¿Alguna vez te has preguntado por qué sabemos patalear antes que ponernos de puntillas?¿O por qué primero controlamos el movimiento de la mano y después, del pie?¿Por qué los niños tardan tanto en aprender a escribir? Todo esto, y más, lo dictan las leyes del desarrollo humano.
¿Cuáles son las leyes del desarrollo por las que se rige el ser humano para crecer y madurar?
El desarrollo de los tejidos de nuestro cuerpo, así como la adquisición de habilidades y, en general, nuestro proceso de evolución hasta la madurez (edad adulta) no es uniforme ni se da en todas direcciones a la vez.
La neuromusculatura, tan compleja como parece, se basa en tres principios realmente sencillos que son los que van a dictar qué puedes esperar los próximos años de tu bebé.
Estos son patrones estrella tanto en psicología como en psicomotricidad. Una vez los entiendas y te pongas a pensar ejemplos, comprenderás fácilmente el motivo.

Ley céfalo-caudal
El desarrollo progresa desde la cabeza en dirección opuesta, hasta los pies. Esto es, seremos capaces de girar el cuello antes que de dirigir una mano. El control del brazo irá antes que el de pierna. Primero erguimos la cabeza y después aprendemos a gatear.
En cuanto al crecimiento físico, seguro que ya te has dado cuenta: los fetos tienen una cabeza enorme, es lo primero que destaca por su gran crecimiento, y, después, crece lo demás, siguiendo por su cuello para conseguir unas buenas vértebras y un sistema nervioso óptimo, etc. Las estructuras más importantes se forman con prioridad y el resto queda para el final, por si se diese un parto adelantado, estar seguros de que el bebé sale adelante.
Ley próximo-distal
La segunda de las leyes del desarrollo humano dicta que el crecimiento y el control del cuerpo va extendiéndose desde las partes más cercanas a nuestro eje corporal (columna) hasta las lejanas (extremidades).
Ejemplo: en los fetos no se pule la forma de los deditos hasta poco antes del parto mientras que, meses antes, los órganos internos ya son funcionales.
En cuanto a habilidades, nos encontramos con lo mismo: antes de empezar a controlar sus dedos para dibujar, el niño trabaja rayotendo con fuerza y sin control. Esto es porque primeramente domina el brazo, luego el codo, la mano y, finalmente, los dedos.
Gradiente general-específico
A las anteriores se añaden otras, por supuesto. De todas ellas, en relación a la educación infantil, nos quedamos con el gradiente general-específico.
Este nos indica que los movimientos generales se realizan antes que los específicos. Es parecido al anterior pero también incluye otros aspectos.
Volviendo al caso del dibujo, el niño garabatea antes porque el movimiento del brazo es más general, mientras que la precisión de la pinza fina requiere de más tiempo para conseguirse. Pero también podemos poner ejemplos con una misma parte del cuerpo: con la boca, al nacer sabemos colocar la lengua para mamar pero no chasquear con ella.
FAQ leyes del desarrollo en niños
Y ya está. Esas son las tres leyes del desarrollo, sencillas en lo teórico, ¿verdad? pero que, como es lógico, suponen una espectacularidad en cuanto a la cómo evoluciona nuestro organismo. Y lo más importante, de todo ir bien, estas se respetarán tanto en el embarazo como en todos los años de maduración de tu peque.
No quisiera terminar sin comentar que estas son, aunque esenciales, muy generales. Después nos encontramos con que otros autores de renombre en la materia como Vygotsky, Erikson o el mismísimo Piaget, diseñaron y defendieron otras teorías centradas en aspectos particulares del desarrollo (desarrollo psicosocial, sexual, sociocultural…).