Aunque las preocupaciones en casa no son pocas cuando se tiene un niño pequeño, no debemos dejar de cómo cómo se trabaja en el cole. En particular quiero contaros cómo es (o cómo debería ser, más bien) el descanso en la Escuela Infantil.
La organización del descanso en la Escuela Infantil
Obviamente, junto con la alimentación, a la hora de organizar las actividades en la escuela implica tener en cuenta los ritmos biológicos de los pequeños.
Y aunque estos son parecidos en todos los niños, es cierto que la relación sueño-vigilia y la calidad y duración de estos van a depender de factores como son los alimentarios, socioculturales, constitucionales, climatológicos y afectivo-emocionales.
Por este motivo, en la escuela se tratará siempre de dar a todos los niños unas condiciones que favorezcan un descanso similar dentro de sus particularidades, de cara a que todos puedan llevar el ritmo de actividad-juego-reposo que allí se siga.
Con esta distribución se obliga a relacionar las pautas fisiológicas y las rutinas facilitadoras de marcos de referencia. Con ellas, los niños aprenden y diferencian unas sencillas opciones temporales. Es por esto que se debe contemplar que en la jornada escolar exista un equilibrio entre el tiempo de actividad y descanso.

Para realizar un descanso óptimo se deben considerar horario y espacio. Por ley está establecido que toda aula con niños menores de 2 años cuente con un espacio de descanso diferenciado (y uno de higiene). Con ello se favorece la tranquilidad y relajación.
La familia debe facilitar ropa de cama (sábana bajera y sábana, arrumo o manta) y en la escuela se considerará cuándo devolverla para que se lave en casa, debiendo, mientras tanto, ofrecer otra para que el niño duerma en los días siguientes.
Los niños en la escuela se descalzarán y dormirán sin chaquetas, guantes, patucos, bufandas, etc. Así, tendrán libertad de movimiento para descansar verdaderamente el cuerpo y que se favorezca la transpiración.
Por supuesto, debe existir una cuna/hamaca/colchoneta hechos en materiales transpirables y de composición natural por niño. Estas se deben colocar manteniendo una distancia suficiente para que los educadores puedan moverse entre ellas, incluyendo con ello sentarle a un lado.

Durante la siesta de tu hijo este descansará en un lugar de penumbra y en silencio, si bien, los profes realizarán actividades poco ruidosas como recoger la mesa, limpiar los baberos, ir cambiando a los niños que se despierten, preparar mochilas o juegos… Durante este momento se intentará que haya el menor número de adultos posible para que el nivel de ruido sea bajo.
Y en casa…
Es importante que exista una coordinación entre lo que se hace en casa y en el cole. Y esto se da en todas las edades, no sólo en Educación Infantil.
Esto implica que vosotros mantengáis la rutina de ir a dormir a una hora similar, imitando en lo posible las actividades que se hacen. En el caso de los más mayorcitos es irse a dormir después de comer. Para los más peques, obvio, saber que dormirán más veces y es más difícil en la escuela controlar cómo y cuándo comer.