👉 Fuente: Revista de Pediatría y Neurociencias
Un nuevo estudio longitudinal resalta que la falta de rutinas de sueño estables y la baja calidad del descanso en niños de 2 a 5 años tienen un impacto directo y significativo en el desarrollo de la función ejecutiva.
Expertos en sueño infantil y neurodesarrollo han lanzado una advertencia a las familias: el sueño no es solo descanso físico, es un pilar fundamental para el desarrollo cognitivo.
El estudio demuestra que aquellos pequeaprendices con horarios de sueño irregulares o despertares frecuentes muestran un rendimiento inferior en pruebas de función ejecutiva, que incluye la memoria de trabajo, el control inhibitorio y la flexibilidad cognitiva.
La función ejecutiva es esencial para el éxito académico y social, pues permite al niño planificar, concentrarse y gestionar sus emociones. La falta de sueño adecuado interfiere con los procesos de consolidación de la memoria que ocurren durante las fases de sueño profundo.
Crianza consciente y rutinas de sueño
La intervención clave, según los investigadores, es la prevención a través de la crianza positiva. Esto implica establecer una rutina de sueño constante y predecible que actúe como una señal biológica para el cerebro. Esta rutina debe incluir una hora fija para acostarse y despertarse (incluso los fines de semana), un entorno de sueño adecuado (oscuro, fresco y silencioso) y actividades relajantes previas, como la lectura o un baño caliente.
El rol del pediatra y la familia
Los pediatras están siendo alentados a incluir la higiene del sueño como un tema prioritario en las revisiones de rutina, educando a los padres sobre las necesidades de horas de sueño específicas para cada edad. La calidad del descanso es una inversión directa en el neurodesarrollo y en la futura capacidad de autorregulación del niño.
Recursos y metodologías complementarias
- Higiene del sueño. Enseñando a dormir a nuestros hijos, AEP.
- Neurobiología del sueño, Universidad de Navarra.
- Para crecer sanos, los niños tienen que pasar menos tiempo sentados y jugar más, OMS.
