentración.
- Riesgo mayor de parálisis cerebral.
- Coeficiente intelectual bajo.
Problemas de crecimiento
- Recuperación incompleta del peso o la talla.
- Talla baja definitiva si no hay repunte antes de los 2 años.
Riesgo metabólico y cardiovascular
- Hipertensión arterial desde la infancia.
- Obesidad abdominal.

- Resistencia a la insulina.
- Mayor probabilidad de sufrir diabetes tipo 2.
- Mayor probabilidad de padecer enfermedades del corazón.
Trastornos emocionales y conductuales
- Baja autoestima.
- Problemas de socialización.
- Ansiedad y/o depresión en la infancia o adolescencia.
¿Por qué ocurren estas complicaciones en los bebés CIR?
Las secuelas del CIR se explican por las adaptaciones que realiza el bebé durante el embarazo para tener mayor posibilidad de sobrevivir.
- Prioridad de órganos vitales. El feto prioriza el desarrollo del cerebro y corazón, dejando otros sistemas menos desarrollados, lo que supone que no se especialicen tan bien y, por ende, funcionen peor.
- Falta de nutrientes y oxígeno. Afecta directamente el crecimiento de órganos como el riñón, páncreas o sistema inmune. Igualmente y como nos ocurre cuando estamos en déficit calórico, ante la falta de nutrientes, el bebé deja de crecer. Respecto al oxígeno, su baja presencia causa, entre otros, daños cerebrales y nerviosos, además de desarrollar tejidos de peor calidad.
- Inflamación y estrés oxidativo. Dejan huellas que alteran la función de órganos incluso en la vida adulta.
¿Se pueden prevenir estas consecuencias?
Sí, muchas complicaciones se pueden reducir, revertir o incluso evitar con un buen seguimiento médico y ciertas actuaciones a tiempo. Sin embargo, a veces, incluso con prevención, las consecuencias de un bebé CIR le acompañan para siempre. Pueden darse ambos extremos.
Sea como sea, veamos cuáles son las maneras más adecuadas, en términos generales, de abordar las particularidades que estos pequeños pueden presentar.
👶 En el recién nacido
Lo primero, principal y esencial que debes hacer incluye:
- Nutrición adecuada desde el nacimiento. Esto implica dar leche materna o de alta calidad si es en polvo. En este último caso, ser estrictos con las indicaciones de preparación que te dé un médico, no el fabricante.
- Revisión del crecimiento (peso, talla, perímetro craneal) constante y profesional. Tomar medidas de manera mucho más asidua permite a los expertos abordar problemas mucho antes. Así mismo, se debe ir constatando que las acciones que se hayan puesto en práctica están funcionando o no.
- Cribado de alteraciones metabólicas y neurológicas. Resulta una manera sencilla y eficaz de detectar ciertos problemas de manera muy prematura.
👦 Durante la infancia y adolescencia
Con el transcurrir de los años, y sin pausa, tu peque deberá recibir atención variada de diversos especialistas y, por supuesto, de sus padres, abuelos, hermanos y cualquier adulto que vaya a formar parte de su vida.
- Estimulación temprana. Existen múltiples maneras de abordar habilidades básicas como el lenguaje, la motricidad, la atención…
- Evaluaciones endocrinas. El endocrino seguramente sea vuestro mejor amigo durante años. Además de realizar un seguimiento exhaustivo y darte algunas pautas clásicas, si no hay repunte del crecimiento, se valorará administrar hormona del crecimiento.
- Prevención cardiovascular. La adquisición de buenos hábitos, especialmente los encaminados a prevenir enfermedades cardiovasculares serán de gran importancia (según el caso, de hecho, las más importantes). No te van a decir nada que no hayas escuchado ya: alimentación saludable, ejercicio habitual, evitar sedentarismo y sobrepeso…
💊 ¿Cómo se tratan las secuelas si aparecen?
Aquí tienes un resumen según la complicación (las más frecuentes):
🧠 Complicación | 🩺 Tratamiento recomendado |
---|---|
Talla baja | Hormona del crecimiento si no mejora tras los 2 años |
Retraso del desarrollo | Estimulación temprana general y específica, sesiones de psicomotricidad y logopedia |
Problemas escolares | Apoyo escolar y neuropediatra |
Riesgo metabólico | Dieta, actividad física, control médico y medicación |
Trastornos emocionales | Psicoterapia infantil y/o familiar |
Preguntas frecuentes sobre los bebés CIR
Está situación además de peligrosa, puede dejar huella. Sin embargo, un diagnóstico precoz, controles periódicos y cuidados integrales pueden cambian radicalmente el pronóstico. Y aunque hay muchos finales perfectos, nuestro interés como adultos debe ser mejorar la calidad de vida de los bebés CIR, alcanzando la normalidad y buscando su mayor felicidad, que a veces cuesta encontrarla en situaciones tan particulares.