«¿Cuánto debe durar una toma de lactancia materna?» Si te lo has preguntado, no estás sola. Es una de las dudas más comunes entre las madres primerizas, sobre todo cuando aparecen los opinólogos que creen que el niño pasa hambre porque se desteta rápido y se queda inquieto o que te has pasado porque ha vomitado.
¿Cuánto debe durar una toma de lactancia materna? Indicadores
Como seguro que ya imaginarás, no existe una «duración ideal de la lactancia por toma». En la experiencia intervienen un montón de factores cambiantes que hacen que una toma pueda durar, literalmente, el doble que otra. La edad del peque, la composición de la leche, la cantidad, el hambre o el sueño del bebé, el ambiente… Todo cuenta y hace que cada toma sea única.
Entonces… ¿Cómo hacerme una idea de cuánto debe durar una toma de lactancia materna? Intuición y sentido común a partes iguales. Y, además, déjate guiar por lo siguiente.
- Subida de la leche. Verás que nada más dar a luz no te sale leche a chorros. Durante unos pocos días, emanarás el calostro, un alimento MUY nutritivo especial pero que sale en muy poca cantidad. «Que te suba la leche» no es otra cosa más que el hecho de que el calostro desaparezca y ya eches leche con el flujo normal.
Obviamente, el bebé no tarda lo mismo en amamantarse de leche materna que de calostro, es decir, cuando ya ha subido la leche o aún no.
- Composición de la leche. La leche materna va modificándose de acuerdo a la necesidad del bebé. A veces es más acuosa, a veces más nutritiva. Esto hace que el bebé se sacie más o menos rápido y, por tanto, que unas veces suelte el pecho a los pocos minutos y que otras tarde el doble.
- Reflejo y flujo de eyección. Son dos conceptos que nos indican, primero, cuánto tarda la leche en salir a buen caudal, es decir, en poner la máquina en marcha, desde que el bebé succiona, y, después, qué cantidad de leche eyectamos, es decir, cuán caudaloso es el chorrito.
- Colmo de la mama. En función de cómo de llenos estén los pechos, verás que la toma resulta rapidísima o que incluso cuesta un poquito.

- Agarre y posturas. Un buen agarre y una postura cómoda para ambos harán que el bebé se alimente rápidamente. Otro asunto será, ya, si quiere que ese ratito tan agradable se termine o no.
- Tiempo entre tomas. Ni qué decir tiene que esto condicionará el hambre que tenga el peque y, por tanto, la voracidad con la que coma. Obviamente, también condicionará cuán llenos vayan a estar los pechos.
- Actividad del niño. Puede que, simplemente, tu hijo esté más juguetón, distraído o adormilado y tarde mucho más que en otras tantas ocasiones.
- Hora. Lo habitual es que los bebés terminen rápidamente las tomas nocturnas para seguir durmiendo. Es más común que los niños hagan tomas largas de día, retozando un poco para disfrutar de mamá, mientras que por la noche buscan saciarse rápido para seguir durmiendo.
Aunque, ojo, los hay también que, los pobrecitos, de noche, son más sensibles, o torpes, o ambas, y tardan muchísimo en comer (o comen rápido pero poco y se despiertan muchas veces).
- Objetivo de la toma. Siguiendo un poco con lo anterior, hay veces, sobre todo cuando el niño es más mayor, que la toma se realiza casi del todo para conseguir confort, mientras que la saciedad de hambre es totalmente secundaria. No debería extrañarte que, en estos casos, llegues a estar una hora con tu peque. Cuando el niño sólo quiere comer, lo normal es que tarde mucho menos.
- Entorno. El entorno, en especial, el ruido que hay, puede incomodar o incluso asustar al niño. También condicionan mucho las temperaturas extremas. Esto hace que el bebé torpee más, que suelte la teta a menudo, etc. Por contra, la calidez del hogar o una bonita canción de mamá harán que el peque quiera quedarse a tu lado y no te suelte.
Seguro que ahora entiendes por qué no te puedo dar una respuesta a «¿Cuánto debe durar una toma de lactancia materna?» 🙂
Por supuesto, te puedo dar cifras basándome en mi experiencia, en la de mis conocidas y en la información con la que me instruí y mantengo mis conocimientos, pero debes saber que es posible que mis palabras no se correspondan con tu experiencia en relación a la duración del amamantamiento.
Un bebé con buena técnica, en un entorno favorable, con una producción convencional de leche por parte de la mamá, se puede despachar perfectamente en 10 minutos si tiene hambre y no se quiere entretener.
Eso sí, la mayoría tardan un poquito más, entre 15 y 20 minutos.
¿Entonces mi hijo tarda demasiado en comer, entonces? No tiene por qué. Ya hemos visto que hay muchos condicionantes. Puede que, simplemente, sea su ritmo, cómo mejor lo hace o cómo más le gusta. Aunque no es tan habitual, hay mujeres que relatan estar con su bebé entetado 45 minutos o incluso alcanzar la hora.
Lo que sí es importante es que, cuando las cifras son tan extremas, tanto por arriba como por abajo, se busque saber si el niño se queda con hambre. Una vez te cerciores de que no es así, de que come bien y está cómodo, puedes mantener, sin problema, las tomas largas o cortas tanto como os haga sentir bien a ambos.

