Dar el pecho a menudo da miedo. En muchas ocasiones, por uno u otro motivo, las mamás queremos producir más leche para sentir que satisfacemos plenamente a nuestro pequeño. Además, puede que, de hecho, tengamos la obligación de hacerlo porque no estamos ofreciendo lo suficiente. Sea como sea, te digo cómo mejorar esa producción.
Por supuesto, en cuanto tengas ocasión, consulta al pediatra y/o a tu matrona. Ya verás que los siguientes consejos son acciones sin importancia a nivel médico pero siempre será mejor que un profesional te dé el visto bueno considerando vuestra situación.
Cómo producir más leche para seguir con la lactancia materna exclusiva
Aquí tienes 10 consejos para que puedas producir más leche materna para amamantar a tu bebé como ambos deseáis.
Da el pecho a demanda
Lo primero que debes saber es que la producción de leche va en función de la demanda. Si tu hijo no la pide, tu cuerpo termina por no producirla. Es por esto que cuando no tienes un bebé no tienes leche; así de sencillo.
Así, tiene todo el sentido del mundo que, si pones al peque a mamar, tu cuerpo considere que debe dar más leche para satisfacer la necesidad del pequeñín.
Así, pon a tu hijo en el pecho cada vez que lance señales de hambre. Estas son abrir la boca (sacando o no la lengua), girar la cabeza hacia los lados (buscando), rastrear sobre tu cuerpo cuando te lo pones encima, succionar tu dedo, sus manitas, el babero o cualquier otro elemento que llegue a su boca.
Para que te hagas una idea, un recién nacido y hasta su primer mes, come cada dos horas (puede que 2.5 o 3 por la noche). Poco a poco reducirá las tomas hasta quedar en 8 por día.
Ofrece ambos senos
Recurriendo al método de lactancia alternada se estimula el reflejo oxitocínico, el cual hará que aumenten tus niveles de prolactina, que es la que hace que tengas más leche.
Lo que debes hacer es tan sencillo como dar de mamar a tu peque un pequeño tiempo de cada teta, asegurándote de que en cada toma se agarra de cada una, al menos, dos veces.
Lactancia materna exclusiva
Para producir más leche es esencial que el bebé sólo tome de tu pecho. Si le das leche en polvo mamará menos y, por ende, tu cuerpo producirá menos.
Tampoco le des ningún otro líquido. Salvo excepciones, un recién nacido no debe beber agua ni, por supuesto, otras cosas. Pero es que, además de ser perjudicial para su salud, hacerlo interferirá en la producción de leche porque el peque, al estar lleno, no querrá comer tanto (menos demanda igual a menos producción, como ya hemos visto).
Vigila el agarre

Obviamente, es necesario que el niño se agarre bien al pecho para asegurar la succión. De no ser así, el cuerpo no interpreta una necesidad de alimento y no lo genera. Además, sigue siendo una necesidad por hambre.
No le des chupete al peque hasta que no esté plenamente acostumbrado a mamar del pecho y lo haga regularmente. El chupete hace que el bebé se costumbre a tener la boquita más cerrada, contrario a lo que debe hacer en la mama. Además, puede que el niño, por el hábito de tenerlo, distancia las tomas.
¿Cómo saber si tu hijo no termina de agarrarse bien?
- Primero y principal, el bebé se queda con hambre.
- La posición correcta incluye:
- Sus labios tienen que colocarse como morrito de pez, sacados hacia fuera.
- Cuando succiona, sus mejillas deben hincharse.
- El bebé debe coger el pezón y gran parte de la areola.
- Tienes los poros de la zona muy abultados.
- Aumenta la sensibilidad del pezón.
- Aparecen grietas, costritas o sangrado en los pezones.
- La toma te resulta dolorosa.
De ser el caso, pide asesoramiento a tu matrona, pues dar el pecho mal puede ser una experiencia muy desagradable que incluso puede terminar por la elección de la lactancia artificial.
Da el pecho de noche
Por la noche el nivel de prolactina que se produce con las tomas es más elevado, de manera que es cuando más debemos dar pecho si queremos producir más leche.
Favorece el piel con piel
Al sentirte desnudos, el niño se siente más atraído hacia el pecho y lo succiona más intensamente y con más frecuencia.
Además, el piel con piel favorece el vínculo y el bebé, al sentir afecto, puede agarrarse para relajarse. Aunque no succione, también estará estimulando el pecho.

