Si ya has visitado a tu matrona seguramente te haya puesto en alerta sobre la toxoplasmosis. Esta parasitaria suele pasar desapercibida o provoca síntomas leves, por lo que se insiste mucho en ella. Pero lo malo es que durante el embarazo puede representar un riesgo significativo para el desarrollo del feto.
Conocer cómo actúa este microorganismo, los síntomas, causas y, sobre todo, las precauciones a tomar durante la gestación es clave para evitar complicaciones y es precisamente lo que te quiero mostrar en esta lectura.
¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa producida por el parásito Toxoplasma gondii. Este puede encontrarse en el suelo, el agua, los alimentos contaminados y en los excrementos de los gatos infectados. Por esto último, una de las primeras preguntas que te hace tu matrona después del típico examen de rigor es si tienes gatos y, más importante, si te encargas tú de ellos.

La mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas graves, pero en mujeres embarazadas o personas con el sistema inmunológico debilitado, la infección puede ser peligrosa.
¿Cómo actúa el parásito en el organismo?
El Toxoplasma gondii ingresa al cuerpo a través del sistema digestivo, generalmente mediante la ingesta de alimentos contaminados o el contacto con superficies infectadas. Una vez dentro, el parásito:
- Penetra en el intestino y se multiplica rápidamente en las células.
- Se disemina por el torrente sanguíneo, alcanzando órganos diversos, siendo los más habituales los músculos, el cerebro y los ojos.
- Forma quistes en los tejidos, donde puede permanecer inactivo por largos períodos sin causar síntomas evidentes.
- Se reactiva en casos de inmunosupresión, provocando síntomas más graves y posibles complicaciones.
Síntomas de la toxoplasmosis
En la mayoría de los casos, la toxoplasmosis es asintomática o presenta síntomas leves similares a los de una gripe, como:
- Fiebre leve.
- Fatiga.
- Ganglios inflamados, especialmente en el cuello.
- Dolores musculares y articulares.
Sin embargo, en personas con el sistema inmunológico comprometido, los síntomas pueden ser más graves, incluyendo problemas neurológicos y daño ocular. Y en cuanto a tener toxoplasmosis durante el embarazo, ahora nos extendemos.
Riesgos de la toxoplasmosis durante el embarazo
Si una mujer embarazada se infecta por primera vez con toxoplasmosis, el parásito puede atravesar la placenta y afectar al feto. La gravedad de la infección varía dependiendo del trimestre de gestación:
- Primer trimestre. Mayor riesgo de aborto espontáneo o malformaciones graves en el feto.
- Segundo trimestre. Puede causar daños neurológicos, como hidrocefalia (la cabeza aumenta de tamaño debido a una acumulación excesiva de líquido en las oquedades del cerebro) o calcificaciones cerebrales.

- Tercer trimestre. Aumento del riesgo de parto prematuro y afectaciones en órganos como los ojos y el hígado.
Como ves, se trata de una enfermedad de extremos, potencialmente peligrosa para tu pequeño y, en menor medida, para ti.
Medidas de prevención y cuidados especiales
Para reducir el riesgo de contraer toxoplasmosis en el embarazo, se deben evitar ciertos hábitos y exposiciones:
- No consumir carne cruda o poco cocida, especialmente de cerdo, cordero y res. Por cierto, ¡sigue disfrutando con la lectura sobre alimentos prohibidos en el embarazo!
- Evitar el consumo de leche o productos lácteos sin pasteurizar.
- Cocinar bien la carne hasta que no quede rosada en su interior.
- Lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas.
- Evitar el contacto con excrementos de gatos, ya que pueden contener el parásito. Si te encargas de limpiar su arenero, usa guantes, o, mejor, deja esa responsabilidad a otra persona.

- En general, no manipular tierra o arena sin guantes, en especial en jardines o parques donde puedan haber defecado gatos.
- Lavarse las manos con agua y jabón después de manipular carne cruda, tierra o haber estado en contacto con gatos.
- Quizás sea buen momento para desterrar el mal hábito de llevarse las manos a la boca, por ejemplo, si padecemos de onicofagia, es decir, nos mordemos las uñas.
- Mantener una higiene adecuada en la cocina, desinfectando utensilios y superficies.
Diagnóstico y control médico
Durante el embarazo, los médicos pueden solicitar pruebas serológicas para detectar la toxoplasmosis o son efectos. Estas incluyen:
- Prueba de PCR en líquido amniótico. Se usa en casos sospechosos para confirmar si el feto ha sido infectado.
- Ecografía prenatal. Permite evaluar posibles alteraciones en el desarrollo del bebé.
- Prueba de anticuerpos IgM e IgG. Determina si la mujer ha estado expuesta al parásito en el pasado o si la infección es reciente.

Si se confirma la infección, se tomarán antibióticos como la espiramicina o una combinación de pirimetamina, sulfadiazina y ácido folínico para reducir el impacto en el feto. Sin embargo, nadie te asegura que el tratamiento vaya a tener éxito por lo que, sin duda, lo mejor es no correr el riesgo.
Preguntas frecuentes sobre la toxoplasmosis en el embarazo
¿Qué más te queda por saber? Terminaré con algunas cuestiones generales que puede que te pasen por la cabeza.
¿Si ya tuve toxoplasmosis antes del embarazo, puedo contagiar a mi bebé?
No, si la infección ocurrió antes del embarazo y ya tienes anticuerpos, es muy poco probable que vuelvas a infectarte ni que transmitas la enfermedad al feto.
¿Puedo convivir con mi gato si estoy embarazada?
Sí, sin problema. Lo que sí debes hacer es tomar precauciones como evitar limpiar su caja de arena y alimentarlo con alternativas a la carne cruda así como mantener la casa limpia (recordemos que ponen el culito por todas partes). Si mantienes esto bajo control, es prácticamente imposible que te contagies, al menos por lo que a tu mascota respecta.
¿Cuánto dura la toxoplasmosis en el cuerpo?
Una vez infectada, la persona puede mantener quistes del parásito de por vida, pero en la mayoría de los casos permanecen inactivos y no causan problemas.
¿Se puede tratar la toxoplasmosis en el embarazo?
Sí, existen tratamientos que reducen el riesgo de transmisión al bebé y ayudan a minimizar los efectos de la infección pero no inmunizan ni se asegura que funcionen al cien por cien.
¿Cómo puedo saber si mi bebé ha sido infectado?
Además de las pruebas prenatales, tras el nacimiento se realizan análisis de sangre y estudios de imagen para detectar signos de la infección.
La toxoplasmosis es una infección que, aunque suele ser inofensiva en la mayoría de los casos, representa un riesgo bastante importante durante el embarazo. Conocer sus causas, síntomas y formas de prevención es fundamental para tomar medidas que garanticen un embarazo saludable. Si estás embarazada o planeas estarlo, consulta a tu médico sobre las pruebas de detección y sigue las recomendaciones para minimizar el riesgo de infección.