Raro es el papá o la mamá al que no nos encanta ver y comprar ropita e imaginar lo hermoso o gracioso que se verá nuestro peque con ella. Sin embargo, el vestido del bebé y el niño va mucho más allá de eso. Tanto es así que a veces eso precisamente resulta contraproducente pues lo bonito no tiene que ser sinónimo de lo adecuado, nos pese lo que nos pese.
Y precisamente para eso hago este post. Lo que busco conseguir es generar conciencia de lo importante que es una buena elección de las prendas así como del proceso a la hora de vestir al nene, dándote todas las consideraciones que puedas necesitar al respecto.
Funciones del vestido
Lo primero y muy importante es saber cómo afecta el vestir con unas u otras prendas a nuestro pequeño, es decir, las funciones que tiene este punto del arreglo personal. Estas son tres:
- Función ergonómica

Para el niño:
Las prendas serán cómodas, de manera que no se sienta oprimido y no le cueste mover sus bracitos y piernas para que pueda, tan pequeño como es, tonificar la musculatura. Para más mayorcito, la ropa debe tener unas características que no dificulten que el niño adquiera autonomía (vestirse solo o ir a hacer pipí o caca).
Para el adulto:
Consideraremos piezas con elementos que a la hora de cambiarle el pañal, vestirlo y desvestirlo, nos permitan hacerlo con facilidad.
- Función protectora
La función protectora de la ropa hace referencia en cómo actúa al contacto con nuestra piel.
Las prendas deben ser capaces de conservar la temperatura corporal y a la vez permitir la transpiración.
A todos nos gusta encontrarnos con una temperatura óptima pero en los bebés es más importante puesto que no debemos abusar de capas y capas de ropa con ellos. La que usemos debe ser perfecta para mantenerlo fresco o tibio, según corresponda.
A su vez, conforme los niños aprenden a desplazarse, comienzan a sudar, cosa que se multiplica con el juego. Por ello, todo lo que se pongan debe facilitar que tanto el sudor como las altas temperaturas propias de un niño activo se disipen sin causarle perjuicio. Esto además, debe sumarse al hecho de intentar que lleve el mínimo de prendas para que moverse no sea engorroso.
- Función estética
En un principio esta precisamente, que es la que más nos suele gustar e ilusionar cuando estamos embarazados o acabamos de ser padres, es la menos importante.

Básicamente esta servirá, más adelante, para construir la identidad personal del pequeño.
Es por ello que digo que no hay que dejarse llevar mucho por la parte estética del vestido en un bebé. Obviamente, cuanto más nos guste como se ve, mejor, pero deben estar presentes y primar siempre las funciones ergonómica y protectora que acabamos de ver.
A partir de más o menos los cuatro años, le dejaremos elegir su propia ropa (educándolo siempre en lo anterior) y que le demos opciones de todo tipo, desde bien pequeño, para que se sienta bien vistiendo de todo y no quiera rechazar nada por prejuicios. Con una adecuada educación al respecto y favoreciendo la toma de decisiones el niño se sentirá cómodo al vestirse y generará una autoimagen correcta y placentera para él que lo haga sentirse único y, más importante, cómodo, consigo mismo y con los demás.
Visto esto, seguramente tengas una idea diferente sobre el vestido del peque y lo que ello supone para él y para ti. Es necesario saber qué necesita en cada momento y ayudarle, con la vestimenta, tanto como sea posible.
Proceso de vestir a un niño y a un bebé
¿Cómo debemos proceder para vestir a un peque? Bueno, esto es algo que tira de lógica e instinto. Además, todos nos vestimos, tenemos vasta experiencia al respecto pero, como siempre, me gusta aclarar todo lo posible, por si acaso 🙂

