La literatura infantil es, para mí, uno de esos pilares base para el desarrollo de los niños. Es mucho más que entretenimiento: un recurso amplio, polivalente, que estimula varias facetas del desarrollo y los acompaña a lo largo de toda la infancia.
¿Quieres saber qué es lo que la hace tan valiosa? Porque, sí, tal y como adelanto en el título, es mucho más que un simple cuento. Descubramos en qué consiste exactamente este recurso, sus géneros, cómo acompaña a los niños adaptándose a su edad y los beneficios que tiene para su desarrollo cognitivo y emocional. ¡Ah! Te voy a contar, también, cómo puedes hacer que tu peque lea con placer.
¿Qué es la literatura infantil? Géneros y expresiones
A priori, tenemos que la literatura infantil es aquella que se hace pensando en el público de corta edad. Los autores se inspiran en los niños y adaptan su arte a las capacidades y los intereses de estos. Buscan un objetivo que conseguir con medios sencillos.
Pero, por otro lado, expertos como Giovanne Gentile, licenciado en filosofía y Ministro de Educación en Italia, amplían el espectro y hablan de que la literatura infantil es toda aquella que, sin crearse pensando en los niños, es capaz de cumplir sus objetivos.
Uniendo ambas afirmaciones, se considera, por tanto, que literatura infantil es toda aquella obra que intenta plasmar el mundo infantil desde el mundo adulto así como la que se adecúa a su etapa de desarrollo y se acepta como propia, sin importar cuál fuese su intención a la hora de diseñarse. Busca entretener, enseñar y acompañar emocionalmente.
¿Y, de manera general, qué significa esto? Los elementos que deberías encontrar en los títulos que quieras para tu peque, los que forman parte de cualquier obra de literatura infantil de calidad son:
- Contar con un lenguaje apropiado a su edad. Ojo, aquí se incluyen, también, las imágenes, muy necesarias para captar el interés de los más pequeños.
- Potenciar la imaginación.
- Tener valor educativo.
- Tener un sentido lúdico capaz de despertar la curiosidad y el potencial intelectual.
Tipos de literatura infantil y subgéneros
Tradicionalmente, los géneros literarios para niños son la poesía, la narrativa y el teatro. Pero, poco a poco, han ido adoptando formas distintas para convertirse en géneros plurales enriquecedores, más específicos y capaces de cubrir las necesidades específicas de la infancia. Con esta variedad, cada uno refuerza o potencia aspectos como la memoria, creatividad, lenguaje, escucha activa…

Así, actualmente nos encontramos con que los tipos de literatura infantil que existen son:
Poesía
- Poesía.
- Destaca por la manera de recrearse en la rima y el ritmo, resultando muy atractiva por su musicalidad. Para conseguirlo, se vale de onomatopeyas, aliteraciones, diminutivos, etc. Cualquier obra de poemario infantil debe ser fácil de visualizar, el lenguaje suscitará en el niño imágenes y sentimientos. Como puntilla, no abusemos de la ñoñería; los recursos que hemos visto deben ser suficiente para resultar atractivos al público infantil.
Aunque encontramos pareados, retahílas, trabalenguas, adivinanzas y refranes, sin duda, las canciones son las más recurridas, con diferencia, pues las introducimos desde el nacimiento, ofreciendo los primeros contactos con el ritmo, el lenguaje y la emoción. Las clasificamos en canciones de cuna, de falda, de corro y de comba.
Narrativa
Se trata de relatar cualquier acontecimiento en prosa. Por supuesto, el protagonista innegable en la infancia es el cuento, qué tanto aporta. Pero también encontramos las leyendas, los mitos adaptados, las fábulas, los microrelatos y, por supuesto, la novela infantil.
Teatro
Es una herramienta poderosa que fomenta el juego de roles, la expresión corporal y la empatía gracias a que la palabra se acompaña del gesto. A través de estas dinámicas, se convierte en un recurso literario y educativo muy completo, permitiendo a los participantes explorar historias y emociones desde diferentes perspectivas.
Entre sus muchas formas, se pueden utilizar guiñoles y marionetas, que son excelentes para estimular la imaginación. También tenemos el teatro de sombras, el cuentacuentos, los títeres, el teatro improvisado o el teatro de calle, en el que se invita a que los niños participen.
Tebeo
Combina texto e imagen, lo que facilita la lectura a niños que están comenzando. Estimula la interpretación visual y secuencial. Hay cómics muy ricos en contenido literario, ético y emocional. Como opinión personal, son espectaculares, ¡dadles la oportunidad!¡Especialmente a las tiras cómicas!
