La papilla de fruta es un alimento riquísimo que entraría en segundo lugar, tras la papilla de cereales, en el calendario de alimentación infantil (obviando la leche, claro). Como imaginarás, al darse a tan temprana edad hay que seguir una serie de consideraciones para que el niño la acepte.
¿Por qué el porridge de fruta se introduce en segundo lugar?
Por supuesto, hay motivos para que sea la fruta y no otro alimento el siguiente que debamos darle a nuestro peque.
- Muchas de las frutas son muy suaves, ideales para el sensible estómago. Ojo a esto porque hablamos de unas pocas; se han de ir introduciendo con el tiempo y, de hecho, muchas no se pueden tomar hasta cumplir el año de edad debido a que pueden presentar alérgenos.
- También lo son al tacto, haciendo que el porridge sea agradable y muy fácil de tragar.
- La fruta es muy rica en vitaminas y algunos minerales, micronutrientes que se van haciendo necesarios al haber ido reduciendo la cantidad de leche que se toma en pos de introducir los cereales.
- Lo mismo ocurre con el agua. Al dar cereales estamos cargándonos de hidratos de carbono (aunque para los bebés se escogen los cereales con mayor proporción de agua). Carbohidratos e hidratación son conceptos casi opuestos, por lo que introducir más agua en la dieta es necesario y lo hacemos con la fruta. De hecho, la toma de papilla de frutas irá casi de la mano con empezar a dar agua al niño.
- Las frutas tienen mucha fibra. La inmensa mayoría de frutas cuenta con una importante cantidad de fibra, especialmente en la piel. La fibra es saciante, lo que nos ayuda a seguir alejando las tomas. También es muy adecuada para favorecer el tránsito intestinal, que se puede haber visto afectado con la toma de los primeros sólidos.
Consideraciones e indicaciones para dar papilla de frutas
Toca conocer cómo se prepara la papilla de frutas así como todo lo que debes saber para dársela a tu peque.
- Las primeras frutas a introducir son la pera y el plátano. Acto seguido (un par de días o tres después de que el bebé tome sin problema -de verdad- las anteriores) se dará manzana.

- La papilla de frutas se da por primera vez, a más tardar, 15 días después de haber introducido los cereales.
- Esta es ideal para sustituir la toma de la merienda.
- Nunca se le añadirá azúcar o leche condensada.
- La fruta debe estar madura, pelada y sin pepitas. Además, debe encontrarse a temperatura ambiente.
- Las primeras papillas, por cantidades, estaría bien que se hiciesen con una pera, medio plátano y un poco de su leche habitual, no importa si es de pecho o de fórmula.
- Por un lado hay que preparar la leche (con el sacaleches y al bibe o haciendo la mezcla de leche en polvo y agua) y, por otro triturar la fruta para terminar mezclándolo todo homogéneamente.
- La fruta se oxida y es más fácil que se corrompa con leche de manera que no debes tardar en dar otra toma de papilla si haces de más.
- Nunca debes guardar restos si el niño los ha tenido en la boca, pues contendrán bacterias.
- Como hemos dicho, después de percibir una buena aceptación (a la semana más o menos), introduciremos la manzana. Para ello las cantidades pasarán a ser medio plátano, media pera y media manzana.
- Cada vez tendremos que añadir menos leche para que la papilla sea más densa. Para suplir esas calorías, poco a poco pondremos un pelín más de cada fruta hasta llegar a una pieza de cada.
- Puedes ir introduciendo nuevas frutas conforme se toleren las anteriores para enriquecer el gusto del niño.
- Ya hemos comentado que algunas están prohibidas hasta pasado el año. Estas son el melón, la mora, la frambuesa, la fresa y el melocotón.
- Conforme pasen los meses, a mayor necesidad de energía y preferencia de porridge más denso, podemos cambiar la leche por papilla de cereales. Esta es una muy buena opción para el desayuno. Aunque yo siempre abogo por la preparación casera, sé que esta mezcla puede ser algo laboriosa. Como curiosidad, saber que ya hay en el mercado preparados con cereales y fruta; no está de más tener uno por casa siempre y cuando no se tome como costumbre.

- Otra opción, una vez hayas introducido la naranja o la mandarina, es añadir su zumo a la papilla. De este modo, obtienes nuevos sabores y texturas.
- A partir de los 9 meses se puede cambiar esta última por galletas aunque, sinceramente, es un alimento que recomiendo no dar a los niños (a excepción de las formuladas expresamente para ellas o las que podamos hacer caseras reduciendo al máximo la cantidad de ingredientes y pudiendo escoger los de mayor calidad).
- De nuevo, y como consejo sin tomarlo como costumbre, también tienes tarritos de fruta natural ya preparados que te pueden servir para imprevistos y situaciones particulares. Asegúrate, eso sí, de que sean de gran calidad, con el mínimo de conservantes y otros elementos inadecuados para la alimentación y escogiendo siempre aquellas marcas que cumplan con los controles de calidad.

- Si tu peque aún no sabe comer con cuchara puedes usar un biberón con agujero grande en la tetina ¡pero lo ideal es que lo pongas a practicar cuanto antes!
- Aunque lo dijimos con el preparado de cereales, en el momento de tomar papilla de fruta tu peque ya debe beber agua.