- Procura que la estancia tenga una temperatura templada. Esta será de entre 21 y 24º para los más peques y de 20 a 22º a partir de que el niño tenga un par de mesecitos.
- Prepara de antemano todas las prendas y demás elementos (por ejemplo si le vas a cambiar el pañal) antes de aupar al niño. Es imprescindible que no lo dejes solo por lo que no debes olvidar nada desde antes de comenzar.
- La primera pieza que se coloca, suponiendo a un niño desnudo, es el body.
- El primer paso es abrir el cuello del body tanto como sea posible (si tiene apertura en el hombro, como ya he dicho, mejor).
- Pon el body, remangándolo según proceda según su forma, detrás de la cabeza del niño. Este debe estar incorporado, sentadito con o sin ayuda.
- Con un movimiento rápido lo pasamos por su cabeza. Buscamos que el niño tenga la cabeza apretada y te pierda de vista el mínimo tiempo posible.
- Acomoda la pieza en la zona del cuello, levantando la cabeza del bebé.
- Recoge la manga en acordeón, mete tu mano por ella y coge la mano del bebé desde dentro para deslizar la manga por su brazo. Repite.
- Para terminar de colocar el body y cerrarlo, acuesta al peque.
- Antes de comenzar a ponerle las demás prendas, examina su botonadura para no tener que estar metiendo y sacando sin necesidad. Así podrás establecer cuál es la forma más cómoda, rápida y fácil de poner cada pieza. El procedimiento varía según la prenda y su cierre, de tenerlo, claro está.
- Vestidos. Desabrocha por completo, mete por la cabeza y abrocha.
- Pantalones. Desabrocha, repliega las piernas en acordeón, mete un mano por abajo, coge el pie del niño y desliza la pernera por su pierna. Repite. Pon al niño de pie para acomodar la parte superior del pantalón y colocar cómodamente la cintura.
- Camiseta. Ídem que el body: cuello estirado y brazos en acordeón.
- Camisa. Desabrocha, mete un brazo, luego el otro, acomodas la prenda y abrochas.
- Medias. Repliega la pernera tanto como sea posible porque, a diferencia del pantalón, no puedes meter la mano por abajo. Con el niño sentado o acostado, debes coger su pie y meterlo en el pie de la media (de ahí que haya cuanto menos recorrido, mejor). Dedica tu tiempo para ir pellizcando con mucho cuidado la media para ir subiéndola hasta la zona inferior de los muslos. Repite. Para colocar la parte del culete y la cintura debes poner al niño de pie.
Recomendaciones sobre las prendas infantiles de vestir y el vestido y desvestido
Aunque es un tema bastante amplio, hay algunas consideraciones que siempre debes conocer. ¡Ante cualquier duda, abajo está la caja de comentarios!
- Para que la ropa sea fácil de poner y quitar (piensa en la de veces que tienes que cambiarle el pañal), no ideal es que el bebé lleve conjuntos de dos piezas.
- En el caso de los bodys, que a todos nos gusta ponerles cuando son bien pequeñitos para que no pasen frío si se levanta la camiseta, opta por aquellos que se abren en la entrepierna y, a ser posible, que cuenten también con apertura en el hombro para que sea más fácil meter la cabeza.
- Evita las prendas que se deban quitar por completo.
- En bebés, evita los ganchos, botonaduras complicadas, imperdibles o lazos. En lugar de esto, lo mejor es habituarse al velcro, botones suaves, planos y forrados y a los corchetes.

- Para niños que estén aprendiendo a cambiarse, elimina los corchetes y pásate a los botones grandes con ojales anchos además de mantener el velcro.
- Busca siempre que las gomas no aprieten. Si una prenda le está bien pero la goma le va justa tendrás que retirarla del armario.
- En el caso de las prendas sin cierres, busca que sean muy elásticas para que sean fáciles de poner y quitar y, ya de paso, que se adapten bien al cuerpo.
- Para niños que estén aprendiendo a usar el orinal no uses petos o pantalones con tirantes. Esto les impedirá ir solitos, pues todavía no saben quitarse este tipo de prendas. Resérvalas hasta que desarrollen la psicomortricidad fina para poder hacerlo correctamente en cualquier situación. En el caso de los bebés, no hay problema pero debes saber que es un punto más de dificultad para ti.
- Para lavar la ropa de tu peque no utilices productos con ingredientes irritantes. Intenta siempre optar por ingredientes naturales.
- Cuando el bebé sea muy pequeño, no utilices suavizantes demasiado aromáticos. Aunque sean agradables, no son adecuados para su olfato aún sin desarrollar.
- De vez en cuando, utiliza productos antigérmenes especiales para ropa en la lavadora. No los hay de demasiadas marcas y son algo costosos pero te aseguras el bienestar de tu pequeño.
- Aboga siempre por los materiales de origen natural, como el algodón o el lino y, para el invierno, la lana.
- Aprovecha los momentos de vestido y desvestido para mover bracitos y piernas de bebito.
- Del mismo modo, es un excelente momento para afianzar lazos afectivos con caricias, cosquillas y risas.