La incontinencia después del parto es uno de esos efectos que no se ven demasiado pero que, sin revestir gravedad, pueden darse. Si te está pasando, no te preocupes, se soluciona rápido y, si aún no has dado a luz, ¡atenta para prevenir!
¿Por qué se nos escapa el pipí después de dar a luz?
Creando un poco de contexto y con la idea de que podamos entender mejor qué nos está pasando o podría pasar, veamos qué causa la incontinencia.
Causas físicas incontinencia después del parto: suelo pélvico debilitado
La incontinencia se produce por el debilitamiento de alguno de los tejidos encargados de retener los productos de desecho, ya sea orina o excremento. También hay algunas otras causas como infecciones en las diferentes áreas del aparato excretor, afecciones nerviosas, la disminución de estrógenos, obstrucciones…
Sin embargo, los escapes de orina tras el parto se dan por el primer motivo: el debilitamiento del suelo pélvico.
Pero, a diferencia de lo que podemos creer, este no se da sólo por el esfuerzo al empujar para expulsar al bebé. Durante el embarazo, al ir desarrollándose el feto y necesitando más espacio, presiona y mueve los tejidos del área abdominal. Esto hace que los músculos permanezcan tirantes de manera abusiva y manteniendo todo el nuevo peso, llegando a debilitar la vejiga y/o sus alrededores. Además, pueden llegar a descender los órganos porque los tejidos sostenedores están menos firmes.

¿Cuánto tiempo dura la incontinencia después del parto?
Desgraciadamente, este cuadro se suele mantener bastante tiempo, pues la solución disponible, de ponerla en práctica, es gradual;.
No se trata de un medicamento que te tomes y haga desaparecer el problema (después veremos el tratamiento para la incontinencia postparto). Hay que considerar una serie de acciones, basadas en la repetición, que se realizarán días y días, por lo que tendrás que tomártelo con calma.
Por supuesto, dependerá de cómo de en serio te tomes el tratamiento y del grado de distensión de tu suelo pélvico.
¿La incontinencia afecta a todas las mujeres por igual?
Este tipo de problema es más común en mujeres que han tenido múltiples partos vaginales, partos instrumentales (con fórceps o ventosa), o bebés de gran tamaño.
A ello se le suma que, con la edad, los músculos del suelo pélvico tienden a perder elasticidad. Y, como en tantas otras cosas del cuerpo, la genética también influye: si tu madre o hermanas han tenido este tipo de problema, tienes más probabilidades de experimentarlo tú también.
También es más fácil que se dé si tienes o has tenido algún problema relacionado con los tejidos de la zona o, directamente, si has sufrido incontinencia previamente.
¿Cuándo debo consultar al médico?
Lo ideal es que acudas a consulta desde el momento en que te des cuenta de que no puedes aguantar el pipí. Lo habitual es que se deba a lo que ya hemos visto, pero se debe hacer un diagnóstico que descarte otros problemas y, sobre todo, determinar si debes hacer algo especial.
En mi caso, esperé a la visita con la matrona (que se encarga precisamente de realizar un control postparto) porque ya estaba preparada y comencé antes, pero si lo crees necesario, pide cita con tu médico de cabecera a la mayor brevedad.
Tras el diagnóstico y las pautas, deberías acudir a consulta:
- El la cita concertada por el profesional (te la va a dar para realizar un seguimiento).
- Si la incontinencia empeora.
- Si, tras 20 días siguiendo las pautas, no notas mejoría, por leve que sea.
- En caso de que aparezca cualquier anomalía que creas que puede estar relacionada.
Parto vaginal vs. cesárea: ¿hay diferencia?
Claro que la hay. Al dar a luz por vía vaginal es mucho más probable que sufras incontinencia, especialmente si se tiene un parto largo, complicado o instrumentalizado. Se da una presión directa sobre los músculos del suelo pélvico y esto puede derivar en el problema que nos ocupa.
No obstante, la cesárea no garantiza que no vayas a sufrir escapes. Como hemos visto, durante el embarazo, dichos tejidos también se están viendo afectados, por lo que también existe riesgo, aunque en menor proporción.
Tratamiento incontinencia tras el parto

