Quitar el pañal puede llegar a ser muy frustrante, y no sólo para los papis. En ocasiones, los niños sufren tanto como nosotros y es por ello que debemos estar al tanto de cómo es el control de esfínteres de un niño de cara a implantar el hábito de ir al orinal.
Progresión del control de esfínteres
Generalmente el control de esfínteres de un niño se completa entre los 4 y 5 años. Esto incluye tanto el control de la micción como de las heces en cualquier lugar y momento del día.
Por ello, no se debe considerar una preocupación hasta los 6 años. Por supuesto, depende de la edad y el grado de control, por eso vamos a ver los principales hitos que deben ir dándose con el tiempo de cara a que controles la situación.
| EDAD | CONTROL ESFÍNTERES | CONSEJOS Y ACTUACIONES |
| 0-6 MESES | -La micción es totalmente involuntaria -Se da muy frecuentemente (15 a 8 diarias según crece) -Muy poco volumen de pipí, acorde a lo que se hidrata -Heces pastosas y a veces líquidas | –Cambia frecuentemente el pañal -Cuidada higiene genital para evitar candidiasis y otras -Mínimo uso de cremas (salvo erupciones, dermatitis y otros y siempre con el visto bueno del pediatra) -No uses polvos de talco -Intenta que la zona esté al aire y seca tanto como sea posible para evitar dermatitis o escoceduras |
| 6-12 MESES | -Micción involuntaria. -Micción frecuente -Heces más espesas (acorde a la introducción de nuevos alimentos) Sensación de estar mojado Algo de sensación de vejiga llena | -No cremas salvo absoluta necesidad -No polvos -Abre el pañal para comprobar si hace falta cambio, pues la frecuencia será mucho menor a lo que acostumbras |
| 1-2 AÑOS | -Siente la vejiga llena -Nota que quiere orinar -Micción involuntaria | -Más importancia a la higiene anal -Deja al niño sin pañal tras el baño con supervisión |
| 2-3 AÑOS | -Sabe que tiene la vejiga llena -En ocasiones es capaz de controlar la micción (aguantar) -Diferencia entre seco y mojado y lo expresa -Muchos niños alcanzan la incontinencia durante el día y van al orinal. -Algunos lo hacen de noche también | -Retira el pañal tantas horas al día como lo veas posible (primavera y verano) -Educación del hábito (dónde se orina, cuándo avisar, actividades relacionadas, etc) -No forzar -No enfados o castigos si no es capaz de controlar hasta ir al orinal -Animar y motivar |
| 3-4 AÑOS | -Micción voluntaria durante el día -Tiene control sobre cuándo y dónde orinar -Se despierta por sentir la vejiga llena -Cada vez viviréis más noches secas | -Retirar el pañal durante la noche -Reduciremos la ingesta de líquido en las últimas horas del día para evitar micción nocturna -El niño debe cenar pronto, al menos 90 o 120 minutos antes de acostarse -No extender el sueño nocturno más de 10 orinas si no ha orinado |
| 4-5 AÑOS | -Control total de la micción durante el día -Se despierta por sensación y a veces aguanta hasta poder ir al baño de noche -Disminuye la necesidad de orinar en las horas de sueño | -Mantener todo lo anterior -Enseñar e incluir buenos hábitos miccionales (no cortar el chorro, no prisas, no llevar ropa interior para facilitar la micción…) |
| +5 AÑOS | -El control es total tanto de día como de noche -Se despierta al notar la vejiga llena y va solo al baño -La frecuencia de micción de día es menor | -Controla que mantenga correctos hábitos de micción (completa, sin cortar, frecuencia adecuada, postura…) |
Control de esfínteres: enuresis
La enuresis es la falta de control del esfínter vesical o urinario. Dicho de otro modo, es la incapacidad para que el niño aguante el pipí.
Puesto que no sólo depende del control muscular sino también de la capacidad cognitiva, la micción se domina antes de día que de noche. Habrá unas semanas en que tu hijo pueda aguantar el pis de día e ir al WC pero siga mojando la cama. Esto se conoce como enuresis nocturna y es totalmente normal, considerándose, de hecho, el ritmo espontáneo del proceso en la adquisición de este hábito.
Se considerará anormal si el niño sigue haciéndose pipí de día a los 4 años y de noche a los 5. Sin embargo, lo ideal es no llegar a este punto, entre otras cosas, por comodidad, pues piensa en lo incómodo e inoportuno de que esto le pase en el cole, donde la atención es, por desgracia, menos personalizada, y no está enfocada en estos menesteres.
Causas enuresis
Obviando la inmadurez propia del momento evolutivo del niño, tenemos:
- Retraso en la implantación del hábito.
