Esta es una lectura rápida y muy fácil pero, sin duda, de gran importancia. Seguramente ya te habrán explicado en el hospital cómo hacerlo pero, por si acaso, o por si aún no has dado a luz, no está de más saber cómo limpiar el cordón umbilical a un recién nacido.
Cómo limpiar el cordón umbilical
Limpiar el cordón umbilical en sí es bastante sencilla. Seguramente lo más difícil sea no tener miedo de hacer daño al bebé o de que no quede lo suficientemente limpio.
Pero tengo que decirte que una vez te pones a ello es mucho más fácil de lo que parece y, entre esta lectura, las indicaciones de tu matrona o doctor, la experiencia de otras personas que conozcáis y vuestro instinto ¡lo haréis perfectamente!
Saber que la limpieza del cordón es el punto base del baño del recién nacido. Sin embargo, a diferencia de este, debemos hacerla a diario. Esto significa que el día que bañes a tu peque le hagas la limpieza del cordón en ese momento pero que, si un día no lo bañas, el cordón debe cuidarse igualmente a diario.
Este se debe desprender solo entre los días 7 y 14. Si pasan más de dos semanas y no lo hace (y ves que no tiene pinta), acude a pediatría pero jamás intentes hacerlo por tu cuenta.
Ahora sí, vamos a ello.
- Adecúa la temperatura ambiente y acerca todo lo que vayas a necesitar.
- Ten limpio el lugar donde vayas a colocar al bebé.
- Lávate las manos, aunque lo vayas a bañar.
- Desnúdalo. Si no vas a bañarlo puedes ponerle calcetines y una mantita de algodón en la zona superior aunque, sinceramente, mi consejo es no hacerlo. Realmente no es necesario si hay una buena temperatura y eso sólo puede dar lugar a una infección, por limpia que esté.
- Empapa unas gasas en agua tibia con solución desinfectante. Salvo que se te indique lo contrario, lo ideal es usar alcohol de 70º o clorhexidina al 4%. Puedes usar también jabón neutro pero sólo si después enjuagas la zona con más gasas con la solución escogida.
- Limpia con una de ellas el área circundante al cordón.
- Usa una gasa para agarrar la pinza del cordón.
- En esta posición, utiliza más gasas empapadas para mojar la herida.
- Cubre la herida colocando una gasa SECA enrollada en el cordón.
- Seca a conciencia, usando toquecitos. Para ello, asegúrate de que el niño tenga una toalla de uso individual muy limpia, sin humedad y que no suelte fibras.
Otras consideraciones
Además del proceso de limpieza, ten en cuenta lo siguiente:
- Es importantísimo no pasarse con las curas. Antes se recomendaba la desinfección del cordón con cada pañal, ¡imagínate! Pero, claro, hay que considerar que, además de los microorganismos infecciosos, el alcohol se lleva también las bacterias que ayudan a la cicatrización y posibilitan que el muñón se caiga.
- Para favorecer la caída sin efectos negativos, trata de dejar la zona al aire tanto como sea posible (poniendo por delante siempre el hecho de que el peque no pase frío). Por ejemplo, con la habitación caldeada, después del baño déjalo un ratito desnudo.
- Por supuesto, sí habrá que limpiarlo si se llenase de heces (¡esperemos que no!), aunque «no toque».
- No comiences con los baños por inmersión hasta que el muñón caiga.
- Ya lo he dicho pero no caigas en la tentación de tratar de retirar el muñón, aunque lo veas eco y próximo a caer.
- Aunque no es extraño que tenga algo de sangre (ojo, algo), sí es preocupante que aparezca pus o la zona se inflame/enrojezca. A fin de cuentas, son señales de una infección, algo muy delicado de tratar en un recién nacido. Por supuesto, acude a consulta.
- No apliques lociones antibióticas si no lo ha indicado el experto que haya llevado tu parto. En la mayoría de los casos no es necesario y estos fármacos dificultan la cicatrización.
- Cambia la gasa seca del cordón cada vez que cambies el pañal.

¿Por qué es tan importante la limpieza del cordón?
Ahora que ya sabes cómo hacerlo puedes relajarte y, si quieres, seguir leyendo un poquito más para saber dónde radica la importancia de la higiene del cordón. ¡Seguro que sabiéndolo le pones todo el empeño del mundo!
Realmente es sencillo y lógico imaginar por qué es tan importante que el muñón umbilical se mantenga limpio y desinfectado.
El cordón tiene vasos sanguíneos y es una herida abierta. Aunque se pince hay posibilidad de que los gérmenes penetren a través de ella y se produzca una infección. Y aunque puede ser leve, lo habitual es que no y que, de hecho, se complique aunque en primera instancia pareciese una nimiedad.
Piensa, además, que tu pequeño aún no cuenta con un sistema inmune propio sino que su protección ante agentes externos depende de la alimentación que hayas tenido durante el embarazo y de si le estás dando el pecho o no (con la lactancia natural obtiene más anticuerpos).
Esto significa que es, hablando claro, un ser MUY débil; lo que a nosotros puede no causarnos absolutamente nada para él puede ser grave y una infección que para nosotros fuese moderada en un recién nacido puede suponer incluso la muerte.
Sé que suena muy fuerte pero, sintiéndolo en el alma, es la verdad. Eso sí, no quiero que por este motivo os obsesionéis y estéis limpiándolo de más porque, como ya he dicho, tenerlo húmedo y con tanta solución, y, además, estar continuamente toqueteándolo, puede ser negativo.