Consejos sobre la duración de las tomas en bebés y niños
Si todavía no te terminas de quedar tranquila sobre cuánto tiempo mama un bebé por toma, sobre si lo estás haciendo bien (¡seguro que sí!) puedes leer también estas consideraciones al respecto.
- Considera si dejarlo dormido. El tema de despertar o no al peque para darle la leche es bastante controvertido, considerado un error en la lactancia tanto en un extremo como en el otro. Entonces, ¿qué hacer?
Obviamente, que lo despiertes o no va a condicionar cuánto dure esa toma y la siguiente, además de cuándo volverá a tener hambre.
Eres tú quien debe, sabiendo cómo come, si está en su peso, el número de tomas y pipís que ha hecho durante el día, etc. quien sopese si debería levantarse a comer o será más conveniente que siga durmiendo; ¿Qué será más beneficioso? Recuerda que hay tantos ejemplos de maternidad como madres con hijos; cada situación es diferente.
- Observa las señales del peque. Lo importante es que el peque haya terminado, sea pronto o tarde. Cerciórate de que suelta la teta solito, qué carita pone, si relaja las manitas (cuando tienen hambre, de muy bebés, las aprietan muy fuerte), si se adormila o si come primero rápido y luego despacito seguramente habrá terminado.
- Incentívalo para que mame. Si crees que el bebé tarda demasiado en mamar porque sale poca leche, ponlo a que mame más a menudo. Además de estar más saciado, es la mejor manera de producir más leche, con lo que, poco a poco, irá comiendo más rápido.
- Escucha a otras madres. Obviamente, no te voy a decir que le des más importancia a sus testimonios que a tu propia experiencia pero sí que te surtas de ideas, sensaciones y otros recursos que pueden darte.
Al final, la experiencia lo es todo y, aunque cada bebé y cada mamá son un mundo, podemos apropiarnos de trucos o hábitos para mejorar el amamantamiento o, simplemente, de técnicas de relajación o cualquier otra cosa que creas que te pueda servir.

- No compares. Sí, empápate de las demás experiencias pero no dejes que te condicionen, especialmente si no estás segura de querer hacer algo. Incluso bebés gemelos comen da manera diferente, ¿cómo te vas a dejar llevar por lo que haga el bebé del vecino, incluso siendo de la misma edad? Esta acción no te va a traer nada bueno y es más que probable que resulte negativo, especialmente si estás preocupada.
- Revisa tu técnica. Si las tomas se te hacen largas y crees que podrían mejorar (sin perjudicar al peque), revisa qué estáis haciendo y cómo. La figura del asesor de lactancia se encarga precisamente de eso, pudiendo darte muy buenos consejos e ideas, además de solucionar una posible mala técnica de agarre.
- Mantente sana. Sigue una dieta postparto ideal para estar llena de energía, de buen humor y darle lo mejor al peque, haciendo que cada toma sea ambrosía para él. Ídem a la hora de ejercitarte. Por supuesto, los malos hábitos deben desaparecer en esta etapa tan delicada.
- Modifica el entorno. Haz todo lo posible para que cada toma sea tan cómoda como el entorno disponga.
- Estudia las tomas irregulares. Estas no tienen que ser síntoma de que algo va mal; no debes alarmarte ni condicionar al peque para que cambie él. Puede que simplemente haga más calor o haya dormido peor. De nuevo, si una toma irregular obedece a situaciones especiales, no pasa absolutamente nada. Eso sí, debes estar atenta por si no es un cambio puntual o si no hay motivo aparente para ello.
- Disfrútalo. Deja de mirar el reloj y, si os apetece, recréate disfrutando del calor y el amor que desprende tu hijo, igual que lo hace él. El pecho no es sólo alimento para él, te necesita y te quiere; no sólo mama por hambre y eso es tan bueno que no lo puedes ni imaginar…
Piensa que esas experiencias, igual que muchas otras, son irrepetibles, literalmente; cuando sea mayor no lo amamantarás, será algo que quizás no vuelvas a hacer en tu vida. Así que, si tienes tiempo, no te preocupes de que el peque esté demasiado en la teta. ¡Te prometo que es beneficioso para los dos!
¿Cuánto debe durar una toma de lactancia? Consejos rápidos y puntos clave |
📌 Spoiler: no hay una única respuesta, pero sí muchas pistas útiles. |
⏳ 10-20 minutos suele ser lo habitual si hay buena succión y entorno favorable. |
🍼 Tomas largas (30-60 min) pueden ser normales si el bebé busca consuelo o está adormilado. |
⚠️ Tomas muy cortas o muy largas requieren observar si el bebé se sacia y crece bien. |
👶 Fíjate más en su comportamiento (relajado, dormido, satisfecho) que en el reloj. |
💡 Distracciones, agarre incorrecto o poca leche pueden alargar las tomas sin que sean efectivas. |
🧘♀️ Disfruta el momento: es alimento, vínculo, calor y amor, todo en uno. |