- Acciones confusas o contradictorias en la enseñanza de este.
- Inmadurez de la vejiga.
- Problemas emocionales muy diversos.
- Regresiones venidas por síndromes y otras alteraciones o por motivos temporales.
- Existencia de alteraciones o enfermedades de carácter cognitivo.
Actuaciones y tratamiento
Si existe un origen médico-anatómico habrá que descubrirlo y comprobar la viabilidad física para que el niño pueda controlar la micción.
De no deberse a esto, deben considerarse las diferentes estrategias disponibles para abordar el problema.
- Restringir los líquidos que se toman en las últimas horas del día.
- Vaciar la vejiga antes de dormir (incluyendo la siesta).
- Abordaje psicológico profesional.
- Actividades y charlas familiares formativas.
- Refuerzo positivo de índole social.
- Autolimpieza.
Por otro lado, es igual de importante saber qué no debemos hacer bajo ningún concepto.
- Castigar al niño si se orina encima.
- Despertarlo por la noche para llevarlo al baño. Con ello no estamos ayudando a que se cree y desarrolle el mecanismo de despertarse por sí mismo cuando sienta ganas.
- Poner pañales de noche, gasas u otros, «por si acaso». Ocurrirá lo mismo que en el caso anterior; el niño se despreocupará.
- Restringir los líquidos por completo. Cierto que, especialmente al principio, debemos reducirlos, pero nunca eliminarlos por completo ni tampoco dejar de darlos si el niño verdaderamente está sediento. Además, ocurre lo mismo, si no tiene ganas, no aprende a levantarse.

Control esfinteriano: encopresis
Con encopresis hacemos referencia a la incapacidad de contener las heces, la falta de control voluntario del esfínter anal.
De nuevo, a edades tempranas es lo habitual debido a la inmadurez física y cognitiva del peque.
Se suele presentar muy habitualmente cuando también se da el fenómeno de enuresis. La causa es, a menudo, una perturbación en el proceso de aprendizaje como es una presión excesiva o una exigencia inadecuada al momento evolutivo.
La encopresis precisa de tratamiento psicológico así como una excelente coordinación con la familia y la escuela para que se apliquen las mismas estrategias.
Conclusión
Recuerda que el control de esfínteres es un hábito. Se trata de un proceso evolutivo que debemos saber controlar y gestionar, no una carrera. Cada niño alcanza el dominio de su cuerpo a un ritmo distinto, y forzar ese aprendizaje solo genera frustración y retrocesos. Es fundamental ofrecer un entorno tranquilo, sin presiones, donde los pequeños se sientan seguros y acompañados.
La paciencia, la observación y la coherencia entre hogar y escuela son las mejores aliadas para conseguirlo.
Con el tiempo, el control llegará -de día, de noche y con autonomía-, y entonces ese logro será motivo de orgullo tanto para el niño como para los padres.
Preguntas frecuentes sobre el control de esfínteres
¿A qué edad debe un niño dejar el pañal?
No hay una edad exacta. La mayoría lo consigue entre los 2 y los 4 años, aunque algunos pueden tardar hasta los 5 o 6 sin que esto sea motivo de alarma.
¿Qué señales indican que está preparado?
Cuando avisa de que tiene pipí o caca, muestra interés por el baño, puede mantenerse seco al menos dos horas seguidas y es capaz de bajarse la ropa solo.
¿Qué hago si se resiste o retrocede?
No lo fuerces. Los retrocesos son normales tras cambios importantes (guardería, nacimiento de un hermano, vacaciones). Retoma rutinas y refuerza positivamente los logros.
¿Es bueno quitar el pañal de golpe?
No. Es mejor hacerlo de forma gradual: primero durante el día, luego en siestas y, por último, de noche. Deja que el cuerpo y la mente se sincronicen.
¿Cuándo hay que preocuparse?
Si después de los 6 años persisten los escapes frecuentes o si el niño no muestra señales de control voluntario, conviene consultar con el pediatra para descartar causas físicas o emocionales.
¿Qué diferencia hay entre enuresis y encopresis?
La enuresis es la falta de control del pipí (micción), mientras que la encopresis se refiere a la falta de control de las heces. Ambas suelen deberse a un proceso de maduración o a factores emocionales.
¿Cómo puedo ayudarle día a día?
Mantén rutinas fijas para ir al baño, elige ropa fácil de quitar, evita los castigos y refuerza los avances con palabras de ánimo. Recuerda que el ejemplo y la calma valen más que cualquier prisa.
¡Te cuento un poco más sobre la enuresis y la encopresis infantil!