Material didáctico
En él se aúnan propósitos pedagógicos y artísticos. Se trata de los recursos destinados a la tarea educativa como tal, con elementos que favorecer el aprendizaje. Lo consigue trabajando la progresiva adquisición de conocimientos de manera lúdico-educativa. Se incluyen aquí libros de números, formas, texturas, secuencias gráficas, narrativa más o menos experimental (en función de la edad), cartillas de repetición…
Así, la literatura para niños se presenta de manera escrita, oral, ilustrada o fruto de una combinación, enriqueciendo la experiencia y, sobre todo, adaptándose a los objetivos que diseñemos, acordes, a su vez, a las necesidades del público infantil.
📚Biblioteca imprescindible de literatura infantil
He hecho una recopilación de títulos de obras literarias para niños que están entre los tops de educadores y educadoras de habla hispana. Sí o sí, vas a encontrar varios de ellos en cualquier centro docente.

Literatura infantil y tecnología
En la actualidad parece imposible que los niños, especialmente conforme van creciendo, se separen de un dispositivo electrónico. La nueva tecnología ya forma parte de nuestras vidas y, con nuestras actuaciones (más y menos acertadas según a quién preguntemos) la estamos convirtiendo en una necesidad.
Y, aunque yo defienda la importancia del juego sin pantallas, también comprendo los beneficios que la tecnología puede aportar en edades tempranas, si se usa bien, claro.
Es imposible alejar a los peques de los cachivaches. Nuestro propio smartphone, que lo usamos como libro de consulta o como reproductor multimedia, las tablets (u otras propuestas similares) que les dan en clase para «modernizarnos», el ordenador 24/7 en casa porque ahora papá teletrabaja o simplemente el teléfono «anticuado» que su amiguito ha heredado de mamá hacen que, quieras o no, tu hijo se exponga constantemente.
Y, puesto que «si no puedes con tu enemigo, únete a él», sólo puedo decirte que, en efecto, puedes disfrutar de la literatura en formato digital y presentársela así a los niños, buscando la variedad de recursos.
¿Qué literatura infantil digital resulta adecuada? Consejos a la hora de utilizar este recurso
- No te respaldes en lo digital para dar de lado lo tradicional; debe ser un complemento, no un sustituto. Y, de hecho, hablaríamos de un complemento puntual, teniendo mucho más peso unos títeres caseros que hayáis confeccionado juntos o el juego del espejo a la hora de apostar por los trabalenguas.
- Recuerda que lo digital no es sólo una tablet. Tienes ebooks con pantalla sin iluminar, ordenadores con monitores táctiles, material imprimible, híbridos pantalla-imprimibles…
- Diversifica. No te quedes siempre en un formato digital, ya sea por comodidad, porque le gusta más o por cualquier otro motivo. Varía entre ellos al igual que le vas cambiando los juguetes cada ciertos días.
- Usa la pantalla como soporte tradicional. Usáis una pantalla sí, pero exactamente igual que un libro: no dejas al niño sólo sino que lees tú, no se acerca demasiado, no abusa de ella…
- Recurre a pantallas cuando el recurso aporte algo adicional al formato tradicional. Por ejemplo, historietas de decisiones en las que interactúas o un gift que muestre cómo abrir la boca para pronunciar ciertas letras o palabras.
- Evita las imágenes estáticas (para eso está el papel). El formato multimedia debe ser para sumar. Busca aquel con sonido ambiental, capaz de meterte bien en una historia. O aquel que muestre sonidos que el niño no haya tenido la oportunidad de sentir a menudo. O los que son difíciles de interpretar para los adultos (hay algunos animales que no veas…).
- Utiliza el multimedia para trabajar la asociación objeto-sonido.
- Busca aquello que resulte diferente a lo que ya tenéis en casa.
- Para que el niño no sea un sujeto pasivo, apuesta por elementos que precisen de su interacción.
- Derivado de esto, presenta el recurso sólo cuando tu hijo tenga capacidad para trabajar con él.
- El audiolibro es una excelente alternativa cuando el niño está ávido de cuentos y los papis ya no podemos más. Además, suele tener un efecto relajante.
- Las aplicaciones de pronunciación son bastante útiles y fáciles de usar para mayores y pequeños, las podéis usar en conjunto y generalmente están abaladas por logopedas, por lo que tienen el visto bueno para educar.
- Comparte con tu peque el momento. Si es una historia interactiva, tú narras, él elije. Si es audiolibro, para compensar esa pasividad de sólo escucha, puedes proponerle después dibujar contigo lo que contaba la historia.
