Las ecografías durante el embarazo sirven para hacer un control bastante completo sobre el feto, más de lo que podemos creer en un primer momento. Y aunque realmente no se puede hacer muchísimo al respecto obtenidos los resultados, es importante realizar estas pruebas para saber a qué atenernos una vez des a luz. ¿Cuántas te harás? Lo descubrimos ya.
Las tres ecografías durante el embarazo que te harán sí o sí
Si todo va bien, y considerando, por supuesto, el sistema de sanidad pública español, mientras estés gestando, dentro del cómputo de pruebas aconsejadas, te van a hacer un mínimo de tres ecografías. Lo que se descubre en cada una de ellas te lo contamos a continuación.
Primera ecografía del embarazo (ecografía de identificación general)
La recomendación a la hora de realizar esta ecografía de primer trimestre es tan a finales de este como sea posible. La semana 12 es la óptima, si bien, se realiza entre la 11 y hasta la 13+6 si no quedase otro remedio.
Por el tamaño del feto sería adecuado usar la vía transvaginal, pues de este modo se obtiene una mayor definición (el método escogido en las ecos más tardías). Sin embargo, como en la primera eco aún no tenemos ningún tipo de información cuantitativa, se prefiere realizar una ecografía abdominal para poder obtener estos datos. Es posible que te realicen ambas en una misma consulta y no significa nada malo, dependerá del especialista.
Los objetivos de esta prueba son:
- Buscar posibles problemas del órgano reproductor de la madre. También se pueden observar las arterias uterinas (esto se hace si hay antecedentes familiares o riesgos de hipertensión o preclamsia).
- Conocer el momento gestacional exacto.
- Comprobar si la implantación del óvulo en el útero es correcta y si la gestación se está desarrollando como corresponde.
- Saber cuántos embriones existen. De tratarse de una gestación múltiple se comienzan a dar pautas diferenciadoras para evitar que el embarazo pase a ser de riesgo, algo que, de ocurrir, sucede casi siempre en el segundo trimestre.
- Identificar el latido del corazón. Lo normal es que se sienta pero se note «extraño», muy retumbante.
- Chekear la morfología del feto con la finalidad de detectar alguna malformación. La sonda vaginal es la mejor opción para ello.
- Además, cruzando la información de esta con los análisis de sangre que te deben haber realizado se consiguen los resultados de las pruebas de anomalías cromosómicas. Para ello van a mirar tanto la translucencia nucal (el grosor de la piel) y el tamaño del hueso nasal, relacionado con el padecimiento de síndrome de Down. Ten en cuenta que nunca te van a dar un sí o un no certero sino que te dirán que existe una baja o muy baja (o alta o muy alta) probabilidad de problemas relacionados.
Segunda ecografía estando embarazado (ecografía morfológica)
Se busca poder realizarla dentro de la semana 20 pero puede hacerse desde la 18 a la 21+6.

En esta ocasión se busca:
- Estudiar la anatomía del feto de manera protocolaria. La cantidad de líquido amniótico permite obtener nuevos datos.
- Escuchar claramente el latido del corazón.
- Se hace una valoración del crecimiento. Algunos medidas se toman (circunferencias cefálicas y en el abdomen, longitud del pie y del fémur) para conocer el tamaño total y estimar el peso.
- Ídem para la placenta.
- Buscan patologías en el útero.
- Reafirmar la edad del feto.
Si existe riesgo de malformación fetal o ya se conocen se realizará otra eco hasta 10 semanas después. Esta la realizan expertos aún más especializados, conocedores profundos de malformaciones fetales.
Tercera ecografía durante el embarazo
A mitad del tercer trimestre (semanas 34 a 36) tiene lugar la que, en teoría, será la última ecografía preparto.
Generalmente esta ecografía no descubrirá nada nuevo y sólo se recomienda si se cree que se pueda estar dando un caso de restricción del crecimiento intrauterino, una alteración en el crecimiento algo habitual y de causas múltiples.
En esta ocasión el experto pondrá atención en:
- Volver a medir el ritmo cardiaco.
- Ver la anatomía del feto.
- Conocer la posición del feto (podálica, cefálica o transversa).
- Hacer una nueva valoración del crecimiento y la anatomía.
- Conocer la madurez de la placenta y encontrar posibles anomalías.
- Saber si existe líquido amniótico suficiente.
- Hacer un estudio del flujo sanguíneo entre el feto y la placenta.
A priori estas son las ecografías durante el embarazo que te van a hacer si no presentas problemas/patologías.
Por supuesto, puedes acudir a consulta privada a hacerte las que consideres, aunque poco más se va a descubrir y, dicho sea de paso, aunque la técnica por ultrasonido se considera segura, el consejo es mantener una exposición mínima. Seguramente quieras hacerte una más en el segundo trimestre si en la correspondiente no has podido saber el sexo del bebé. Pero lo cierto es que, si no hay indicios de problemas, no los vas a descubrir haciéndote más y más ecos.
Y en caso, por ejemplo, de tener un embarazo de riesgo por cualquier motivo, de padecer diabetes gestacional o similar o de tener sospechas de que algo podría pasar, el obstetra realizará, sin problema, un seguimiento más específico, realizando tantas ecografías como sea necesario y derivándote al especialista que corresponda para que tu embarazo tenga un enfoque totalmente multidisciplinar. Por ejemplo, en mi caso, me hicieron dos ecografías más al llevar un bypass gástrico y haber presentado inicios de diabetes gestacional.