La lactancia materna, además de ser la más beneficiosa para el bebé, es muy bonita. Es por ello que las mamis nos empeñamos en ofrecerla a nuestros peques, pues realmente disfrutamos el momento. Sin embargo, en ocasiones no todo es perfecto y podemos necesitar, por ejemplo, mejorar el agarre del bebé al pecho, punto que paso a explicar hoy aquí.
Tips para mejorar el agarre al pecho fácilmente
Hay mucho que puedes hacer para que tu peque consiga mejorar el agarre a tu pecho y que las tomas sean un momento perfecto en todos los aspectos.
- Comprueba la postura de agarre.
- El bebé no debe coger sólo el pezón sino también buena parte de la areola.
- Además, sus labios deben quedar como boca de pez.
- Cuando succione, sus carrillos deben hincharse.
- Amamantar a tu hijo no debe producirte dolor.
- Para conseguirlo coge tu pecho con todos los dedos dejando el pulgar encima y los demás debajo e introduciendo la mama en la boca tanto como sea posible y con el pezón apuntando hacia el paladar del pequeño.

- Mantén la higiene de la zona. Lava tus pechos antes y después de cada toma así como cada vez que sientas sudor o suciedad en general.
- Retira el pecho y deja pasar unos segundos antes de volvérselo a dar. El motivo es el mismo que el anterior: que el niño ansíe comer.
- Sin que pase hambre, espera a que el niño quiera comer para darle el pecho. De no ser así se acostumbrará a estar siempre chupando y lo hará ya desganado, como un acto reflejo, prácticamente masticando.
- No dejes que se duerma mientras come. Además de quedarse con hambre y despertarse antes de hora (habiendo dormido peor), pasa lo mismo: se acostumbrará a usar el pezón como chupete y se dedicará a chuparlo y mascarlo.
- Estimula a tu bebé.
- Pásale suavemente el pezón en el arco de cupido o por la comisura de los labios. Al buscar la teta se crea una mayor ansia y se agarrará con ganas.
- Otra manera muy diferente de estimularlo es, cuando no toque toma, ponerlo, piel con piel y boca abajo, sobre tu torso, cenca del pecho. Verás como instintivamente lo busca al sentirte y olerte.

- Guíale. Con suavidad, tómalo por la parte posterior de su cabecita y empújala hacia tu pecho una vez tenga la boca abierta. A veces se ponen a cabecear y les resulta difícil agarrar por mucha hambre que tengan.
- No le des chupete. El agarre y la succión de este y el pezón son diferentes y el bebé podría acostumbrarse a cómo lo hace con el primero.
- Escoge una postura cómoda para ambos, de manera que no os canséis y queráis terminar rápido o necesitéis moveros. Puedes ayudarte de un cojín o almohada de embarazo/lactancia, usar mecedora, probar en el sofá, cama o silla a ver cómo os sentís mejor, etc. ídem con el momento y el ambiente.
- Vuelve a empezar. Si algo no está saliendo bien no pienses que se solucionará solo o pretendas «salir del paso». Retira al niño del pecho, deja pasar un momento e inténtalo de nuevo.
- Apuesta por la lactancia materna exclusiva. Como con el chupete, el biberón podría confundir a tu hijo y no solo que no se agarre bien al pecho sino que termine rechazándolo.