- También respecto a los libros interactivos, funcionan muy bien como pie a que tu hijo diseñe sus propios personajes, que luego podéis dibujar y disfrutar a menudo.
Beneficios de la literatura infantil: ¿Por qué es tan importante en todas las etapa de la infancia?
La literatura infantil es una poderosa herramienta que impulsa el desarrollo emocional, social y cognitivo de los niños desde sus primeros meses de vida. A través de cuentos, canciones, poemas, obras de teatro o cómics, los pequeños no solo se divierten, sino que también crecen interiormente y aprenden a comprenderse y a relacionarse con el mundo.
Entonces, ¿por qué es importante la literatura infantil?¿Cuáles son sus beneficios?
- ✅Lenguaje y comunicación. Desde las primeras retahílas hasta libros más complejos, la literatura favorece la adquisición del lenguaje oral y escrito. Ayuda a ampliar el vocabulario, mejora la comprensión, estimula la pronunciación y potencia la capacidad de escuchar y narrar.
Además, la lectura en la infancia estimula la curiosidad natural del niño, haciendo que quiera preguntar, descubrir y comunicarse mejor con los demás. - ❤️Desarrollo emocional. Los niños se ven reflejados en los personajes y aprenden a reconocer y expresar emociones como la tristeza, la alegría o el miedo. La identificación con los protagonistas les permite explorar sus propios sentimientos desde un lugar seguro. Así, los libros se convierten en un espacio de contención emocional.
- 💡Imaginación y creatividad. La literatura infantil alimenta la capacidad de imaginar, de crear nuevas ideas y de pensar “fuera de lo común”. Estimula el pensamiento simbólico y abstracto, y permite al niño encontrar soluciones creativas en el juego y en la vida cotidiana.
- 🤝Valores y socialización. Los cuentos, fábulas y pequeñas historias ayudan a transmitir valores como la empatía, la solidaridad o el respeto. También refuerzan las habilidades sociales, ya que fomentan el diálogo, el trabajo en equipo y la escucha activa, tanto en casa como en la escuela. Ponerlos en lugar de otro o en situaciones hipotéticas los prepara para la vida.
- 👩👧Vínculo afectivo. Leer desde pequeños fortalece el vínculo afectivo con la persona que acompaña la lectura. Este momento compartido transmite seguridad, atención y amor, reforzando el apego y la sensación de estar acompañado emocionalmente.

Así, es innegable la importancia de la literatura infantil, pues acompaña el crecimiento integral del niño. No es solo una herramienta educativa, sino una aliada emocional que contribuye a construir personas más comunicativas, sensibles, creativas y seguras de sí mismas.
Recursos literarios para cada etapa
Como podrás imaginar vamos a encontrarnos escenarios muy diferentes en función de la edad del niño. La clave está en ofrecer recursos que acompañen y potencien cada fase, favoreciendo el vínculo con la lectura desde el nacimiento y adaptándose a la evolución del pequeño para mantener el interés y que no dé de lado a esta herramienta tan poderosa.
0 a 3 años: literatura infantil para bebés
La literatura infantil para bebes dista mucho de lo que se viene a la mente de cualquier adulto cuando hablamos de «literatura». Canciones (para que disfrute de la musicalidad y la repetición) y libros sensoriales (que combinan texturas, sonidos y colores para captar la atención) son las principales maneras en las que introducimos el lenguaje, la musicalidad y las emociones en el niño. Claramente, la orientación se da hacia lo sensorial, pues el bebé es aún inmaduro para lo demás. También busca formar el apego.
Es fundamental para el desarrollo temprano del lenguaje y la conexión emocional con el adulto que lee o canta, comenzando a sentar las bases de las relaciones futuras con sus familiares inmediatos.
3 a 6 años: literatura infantil para preescolar

Esta se centra en potenciar el lenguaje, la imaginación y la comprensión emocional. Los cuentos cortos, las rimas, el teatro guiñol y las fábulas son recursos ideales. Eso sí, nada tiene que ver lo que disfruta un recién llegado a este tramo educativo, con 3 añitos, que está acostumbrándose a la comprensión emocional, que la literatura infantil para niños de 5 años, que permite un verdadero disfrute de historias un poco más elaboradas y juegos narrativos complejos. Esta variedad ayuda a mantener el interés y a fomentar la autonomía lectora incipiente.
