Quizás esta sea una de las menores preocupaciones que se nos vienen a la mente cuando pensamos en tener hijos. Sin embargo, limpiar la casa con niños tiene su aquel, especialmente en ciertas ocasiones como cuando estos son muy pequeños o, por contra, cuando empiezan a moverse demasiado y están en todas partes al mismo tiempo.
Limpiar la casa con niños: habitaciones
- Cambia la ropa de cama una vez por semana en verano y, en general, si tus niños están en edad de máxima actividad. Obviamente, un bebé que no saber andar no va a sudar las sábanas pero un pequeño terremoto sí. En invierno, al reducirse el sudor, puedes hacerlo cada 10-15 días, aunque esto, por supuesto, es bastante particular para cada persona.
- Aire la ropa de cama cada día antes de hacerla. Si no lo hacemos así, los ácaros se quedarán entre las telas.
- Lava la ropa de cama siempre a 60 grados, aunque sea de color. Sólo de este modo los posibles agentes patógenos morirán o quedarán inactivos. Ídem para los peluches.
- Aspira debajo de la cama, aunque sea de tipo nido.
- Vapea y/o aspira los colchones dos veces al año (puedes aprovechar cuando les des la vuelta). Puedes utilizar una plancha de vapor o un cepillo de aspiradora.
- También, de vez en cuando, retira la funda y/o protector de colchón y aplica spray antiácaros. Deja actuar y cepilla o aspira.
- Para estores o cortinas, elige lavables o de fácil limpieza con accesorio de aspirador. No debes olvidarte de ir dándoles, pues también acumulan polvo y otras partículas tanto de la calle cuando abrimos la ventana como propias de nuestra respiración, etc.
- No tengas las habitaciones infantiles demasiado cargadas de objetos que acumulen polvo. Sed prácticos y almacenad todo lo posible a cubierto (gavetas, cajas de plástico con ruedas, muebles con puerta, etc). Deja a mano aquello que más se use.
Limpiar la casa con niños: cocina
La cocina es una de las áreas del hogar que más se ensucia, especialmente si comemos en ella. Por ello, es lógico que debamos prestarle especial atención y limpiarla y desinfectarla a conciencia.
- Despeja encimeras y estanterías tanto como sea posible. De este modo será muy sencillo limpiar sus superficies y lo podrás hacer diariamente en un momentito.
- Las áreas de paso de alimentos y restos también se deben desinfectar a diario (fregadero, fogones). ídem en el caso de los electrodomésticos como el horno o el microondas, aunque estos se trabajarán sólo los días que los uses.
- Presta especial atención a las superficies de apoyo (encimeras y tablas). Obviamente, retienen muchos gérmenes y favorecen la contaminación cruzada.
- No dejes fregaza pendiente. La comida en los platos hace que las bacterias se multipliquen rapidísimamente, esparciéndose ya no sólo por los utensilios sino por el fregadero, lo que hace más difícil su eliminación.

- Si usas lavavajillas, pon a remojo siempre todo antes de meterlo dentro y déjalo totalmente cerrado. No escatimes en productos de limpieza para este pues si no hay suficiente toda la vajilla quedará contaminada.
- No nos olvidemos de la campana extractora, que necesitará una limpieza semanal y una profunda cada mes si sois muchos en casa o cada dos meses si sois menos.
- Electrodomésticos pequeños y armarios también irán necesitando repasos a menudo y limpiezas grandes cada 50-60 días.
- El suelo de la cocina debe fregarse diariamente, pues en él es donde más microorganismos se acumulan.
- No te olvides de limpiar la nevera en su interior. Ordena los alimentos según el tipo para no diseminar los patógenos por todo el refrigerador. Coloca empapadores sobre las bandejas y sustitúyelos regularmente. Así mismo, usa desinfectante y un paño para darle a todas las superficies.
- Cambia a menudo estropajos, trapos y bayetas.
Limpieza del hogar con niños: salón
- Limpia el polvo de los muebles a mano un par de veces a la semana y del resto una vez. Empieza por los que están en las zonas superiores.