Lo más común es con unos sencillos ejercicios el problema vaya remitiendo. Sin embargo, de manera complementaria o, a veces, alternativa, se requerirá de otra solución.
Entonces, ¿qué hacer si tengo pérdidas de orina tras el parto?
Ejercicios de Kegel: cómo se hacen y cuándo empezar
Kegel son los famosos ejercicios para incontinencia después del parto (así como para muchas otras cosas). Salvo que se descubra alguna anomalía grave, como el prolapso de tejidos, serán la primera y más habitual recomendación, no importa si preguntas a enfermeros, ginecólogos, matronas o fisios. Con ellos irás recuperando el tono muscular y mejorando el control de la vejiga hasta evitar los escapes por completo.
El ejercicio es realmente sencillo. Sólo debes contraer, mantener y relajar los músculos de la zona. Dicho de otro modo, tienes que hacer lo mismo que cuando tienes muchas ganas de hacer pipí y aprietas para aguantarlo o cuando cortas el chorro de orina.
Es importante, eso sí, que no te ayudes de los glúteos ni el abdomen, que seas constante y que descanses entre las contracciones.
Puedes comenzar a realizarlos en cuanto no te sientas incómoda (sé que los primeros días no te va a hacer ninguna gracia cuando pruebes a contraer).
¿Se necesita medicación?
No hay un ABC en farmacología que responda a cómo tratar la incontinencia después de dar a luz. En la inmensa mayoría de casos, no es necesario tomar ningún medicamento para la incontinencia, de hechos, hay muy pocas opciones. Sin embargo, existen situaciones complejas, que se alargan en el tiempo y/o empeoran y que sí se valorará tratar con fármacos.
Productos útiles para la incontinencia postparto
Mientras estás en proceso de volver a la normalidad, puedes apoyarte en algunos productos.
Por un lado, tienes aquellos que ayudan a trabajar las pérdidas, como son los empapadores, compresas antipérdidas, protectores impermeables para el colchón, ropa interior absorbente…
Por el otro, me refiero a aquellos aparatos con los que puedes hacer ciertos ejercicios en casa, como los pedales, la prensa de muslos, etc.
Fisioterapia del suelo pélvico para la incontinencia después del parto
Nunca olvides que, si lo deseas y crees conveniente, puedes dejar tu cuadro de incontinencia después del parto en manos de un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico. Este experto evaluará tu caso, te enseñará a hacer Kegel y otros ejercicios correctamente y te acompañará durante tu recuperación, visitándolo en una o varias ocasiones más.

Cómo prevenir la incontinencia después del parto
Para no sufrir incontinencia después de parir hay que empezar a trabajar antes. De este modo, te aseguras llegar al paritorio con un suelo pélvico saludable que, además de evitar problemas como este, facilitará el alumbramiento.
La prevención de incontinencia urinaria en el embarazo incluye una serie de cuidados muy sencillos y, además, lo que conocemos como técnicas de preparación al parto.
Cuidados durante el embarazo
Durante estos 9 meses:
- Evita el estreñimiento. El sobreesfuerzo para hacer de vientre cuando estamos estreñidas puede dañar el suelo pélvico. Prueba a beber más agua, mantener la fibra de las frutas y los cereales y mantener una rutina intestinal.
- No cargues pesos en exceso y aprende a hacerlo correctamente (esto también te ayudará a trabajar el dolor de espalda embarazada).
- Controla el aumento de peso. A más kilos, mayor presión (innecesaria) sobre el suelo pélvico y la vejiga. Sigue las recomendaciones de tu matrona para subir de peso de manera saludable tanto para ti como para tu bebé.
- Mantente activa, tanto como tu embarazo lo permita. Eso sí, adapta la actividad física con ejercicios para embarazadas.
- Hidrátate lo suficiente. Aunque parezca contradictorio, beber poca agua irrita la vejiga y empeora la incontinencia. Si te cuesta mucho, lleva siempre a tu lado una botella con agua para no perderla de vista y tirar de ella fácilmente.
Técnicas de preparación al parto
Además de los cuidados cotidianos, la incontinencia urinaria postparto se puede trabajar también con técnicas específicas que te preparan para que el parto sea más respetuoso con tu cuerpo.
- Masaje perineal. Trabajar físicamente la zona ayuda a flexibilizar los tejidos del periné, lo que suele reducir el riesgo de desgarros o episiotomía así como el pseudoprolapso de los tejidos circundantes, lo que da lugar a una modificación de la uretra.
- Ejercicios de pujo. Entrenan tu cuerpo para que el esfuerzo sea más eficiente y menos agresivo para el suelo pélvico.
- Relajación y consciencia corporal. Vivirás el parto con mayor serenidad y control, lo que evita los impulsos que tan contraproducentes resultan.
- Clases de preparación al parto. Guiadas por fisioterapeutas especializados o matronas, ofrecen herramientas prácticas para proteger tu suelo pélvico antes, durante y después del nacimiento de tu peque.