6 a 9 años: literatura infantil para niños de primaria
Con la llegada a la escuela primaria, la literatura infantil se adapta a las nuevas capacidades de comprensión lectora y autonomía. En esta etapa, los niños empiezan a disfrutar de cómics, cuentos más largos y sus primeros libros ilustrados, que ayudan a consolidar valores y principios. La selección de textos debe estimular tanto el aprendizaje como la reflexión, facilitando la construcción de una identidad personal a través de la lectura.
9 a 12 años: literatura infantil para niños mayores
Literatura infantil para niños de 10 años y en adelante ya es harina de otro costal. El nivel de complejidad de la literatura infantil aumenta considerablemente. Los niños empiezan capacitarse para disfrutar de historias más completas, teatro leído y novelas gráficas que les permiten desarrollar el pensamiento crítico, la resolución de conflictos y fortalecer su identidad. Esta etapa es clave para consolidar el hábito lector y para que los niños se enfrenten a temas más profundos y diversas perspectivas a través de la literatura.
En resumen, este es un recurso capaz de acompañar y respetar el ritmo de desarrollo de cada niño, utilizando recursos específicos para cada tramo etario que potencien sus habilidades cognitivas, emocionales y sociales.
Cómo introducir la literatura infantil en casa
Todo el mundo busca «cómo fomentar la lectura en los niños». Sin embargo, me gustaría, si has llegado hasta aquí, que no te cierres sólo a eso. Por lo general, nos obsesionamos con que lea novelas, porque lo piden en el colegio. Pero si desde pequeños introducimos bien todos los tipos literarios que hemos visto, verás que esa preocupación propia de Primaria nunca llegará.
- Empieza desde el nacimiento (o antes). Lee a tu bebé un cuento cada día, aunque no entienda nada, aunque se quede dormido 3 minutos después. Siempre debe haber un libro disponible.
- Libros sensoriales. Queda mucho hasta que el peque pueda leer cuentos. Lo que sí puedes darle, y le ayudará muchísimo, es un libro sensorial, bastante más versátil de lo que podemos imaginar. Las texturas y los contrastes en color y tamaño le encantarán y no deja de ser un forma más de que el bebé tenga un libro cerca. Además, si los escoges temáticos, puedes hablarle al respecto contándole cualquier cosa que inventes sobre la marcha y después los podrá usar él mismo para ser quien invente historias.
- Escoge opciones acordes a sus capacidades e intereses. Es esencial que el niño sea un receptor activo, es decir, que puede y desee hacer suya la pieza. En ocasiones, títulos especialmente infantiles carecen de interés para él debido a que son demasiado predecibles, pueriles o moralizadores. Es algo que debes ir atendiendo, viendo la atención que tu hijo pone por cada obra con el transcurrir del tiempo.
- Da ejemplo. Disfruta tú también de estos recursos que, por cierto, son igualmente beneficiosos para los adultos. Los niños captan mediante la observación. Después, imitan y practican lo que ven. Si te descubre a ti leyendo un libro en lugar de estar con el smartphone o colocas un poema en la nevera para canturrearlo mientras preparas la comida, seguramente captes la atención de tu hijo y quiera, cuanto menos, interesarse por aquello que te entretiene y te hace disfretar.

- Leed en voz alta todos los días. Tanto tú por tu cuenta, por ejemplo, mostrándole a tu parece lo interesante que es la reflexión de Pepito Escritor, como con el peque. Es más divertido, más dinámico, más sentido y da pie a realizar actividades complementarias después.
- Cantad, recitad rimas, jugad con las palabras. No ofrezcas la lectura como un deber, como algo aburrido. Hay montones de recursos para que la literatura pueda ser divertida y que, un día más tarde, sea tu hijo quien te pida compartir momentos de ese tipo.
- Dejar los distintos recursos a su alcance. ¿De qué sirve un libro en la leja más alta de una estantería o un guiñol en la caja de juguetes? Déjalos a su alcance, por ejemplo, en la mesita de centro. Sí, seguramente cada vez que te asomes lo encontrarás todo esturreado por el suelo pero te aseguro que alguna vez entre tantas también vas a ver a tu hijo sentado, calladito y ojeando el libro o imitando, a carcajadas, la historia que le contaste anoche con la marioneta.
Conclusión: haz magia con las palabras siempre que puedas
La literatura infantil está presente en todas las etapas y, bien utilizada, tiene un impacto profundo en el desarrollo de cada niño. Lo más evidente ya lo sabemos todos, comprensión lectora, adquisición de vocabulario, etc. Pero ya hemos visto que es un recurso que va muchísimo más allá, tanto que condiciona nuestra forma de pensar y actuar cuando somos adultos, y lo hace en diferentes vertientes.