- No uses plumeros, que mueven las partículas, sino paños húmedos. Usa agua destilada o productos específicos para el tipo de mueble que tengas. Si es necesario por sus características, pasa un paño seco al finalizar pero asegúrate de que este no deja pelusa o tendrás un salón lleno de partículas capaces de moverse por todo el ambiente.
- Diariamente tendrás que aspirar el sofá, los cojines y la alfombra.
- Si puedes, evita las alfombras y la moqueta, que son un hervidero de gérmenes y favorecen las alergias. De tener, debes trabajarlas con un aspirador de enorme potencia.
- Elige tejidos de fácil lavado. Generalmente los sintéticos son menos frágiles.
- Ve dándole a las lámparas de vez en cuando. Aunque no notemos su presencia, acumulan polvo y este cae sobre nosotros. Además, sobre las bombillas este se transforma llegando a producirse compuestos orgánicos que, entre otras cosas, huelen bastante mal. No es necesario que las hagas cada semana pero sí conforme vayas acordándote.
- Opta por decoración minimalista, pues cada objeto es un cúmulo de suciedad con su correspondiente retención de patógenos. Así mismo, elige elementos de fácil limpieza, por ejemplo, sin surcos, troqueles, etc.
Limpiar la casa con bebés: suelos
- Muchos gérmenes del hogar son especialmente potentes contra el sistema digestivo, el cual en los niños es inmaduro. Por ello, es una zona que no debemos subestimar, pues suele ser una gran olvidada.
- Opta por el aspirador y jubila la escoba, que lo que hace es levantar y mover el polvo y demás elementos microscópicos. Obviamente también limpia pero es menos y eficaz y, sobre todo, es una lata porque puede favorecer la alergia al polvo. La aspiradora, por contra, con sus múltiples accesorios recoge más y mejor, accediendo a lugares más difíciles y sin mover ni una mota.ç

- Comienza la limpieza por los rincones y demás zonas de difícil acceso. Continúa así hasta finalizar en las zonas más amplias pero siempre tratando de elegir un recorrido eficaz.
- No olvides acceder bajo los muebles (otro pro del aspirador) y moverlos de vez en cuando para limpiar en su parte posterior, la gran olvidada.
- Es necesario fregar para eliminar las manchas. Si no te gusta hacerlo, por ejemplo, porque tienes suelo de madera, trata de mopear, con paño húmedo, a menudo; así no será necesario salvo que se te derrame algo. Utiliza agua caliente para sacar la suciedad mejor y más rápidamente y un desinfectante que no sea lejía.
- Obviamente, los restos de comida y otros vertidos se eliminarán, con desinfectante, de manera inmediata.
- No estaría de más contar con un robot autónomo. Obviamente no hace las cosas igual de bien pero siempre puede ser una pequeña ayuda para usar en momentos específicos como cuando no estamos en casa o estamos haciendo alguna otra cosa y puede ir quitando algo de suciedad.
- Sin duda, tendrás que poner aún más atención cuando el niño gatee.
- Una excelente opción para reducir considerablemente la cantidad de patógenos en el suelo es colocar en la entrada las zapatillas de estar por casa y un contenedor para colocar el zapato de calle; así podréis hacer el cambio de calzado en esta zona y no diseminar contaminantes en el hogar.
Limpiar un baño donde hay niños
- En general, para limpiar la casa con niños, incluyendo el baño, sigue las premisas que hemos ido viendo.
- Importante tener en cuenta que, aunque es un lugar sucio y nos gusta prestar especial atención, no debemos abusar de los químicos agresivos, pues nuestros hijos se sientan en la taza del WC, etc.
- Por esto mismo, es mejor limpiar más habitualmente y con productos suaves que ir dejándolo y que nos toque tirar de algo potente. Además, tenemos que procurar estar expuestos el menor tiempo posible a los gérmenes por lo que dejar que se acumule la limpieza del baño no es una buena opción en ningún caso.
- Usa limpiatuberías para evitar olores.
- Desocupa los estantes y armarios donde hay botes de productos y limpia su base. Aunque están «cerrados», pueden ir chorreando o goteando y, entre unos y otros, se forman un montón de rodales que tocamos cuando cogemos las botellas.
