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👉 Fuente: El Periódico
La experta en bioética Núria Terribas reflexiona sobre si los niños adoptados y los nacidos mediante donación de gametos deberían tener derecho a conocer sus orígenes biológicos, una discusión con implicaciones éticas y sociales para familias, educadores y políticas públicas.
La posibilidad de que las personas nacidas por donación de óvulos o esperma puedan conocer su origen biológico —es decir, quién fue la persona que aportó el material genético— se ha convertido en un tema de debate en bioética y derecho. Para Núria Terribas, jurista y especialista en bioética con casi 30 años de trayectoria, tanto el derecho de los niños adoptados como el de los concebidos por donación a conocer sus orígenes plantea dilemas éticos profundos sobre identidad, verdad y autonomía personal.
Terribas, quien ha sido vicepresidenta del Comité de Bioética de Cataluña y dirige la Fundación Víctor Grifols i Lucas, plantea que la ética familiar y social actual obliga a cuestionar por qué algunas personas pueden acceder a su historia biológica y otras no, y qué efectos tiene esto en su desarrollo psicológico y social.
¿Por qué importa conocer el origen biológico?
El debate sobre el derecho a conocer los orígenes va más allá de una simple curiosidad. Según investigaciones éticas y psicológicas, tener acceso a información sobre el donante puede influir en la salud, la identidad personal y el bienestar emocional de quienes fueron concebidos mediante donación. Por ejemplo, muchos adultos concebidos mediante gametos donados consideran importante conocer detalles de su historia genética, tanto por razones médicas como de identidad personal.
Desde una perspectiva bioética, una de las claves está en equilibrar el derecho del individuo a conocer su propia historia biológica con los derechos de privacidad de los donantes y las familias que lo crían. Algunas jurisdicciones han optado por permitir que, al alcanzar la mayoría de edad, las personas accedan a la identidad de su donante si así lo desean, lo que refleja una tendencia global hacia más transparencia y menos anonimato en la reproducción asistida.
Comparación con la adopción
La reflexión ética también se apoya en sistemas como el de la adopción, donde en muchos países los hijos adoptados tienen derecho a acceder a información sobre sus padres biológicos cuando son adultos. Varios expertos sostienen que, si ese derecho se reconoce en adopción, no hay una base ética sólida para negarlo a las personas concebidas mediante donación, aunque las circunstancias biológicas y legales sean distintas.
Este argumento se nutre de la idea de que la identidad personal -cómo nos entendemos a nosotros mismos y a nuestra historia- es un componente fundamental del desarrollo humano. Negar el acceso a esa información puede representar, en palabras de algunos bioeticistas, una forma de invisibilizar una parte de la historia de una persona.
¿Qué dicen otros expertos y documentos?
Algunos informes de bioética defienden que los niños concebidos mediante donación deberían tener acceso a al menos información no identificativa sobre su donante al alcanzar la mayoría de edad, y que esto podría incluir datos médicos y antecedentes familiares relevantes para su salud.
Además, experiencias en distintas partes del mundo muestran que la tendencia normativa va hacia la transparencia: en ciertos países ya se garantiza el derecho de las personas concebidas por donación a conocer datos de sus donantes o acceder a registros de información genética, como parte de un enfoque más amplio sobre los derechos de los menores.
Impacto en familias y en la infancia
Para las familias, este debate tiene implicaciones prácticas y emocionales. Hablar de origen biológico puede ser parte de la narrativa familiar y de la construcción de la identidad de los niños, y muchas organizaciones que trabajan con familias y adolescentes lo consideran un componente importante de la salud emocional en la adolescencia y la adultez temprana.
En contextos educativos y sociales, promover una comprensión respetuosa y reflexiva sobre la diversidad de formas familiares -incluidas aquellas que implican donación de gametos o adopción- puede favorecer el reconocimiento de las distintas necesidades afectivas y de identidad de los niños y jóvenes.
¿Hacia dónde va la discusión?
Aunque no existe una única respuesta legal o ética aceptada en todos los países, el reconocimiento progresivo del derecho a conocer los orígenes biológicos refleja cambios importantes en cómo la sociedad valora la identidad personal y el bienestar integral de las personas desde la infancia hasta la adultez.
En este sentido, la bioética ofrece un marco para pensar cómo las leyes, las prácticas médicas y las decisiones familiares pueden proteger tanto a los niños concebidos mediante donación como a sus familias y a quienes donan material biológico, promoviendo a la vez transparencia, respeto y autonomía.
Recursos complementarios
- EL DERECHO A CONOCER LOS ORÍGENES BIOLÓGICOS Y GENÉTICOS DE LA PERSONA, Generalitat de Catalunya.
- Majority of parents disclose biological origins to their donor-conceived children, NEWS Medical Life Sciences.
