A priori, dar el biberón puede parecer algo muy sencillo, y lo es, pues el sentido común y el instinto imperan sobre nosotros. Pero siempre es conveniente tener en cuenta algunas cositas que son comunes en todos los casos y que resultan importantes y van a servir para que tanto el momento sea más cómodo como para que la alimentación del bebé sea correcta y beneficiosa para su organismo.
¿Cómo dar el biberón?
Algunos puntos rápidos y básicos a tener en cuenta, conocer y cumplir son:
Tiempos
- Las tomas de leche se deben dar cada tres o cuatro horas durante el día. Lo ideal es hacerlo cuando el niño lo demande pero manteniéndose siempre en este margen.
- Por la noche habrá que atender totalmente a la demanda. Esto significa que no debemos despertar al bebé para darle el biberón o amamantarlo. Durante los dos primeros meses verás que sí se despierta, al menos una vez, para pedir comida. Después, es posible que duerma del tirón incluso hasta 7 horas, es normal y no hay que preocuparse ni hacer nada al respecto salvo que esté perdiendo mucho peso, caso en el cual habrá que consultar con el especialista antes de actuar.
- Una toma durante los primeros meses no suele excederse de los 15 minutos. De hecho, puede que en 10 minutos el bebé termine si no tiene problemas para succionar y no come demasiado. Si todas las tomas son de más de 15 minutos debes tener muy en cuenta el peso del niño para asegurarte de que no come demasiado.
- Aunque las tomas sean cortas para ti, piensa que no es lo mismo para el bebé, especialmente si es muy pequeño. Es por este motivo que podría quedarse dormido mientras come; no dejes que esto ocurra. Aunque el niño succiona como reflejo incluso dormido, obviamente, sus facultades no son las mismas y puede atragantarse.
Posición para dar el biberón y el pecho
- El biberón debe darse siempre inclinado hasta el punto de que la tetina esté llena de leche (para que el niño no succione aire).
- Tienes que asegurarte siempre de que el bebé esté semiincorporado. Obviamente si das el pecho lo consigues con facilidad. Si es con bibe, sólo debes emular esta postura.

- Debes realizar pausas (cada cuánto lo determinará la capacidad del niño). Durante estás, colócalo en vertical para que le sea más fácil expulsar los eructos.
- Es posible que se dé, con el eructo, alguna pequeña regurgitación; esto es normal siempre y cuando no salga demasiada leche y no ocurra todo el tiempo.
- Aprovecha estas para recolocar la leche del biberón para que, si había algo de aire en la tetina, desaparezca. Así mismo, servirá para lo contrario, para que esta no se colapse y deje de salir leche.
- En cuanto a ti, lo normal es que estés sentado/a aunque mientras tengas el control postural del niño, puedes hacerlo como quieras.
- Decimos de lo de estar sentado de cara a poder ofrecer, al mismo tiempo que alimentas al pequeño, calor, cariño y seguridad. Y es que este es un momento ideal para fortalecer el vínculo afectivo niño/adulto.
- Hay varias posiciones adecuadas para dar el pecho así que si no te sientes cómoda, ¡prueba otra!
Biberón
Aquí tienes una lectura en la que descubrir a fondo cómo debe ser un biberón perfecto para tu peque. Aun así, atiende a lo siguiente primero que todo:
- Sobre el biberón, concretamente sobre la tetina, indicar que su orificio debe ser acorde a la edad del bebé y su capacidad de succión e ingesta. Esto es, se requerirá de una más grande conforme pase el tiempo. En cualquier caso, siempre debe ser de un diámetro que, cuando vuelques el biberón lleno de leche, esta no chorree sino que caiga a botas.
- Esto último es importante no sólo por dar leche de más y que el niño se atragante. Puede ocurrir también lo contrario; una tetina con un agujero muy pequeño obliga a un sobreesfuerzo que puede llevar a que el peque sufra de aerofagia.
- Hay biberones con dispositivos antihipo que tratan de impedir que esto ocurra dificultando la ingesta de aire.

Aspectos que indican que no estás dando bien el pecho
Respecto a la lactancia natural, si tienes dudas sobre si se está dando bien, hay signos claros muy fáciles de identificar. La técnica es mala si:
- Se te agrietan los pechos en exceso (un poco a veces es normal, aunque sólo de manera temporal).
- Te duelen las mamas.
- El niño deja de comer.
- El bebé hace ruido al comer. Su boca y tu pezón no casan herméticamente y está ingiriendo aire. Ojo porque de ser reiterado llevará a patologías que se deben tratar.
- Las mejillas se hunden. Si el bebé toma está posición es porque no está mamando sino succionando, con ello saca menos leche.
Estas tres últimas sirven también en el caso del biberón. Ojo también si se crean burbujas en la leche.