Una de las opciones a la hora de alimentar a tu bebé tras su nacimiento y hasta que puede consumir otros alimentos es la lactancia artificial, que habitualmente se enfrenta a la lactancia materna, aunque, a mi entender no debería verse como un opuesto sino como dos opciones que se completan.
Lactancia artificial
Puesto que el bebé, tras nacer, sólo puede, por sus características físicas, alimentarse de leche, las opciones que tienes son darle de mamar de tus senos, que, si todo va bien, producirán leche, o, por unos u otros motivos, dar leche formulada en industria, lo que sería la lactancia artificial.
Situaciones en las que puede ser recomendable dar leche de fórmula a un bebé
Por supuesto es una opción más que válida a no ser que se te recomiende lo contrario y, de hecho, puede venir muy bien en algunos casos.
- Sensibilidad en los pezones o las mamas.
- Producción insuficiente de leche materna.
- Reparo a amamantar en público.
- Problemas de agarre (uno de los más comunes al dar el pecho, pero también con el biberón). De paso, 👉 aquí tienes algunos consejos para mejorarlo.
- Rechazo de la leche materna (muy extraño pero posible).
- Ante ciertos problemas de salud tanto de madre como de hijo (ictericia, diabetes…)…
- Si te estás medicando.
Todo esto se solventa si escoges dar el biberón con leche en polvo.
Ojo porque lo he oído durante toda mi vida y no es cierto: no vas a ser peor madre por no darle el pecho a tu bebé. Eso sí, ahora descubrirás que la lactancia artificial tiene alguna carencia respecto a la natural que sí deberías valorar.
Ventajas y desventajas de la lactancia artificial
La lactancia artificial es una opción válida y segura para alimentar a tu bebé cuando la lactancia materna no es posible o no se desea.
Lactancia artificial: ventajas
Entre sus ventajas destacan la flexibilidad de horarios (cualquier persona puede alimentar al bebé), el control exacto de la cantidad de leche ingerida y la posibilidad de volver al trabajo o de descansar mientras otra persona da el biberón.
Lactancia artificial: desventajas
Entre las desventajas, la leche de fórmula no contiene anticuerpos naturales como la materna, requiere un gasto económico y precisa una preparación cuidadosa para evitar problemas digestivos o infecciones.
Cómo preparar leche de fórmula
La forma correcta de darla es en un biberón después de preparar la leche según dicte el fabricante. Esto generalmente es disolviendo la medida de leche en polvo en una cantidad de agua tibia. En cualquier caso, aquí tienes un post completo sobre cómo preparar el bibi.
Medidas de agua y polvo
- Usa agua embotellada baja en sodio y minerales o agua del grifo previamente hervida y enfriada.
- Respeta las proporciones: una medida rasa de polvo por cada cantidad de agua indicada en el envase.
- No añadas más polvo “para que alimente más” ni menos “para que sea más ligera”; esto puede afectar al sistema digestivo del bebé.
- Comprueba la temperatura en tu muñeca: debe estar tibia, no caliente.
Higiene del biberón
- Lava bien tus manos antes de preparar la leche.
- Esteriliza los biberones y tetinas antes del primer uso y lávalos cuidadosamente después de cada toma. También es adecuado esterilizarlos periódicamente.
- Prepara la cantidad justa antes de cada toma y desecha la leche sobrante tras dos horas.
- Guarda el polvo de fórmula bien cerrado, en lugar fresco y seco.
Leches de fórmulas o, dicho correctamente, fórmulas adaptadas para bebé
En la actualidad estos preparados son casi idénticos en cuanto a propiedades a la leche materna, motivo por el cual casi en todos los casos no se desaconseja dar biberones de fórmula al peque.

Hay tres puntos muy importantes que son los que se deben tener en cuenta si decides optar por la lactancia artificial para tu bebé.
