¡Ay! ¡Qué recuerdos! El primer baño del bebé fue uno de los momentos más deseados que tuve durante meses y meses del embarazo. Y qué pequeña decepción, por decirlo de alguna manera, el descubrir qué poco se parece el bañar a nuestro recién nacido respecto a lo que teníamos en mente.
Veamos, una vez dado por sabido lo anterior, cómo procederemos a bañar a un bebé un poquito más grande.
Primer baño del bebé: paso a paso
Lo primero y seguramente más importante que tienes que saber y que puede que no sepas aún es que el baño del bebé se considera como tal cuando realizamos la inmersión de este, es decir, cuando lo metemos en el agua. Este es el punto que diferencia uno de otro.
¿Cuándo ocurrirá? De base, esto se hace cuando al peque se le ha secado y caído ya el cordón umbilical. esto en el supuesto de que no presente en ese momento alguna infección. En ese caso, se recurrirá primero a pediatra para que sea él quien considere si el tratamiento es compatible con el baño completo.
He de decir que hay mucha discrepancia al respecto y que actualmente no se desaconseja tampoco, si queremos mojar la zona al bañarlo, siempre y cuando sea un tiempo mínimo y después la dejemos seca por completo. El «problema» es que para conseguir esto último tenemos que andar toqueteando «de más» y, obviamente, es algo innecesario totalmente.

Dicho esto, tenemos que más o menos a partir de los 10-20 días de vida del pequeño, podremos proceder a bañarlo de la siguiente manera:
- Ambienta la habitación, manteniendo una temperatura de entre 22 y 24 grados. Esto supone, por supuesto, que no haya corrientes de aire.
- Si vas a poner un radiador, hazlo tan lejos como sea posible. Si no hay posibilidad de colocarlo fuera de vuestro alcance, no lo enchufes; mejor prevenir que curar pues las electrocuciones pueden llegar a ser mortales.
- Ten a mano todas y cada una de las cositas del peque; no puedes dejarlo sólo en la bañera ni una vez lo hayas desnudado, aunque fuese en la cuna o similar. Acuérdate de tener la toalla extendida (o en la posición que consideres más cómoda la hora de sacar al bebé de la bañera).
- Llena la bañera, como máximo, hasta una profundidad de 15 cm. Va a ser más fácil y, sobre todo, seguro. No te preocupes que, con una buena ambientación, el niño no va a pasar frío.
- El agua debe estar a 37º C, de manera que el bebé note cierto confort al mojarse pero no un contraste térmico. Lo ideal es usar agua más fresca e ir entibiando con caliente según se necesite.
- El bebé debe estar perfectamente sujeto para sumergirlo. Lo ideal es que apoyemos su cabeza en nuestro antebrazo cuando esté boca arriba y hagamos pinza de seguridad con nuestra mano cuando le demos la vuelta, si nos es más cómodo bañarlo en ambas posturas. Otra opción es que con la mano sujetemos cabeza, nuca y hombros y el cuerpo descanse sobre un cojín de bañera aunque aconsejo dejar esto para un poquito más adelante.
- Moja, poco a poco, todo el cuerpo del niño para atemperarlo.
- Empapa más la zona que vayas a empezar a enjabonar.
- Durante los primeros meses de vida el bebé no necesitará esponja para bañarlo. Con tu mano mojada (o esponja llena si la utilizas), pon una dosis de jabón, amasa para formar la densidad correcta y, entonces, frota con suavidad y en círculos.
- Ve mojando las zonas para que el jabón se frote con la máxima suavidad en cada centímetro de su cuerpo.
- Cuanto más peque sea el niño menos zonas tienes que lavar, durante menos tiempo, con menos jabón e insistencia. Tanto es así que puedes, perfectamente, en algunas ocasiones lavar axilas, cuello y genitales (y pies si lleva mucho calzado) y dejar que el resto del cuerpo reciba el jabón del aclarado simplemente. Por supuesto, no pasa nada si frotas a tu bebé en toda su extensión pero no le hace falta y, como pasaría con el cordón, no es necesario exponerlo más de la cuenta ni a tanto tiempo de baño, a tanto jabón ni a tanto frotis. Por supuesto, conforme pasan los días esto va cambiando y puedes y debes alargar más el baño.
- Lava el cabello mojándolo y aplicando el champú repartido por toda la cabeza en cantidades minúsculas. Haz círculos con el con la máxima suavidad para evitar la tracción (tirones).
- Para el enjuague, haz primero la cabeza, colocando al bebé un pelín más recostado para evitar que el champú caiga sobre su cara. Hazlo pasando la mano por el cabello para que sea rápido. Para el resto del cuerpo simplemente e echando agüita poco a poco. Hazlo concienzudamente para que los restos de jabón no resequen la piel del bebito ni la alcalinicen.
- Coloca al bebé en la toalla, tápalo con él (incluyendo, muy importante, la cabeza).
- Sécalo a toquecitos, sin frotar. Incide en zonas de pliegues como detrás de las orejas, piececitos, etc. así como en las axilas.
- Una vez el niño esté seco por completo, procederemos a hidratar su piel con crema o aceite ya que esta, cuando es muy pequeño, tiene tendencia a agrietarse o descamarse en pies, manos y cuero cabelludo.
- Termina vistiendo al niño para que no se enfríe.

Consideraciones y recomendaciones para bañar a los niños
Para el primer baño del bebé y consiguientes hasta que sea más mayorcito, ten en cuenta:
- Ten en cuenta que se aconseja no proceder al baño por inmersión hasta que al peque se le haya caído el cordón umbilical, aunque hayamos visto que puedes hacerlo. Si no hace falta y puede ser negativo, ¿para qué forzarlo? Tienes muchísimo tiempo para disfrutar de esos baños completos y, sinceramente, el cordón se le va a caer en pocos días. De hecho, en una situación así no vas a disfrutar de verdad de ese momento que debería ser de vínculo afectivo.
- Si te olvidas de coger algo de lo necesario para el baño del bebé pide lo que necesitas a alguien.
- Si no queda otra más que salir de la habitación, hazlo con el niño pero recuerda el cambio de temperatura, por lo que te tocará vestirlo nuevamente.
- Esta actividad debe ser corta durante los primeros meses de vida, especialmente el primer baño del bebé, que no debería pasare los 7 minutos.
- Utiliza jabón de pH neutro, hipoalergénico y en cantidades tan pequeñas como sea posible. El bebé no se ensucia y no suda, no necesita limpiarse a fondo. Además, vamos a usar el mismo agua para el aclarado, por lo que es importante que no esté innecesariamente llena de jabón o quedará inutilizada.
- Para el pelo utiliza un champú sin aroma.
- Para enjuagar la cabeza puedes usar una regaderita. Con ello, controlas mejor la cantidad de agua que le cae en la cara.
- Elige toallas de uso individual, muy suaves de tamaño más que suficiente. Ten varias y lávalas a menudo. Déjalas airear al cien por cien tras cada baño.
- Aprovecha el momento para hacer un poco de contacto piel con piel ya que, como he dicho, no necesitas esponja.
- Esto, además, servirá para relajar al pequeño, por lo que es buena idea hacerlo antes de dormir.
- Todos conocemos la tradicional pero es interesante que veas la bañera fetal, en la que el bebé se lava sentadito; quizás te sea más cómoda.
- Las cremas y aceites deben ser sin olor hasta que el niño tenga al menos dos meses.
- Las colonias, que se usarán más tarde, no deben contener alcohol. Su uso puede provocar dermatitis de contacto.