Prioriza la comodidad
Ambos tenéis que sentiros lo mejor posible en el momento de mamar. Para que el bebé succione adecuadamente deberás tenerlo bien cómodo y transmitirle buenas sensaciones.
Hay muchas posturas adecuadas para dar el pecho. Lo importante es que se coloque sobre una superficie ni demasiado dura ni demasiado blanda, que aporte estabilidad sin llegar a ser rígida.
Por ejemplo, si te lo pones encima puede que recaiga sobre alguno de tus huesos y eso le incomode. No tienes que renunciar a esa postura, sólo usa una almohada pequeña para el bebé. Igualmente, si lo acomodas en un sitio muy blandito se irá hundiendo y su cuello terminará doblado.
Igualmente, debes asegurarte de que tú también vas a estar bien, pues mantendrás la postura un buen rato. Es necesario que no tengas prisa ni te tenses; haz lo que consideres para conseguirlo y si ello incluye colocarte un cojín o comprar una mecedora, hazlo.
Estate relajada para producir más leche
Unido a lo anterior, ampliemos el punto con otros aspectos relacionados con tu bienestar que serán determinantes.
En general, evita el estrés a toda costa. Las tareas del hogar, las visitas poco deseadas, las llamadas de tu jefe «para ver cómo estás», los problemas familiares… Deshazte de todo tanto como te sea posible. Ahora tu bebé y tú marcáis el ritmo y no te puedes permitir estar mal, ni lo mereces.
Ve a hacerte un masaje de vez en cuando o pide a tu pareja que te lo haga, sal a comer o cenar sin miedo a dejar al bebé con los abuelos (¡o llévatelo!), descansa tanto como puedas (aprovecha para dormir cuando tu peque también lo haga), acude a un psicólogo si crees que la situación te sobrepasa, haz yoga o disfruta de cualquier técnica de relajación y, en general, pide ayuda a quien consideres que puede facilitarte la vida.

La relajación, además de ser crucial para que el bebé se sienta cómodo y agarre bien, es otro recurso ideal para producir oxitocina en grandes cantidades.
Sigue una dieta equilibrada
Tu dieta debe ser muy rica en nutrientes de alta calidad para darte la energía que necesitas para que tu cuerpo siga el ritmo de una lactancia exitosa.
La comida basura desajusta el apetito y los horarios, amodorra y te hace sentir más cansada aunque en un principio te haga sentir jubilosa. El alcohol está totalmente prohibido, además de porque es fatal para el bebé, porque te deshidrata y te inhabilita.
Toma mucho cereal integral y legumbres así como huevo y pescado acompañados de una buena ración de verdura y refréscate con piezas de fruta y hortalizas. Usa el de oliva como aceite para tus comidas y recurre a elaboraciones sencillas como el vapor, el horneado o la plancha.
Bebé mucho líquido
Este acelera el metabolismo, hace que te canses menos, tu organismo realizará correctamente todas sus funciones e incluso podrás dormir mejor; los beneficios de beber agua son incontables.
Usa un sacaleches
El sacaleches hará las veces de bebé al respecto de lo que acabo de comentar cuando este no quiera realizar una toma. Así, estás multiplicando la estimulación sin que el peque coma de más.
BONUS: Comer ajo para producir más leche
Puede que te hayan dicho lo contrario pero el ajo es un alimento permitido durante la lactancia. Es cierto que si, cuando lo tomas, tu bebé se muestra reacio, sería conveniente retirarlo para que no lo pase mal innecesariamente. Pero, si no es el caso, puede que incluso sea beneficioso, pues es común que haga a los bebés succionar más rápido, lo que se traduce en una mayor producción de leche.
Como ves, hay mucho que puedes hacer para producir más leche materna y poder continuar con la lactancia natural si es tu deseo.