De todas las consecuencias del embarazo y el parto que se pueden tener, la diástasis abdominal es increíblemente silenciosa, nadie te habla de ella. Aunque no conozco los motivos, creo que puede deberse a que no se diagnostica a menudo a pesar de su gran afectación.
Sea como sea, hoy quiero contarte en qué consiste esta patología que está tan presente en las mamás y de la que puede que nadie te diga nada durante todo el tiempo de gestación.
¿Qué es la diástasis abdominal; ¿todas podemos sufrirla?
La diástasis abdominal es una disfunción del tejido que consiste en la separación de los rectos del abdomen. Esta viene dada por la distensión o, directamente, rotura del tejido conectivo que une los rectos y que conocemos como línea alba.

Causas y síntomas diástasis abdominal
- ¿Qué produce la diástasis abdominal?
Como seguro que ya te estás oliendo, este problema viene dado, en la mayoría de los casos, por el embarazo. El músculo abdominal se va estirando al tiempo que crecen el feto y los órganos para darles el espacio que necesitan.
Tras el parto, el tejido debería ser capaz de volver a juntarse, pero en más de la mitad de mujeres esto no ocurre o no correctamente. El motivo es que la línea alba ha perdido la elasticidad, no se retrae o no se mantiene retraída.
Sin embargo, esta no es una patología de mujeres exclusivamente. La obesidad, los cambios de peso repentinos, el estreñimiento, ejercicios abdominales realizados abusivamente (o mal) o incluso la tos crónica puede provocar esta distensión. Así, también hombres y niños pueden padecerla.
- Diástasis abdominal síntomas
A primera vista, lo podemos considerar un problema estético, pero hay mucho más detrás, pudiendo tener una gran afectación en nuestra salud.
Por lo general, nos encontramos con un abdomen distendido. Puede ser sutil o muy evidente, pudiendo, incluso, notarse con ropa. También se dará permanentemente o temporal, aumentando la distensión a lo largo de la jornada.
También podemos descubrir que nos aparece una hernia umbilical. Este músculo se encarga de contener los tejidos y órganos y, si la pared se abre, estos pueden aflorar, marcándose en nuestro abdomen.
Otros síntomas de la diástasis abdominal, menos habituales, son dolor lumbar, digestiones pesadas y lentas, gases, prolapso de órganos, pérdidas de orina, problemas de suelo pélvico y dificultad respiratoria.
- Diástasis abdominal diagnóstico
Si tienes poca grasa en el abdomen es algo que vas a notar rápidamente, no es necesario un gran prolapso para diagnosticar este cuadro. De hecho, se considera que padeces una diástasis abdominal con que la separación de los rectos abdominales sea de sólo 2 centímetros.

Pero, ¿qué pasa? Que la inmensa mayoría de mujeres tardamos meses en perder toda la barriga una vez damos a luz, con lo que, de padecer este problema, queda oculto, siendo posible que hagamos cosas indebidas que lo agraven.
Lo ideal es acudir a un fisio especializado en suelo pélvico para que valore tu estado y compruebe esto y muchas otras cosas, incluida la cicatriz, el movimiento del suelo pélvico, etc. De este modo, tendrás un postparto mucho más saludable y confortable. Como tal, la distensión se diagnostica plenamente interpretando una ecografía.
Tratar la distensión abdominal durante el embarazo
El tratamiento general de este cuadro es no invasivo y dilatado en el tiempo. Consiste en el fortalecimiento del músculo que encontramos bajo el recto abdominal, llamado transverso abdominal. Este tiene una contracción involuntaria, dada por acciones reflejas, independiente de nuestra conciencia. Buscamos que vuelva a cumplir su función.
El problema que encontramos aquí es que, debido precisamente a esta característica, resulta un tejido difícil de trabajar, requiriendo de un proceso de aprendizaje y una habituación real para conseguirlo. Además, los resultados no son inmediatos, de hecho, invisibles al principio, lo que lleva a que muchas personas abandonen, creyendo que lo hacen mal o que su caso no se solucionará de esta manera. Constancia, tiempo y paciencia son imprescindibles.
Una rutina de 15 minutos por día debería ser más que suficiente. Lo importante es abordar la situación desde tres puntos.
- Activación. Es necesario activar el transverso abdominal, para lo que debemos saber identificarlo, buscando poder sentirlo para saber si estamos trabajando sobre él o no. Puedes hacer algunos ejercicios como levantamiento de peso en cuadrupedia, actividades de suelo pélvico o hipopresivos para la reparación.

- Respiración. Una respiración consciente y profunda nos ayuda específicamente con este tejido. Resulta que el transverso participa en la exhalación por lo que, sencillamente, respirando, lo estamos contrayendo, y debemos hacerlo con conocimiento.
- Postura. La higiene postural, tan importante en cantidad de cosas, también está relacionada, pues simplemente una postura correcta ya activa el músculo.
Al carecer de contraindicaciones, puedes empezar con esta práctica una vez pasada la cuarentena.
Eso sí, es importante que tu médico te dé el visto bueno, tras una valoración completa, e incluso que personalice tu rutina de ejercicios para la diástasis abdominal. El tipo de parto, las cicatrices, los imprevistos habidos y tus propios antecedentes harán que tu plan sea único, específico para ti.
En cualquier caso, nunca es tarde para trabajar el músculo transverso pues se trata de una inversión en salud y bienestar a futuro, por ejemplo, cuando alcancemos la menopausia.
Tratamiento diástasis abdominal rehabilitación
El anterior es el abordaje convencional, si bien, de ser necesario, se puede recurrir a electroestimulación, vendaje neuromuscular, radiofrecuencia o, en función del caso, puede que incluso sea necesaria la cirugía.
Es por ello que, aunque seguramente no sea el caso, debes recibir un buen diagnóstico que determine si padeces diástasis y en qué grado, de manera que se aborde lo más rápida y eficazmente.