Tipos de fórmulas infantiles y cuándo usarlas
No todas las leches en polvo son iguales. La leche materna cambia de acuerdo al crecimiento del niño y su capacidad (motilidad, capacidad de coordinación o limitaciones de los órganos) y, como ocurre con la talla del pañal, la fórmula también debe ser diferente según el momento de vida del pequeño. Las fórmulas infantiles recomendadas se clasifican en función de la edad del peque, y son:
- Fórmula de inicio o de tipo 1. Se utilizarán durante el período de succión, que no debe excederse de los 6 meses. Son más pobres en minerales y proteínas, que son los nutrientes más difíciles de trabajar por nuestro organismo.
- Fórmula de continuación o de tipo 2. Se utilizarían desde que el niño comienza a tomar alimentos en papilla y hasta los 12 o 15 meses. De este modo, la lactancia artificial actúa como complemento nutricional aportando una importante cantidad de hidratos de carbono (ojo con no añadir demasiados en su comida triturada).
- Fórmula de crecimiento o de tipo 3. De esta se puede prescindir si el niño ha comenzado a tomar leche de vaca. De no ser el caso, a partir de esos 12 a 15 meses y hasta que esto ocurra deberás alimentarle con esta fórmula de leche artificial.
Ausencia de células anticuerpos
La leche de fórmula no cuenta con anticuerpos (como sí lo hace la leche producida por los humanos). Esto significa que ese plus que mejora el sistema inmune de tu bebé cuando lo amamantas tú misma no lo va a tener si sólo le das leche artificial.
No es algo crucial pero se debe tener en cuenta, especialmente si el bebé nace bajo de defensas o con alguna enfermedad o patología relacionada.
Agua
Una diferencia de la lactancia artificial respecto a la lactancia materna es que, en este caso, el bebé sí debe beber algo de agua (cantidades ínfimas). La leche en polvo, aunque curiosamente se mezcla con agua, PODRÍA no formar un compuesto lo suficientemente hidratante para el pequeño.
Eso sí, las ingestas de agua deben ser muy pequeñas y entre tomas para no sobreestimular el estómago. Ni qué decir tiene que el agua debe ser embotellada y, de poder, previamente hervida, por si acaso.
Tabla diferencias entre lactancia materna y artificial
Aspecto | Lactancia materna | Lactancia artificial |
---|---|---|
Fuente | Leche producida por la madre. | Leche de fórmula elaborada industrialmente. |
Composición | Nutrientes adaptados al crecimiento del bebé y anticuerpos naturales. | Nutrientes muy similares a la materna, pero sin anticuerpos. |
Preparación | No necesita preparación ni utensilios. | Requiere preparar biberón, medir agua y polvo, y esterilizar. |
Disponibilidad | Siempre lista, a la temperatura adecuada. | Necesita tiempo para preparar y calentar. |
Coste | Gratuita. | Coste mensual en compra de fórmula y biberones. |
Flexibilidad | Solo la madre puede amamantar (salvo extracción de leche). | Puede alimentar cualquier cuidador en cualquier momento. |
Hidratación extra | No se necesita agua adicional. | Se recomienda ofrecer pequeñas cantidades de agua entre tomas. |
Beneficio inmunitario | Protege contra infecciones y alergias gracias a anticuerpos. | No aporta defensas naturales, solo nutrientes. |
Vínculo afectivo | Contacto piel con piel directo. | Se puede mantener contacto visual y caricias durante el biberón. |
Preguntas frecuentes sobre la lactancia artificial
Conclusión: Lactancia artificial, una opción segura y muy válida para tu bebé
Elegir lactancia artificial no solo no es una mala decisión sino que resulta tan o más recomendable en ciertos casos.
Se trata de una alternativa segura, regulada y nutricionalmente adaptada a las necesidades del bebé cuando la lactancia materna no es posible o, sencillamente, no se desea. Conociendo las ventajas y desventajas, aprendiendo cómo preparar y ofrecer la fórmula correctamente, y siguiendo las recomendaciones profesionales, podrás alimentar a tu hijo con tranquilidad y cariño.
Recuerda que cada familia es única y que lo importante es que tu hijo crezca sano, fuerte y feliz, ya sea con leche materna, artificial o con lactancia mixta.