- Muy importante limpiar la zona de la pastilla de jabón, si la tenemos, pues ahí descansan gérmenes de toda la familia. Ídem para el vasito del cepillo de dientes.

- Utiliza pastillas desinfectantes para la cisterna. Así, cada vez que la utilicéis estáis dando un soplo de salubridad al inodoro.
- Trata de secar bien todo cuando limpies, especialmente si es un baño con no demasiada buena ventilación (algo bastante habitual); el moho aparece mucho más rápido de lo que imaginamos.
- Utiliza productos antihumedad y antimoho en paredes, juntas y techos.
- Limpia de manera trimestral las juntas de los azulejos de paredes y suelo.
- Presta atención a otros rincones como grifería, mampara y demás.
- Trata la cal y el óxido con productos específicos para mantenerlos a raya. Eso sí, lo ideal es que no lleguen a salir, pero sabemos que no es fácil de conseguir.
- Tapa o ten muy limpios todos los objetos (cepillo de dientes, pinzas, peines, hisopos…).
Además…
Algunos tips adicionales que te sirven de manera general para limpiar la casa con niños serían los siguientes:
- Tira, vende o dona todo aquello que no uses. Cada cosa cuenta. Además de ocupar espacio y dificultarte la limpieza rápida, todo lo que tienes acumula suciedad.
- Mantén el orden con un sistema eficaz. No amontones ni escondas objetos; no los encontrarás o serán de difícil acceso y acabarás optando por no utilizarlos.
- Ventila tu casa a diario. Los ácaros se reproducen en ambientes húmedos y cálidos, de manera que las casas son un lugar perfecto para ellos, en especial las camas, la cesta de la ropa o el tendedero si está lleno. Abre ventanas y puertas para crear corrientes, incluso en invierno y procura que entre la luz del sol. De necesitarlo, usa algún deshumidificador un par de horitas al día o por las noches.
- Por lo anterior, no dejes la ropa en el tendedero indefinidamente. Recógela y guárdala en cuanto esté seca.
- Si tienes mascotas tendrás que hacer todo lo anterior más a menudo, pues dejan mucho pelo. Una muy buena opción es el uso de cepillos específicos para retirar el exceso así como aspiradoras para capturar pelo de animales (que, además, suelen presentar filtros HEPA extremadamente eficaces y los recomendados para evitar alergias).
- Además, si salen a la calle traerán suciedad de fuera, por lo que aconsejo que les laves hocico y patitas al llegar a casa. Aun así, lava a máquina los textiles con los que tengan contacto al menos un par de veces al mes.
- A la hora de lavar ropa y otros tejidos con los que el bebé entre en contacto directo utiliza un detergente hipoalergénico de máxima calidad que, además de limpiar en profundidad, suavice las piezas (el suavizante está desaconsejado). Hazlo al menos durante las primeras semanas de vida de tu pequeño. Después pásate a uno neutro y sin aromas.
- Utiliza productos desinfectantes pero lo menos agresivos posible. Olvídate del amoniaco y similares y opta por fórmulas más respetuosas con nuestra piel y pulmones. Por ejemplo, puedes usar el famoso Sanytol, que lo tienes en formatos para todo tipo de superficies, incluso tejidos. Este elimina el 99.99% de los gérmenes sin el uso de lejía, por lo que, al menos para mía, es mi espadachín. Eso sí, hay muchas otras marcas; lo importante es que sean efectivos sin resultar lesivos.

- Involucra a los pequeños en las tareas de limpieza, exigiéndoles, por supuesto, hitos acordes a su edad y capacidad. De este modo, además de ser más sencillo, los acostumbras y valorarán lo importante que es la prevención y el orden.
Como ves, hay mucho por hacer (o cambiar más bien) cuando toca limpiar la casa con niños. Lo mejor es acostumbrarse cuanto antes para interiorizar todas las tareas y que hacerlo no sea una imposición sino una parte más de nuestro día a día y que no nos demos ni cuenta.